El 2009 puede que encuentre a los opositores unidos o dominados. Así lo ven, por lo menos, algunos de sus principales referentes. Si el conflicto con las entidades rurales ya había acelerado los contactos entre distintos sectores de la oposición, la imagen de unidad que mostraron en Diputados y que intentarán repetir esta semana en el Senado dio nuevas ínfulas a quienes buscan un acuerdo a gran escala. Eso sí, en el armado final no estarán todos los que levantaron la mano contra el Gobierno: cada sector tiene su lista de vetados para el armado final.

“Nunca la oposición había logrado tales niveles de unidad”, se alegró la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ante una votación en la que se atribuyeron 122 votos contra el oficialismo. “Este primer paso de unir a la oposición en cosas muy centrales como pueden ser la suspensión de la Resolución 125 va a estar circunscripto este año al ámbito parlamentario. Seguramente, también estaremos juntos en tratar de sacar los superpoderes del presupuesto 2009. Siempre se puede trasladar a lo electoral”, sugirió Francisco de Narváez a PáginaI12.

“Hay un nivel de amalgamiento bastante fuerte que no sólo se traduce en acciones parlamentarias contra algo sino en proyectos en común”, se sumó la diputada Patricia Bullrich, que fue una de las artífices de la “ingeniería política” para unir a los diversos bloques en Diputados. “La verdad es que no sé si eso puede proyectar una armado electoral. Tal vez terminen juntos tres de esos cuatro actores”, sugirió.

En el radicalismo tienen esa misma impresión y definen cuál sería el cuarto en discordia: PRO. “Todos juntos sería la Unión Democrática. Una cosa es tener una visión parecida en lo parlamentario y otra es un proceso electoral”, separó los tantos un dirigente radical. El centenario partido vería más posible una alianza con la CC y con el socialismo.

Los socialistas parecen coincidir con este esquema de alianzas y también en la lista de vetados que presenta la UCR: además del PRO, no aceptarán ni un acuerdo con el ex gobernador Carlos Reutemann, ni con Ricardo López Murphy, ni con De Narváez. “Los socialistas somos muy predecibles”, suele decir Rubén Giustiniani, quien asumió este fin de semana un nuevo mandato como titular del PS nacional.

En la CC no se registran demasiadas discusiones sobre López Murphy –alicaído tras su papelón electoral– y desmienten los contactos de Lilita con Reutemann, pero no todos coinciden sobre la exclusión de De Narváez. “En el 2009 tenemos que volver a derrotar al Gobierno en Capital, Córdoba y Santa Fe. Pero para que se vea una victoria clara de la oposición, necesitamos un 30 por ciento en la provincia de Buenos Aires. Y solos no lo conseguimos”, analizó uno de los dirigentes cercanos a Carrió. Otro de los estrategas cívicos indicaba que la diferencia estará en si el empresario decide construir con el cada vez más activo Eduardo Duhalde. “Duhalde es el límite”, advertían.

Efectivamente, De Narváez podría ponerse a la cabeza del armado peronista que propicia Duhalde, pero no está claro cuán visible hará sus contactos con el ex presidente. Pero que los hay, los hay. Por otra parte, en su entorno señalan que “los puentes están tendidos” para llegar a un acuerdo con la dirigente bonaerense de la CC, Margarita Stolbizer. “Sería un error volver a dividir a la oposición en provincia”, dicen cerca del ex candidato a gobernador.

No está claro si el empresario retomará su sociedad política con el jefe Mauricio Macri, quien viene descuidando el armado nacional: el sueño de verano de la Confederación PRO se deshizo en pedazos por segunda vez (la primera fue en la efímera alianza con el neuquino Jorge Sobisch, quien por estos días se dedica a negar su responsabilidad en el crimen del docente Carlos Fuentealba). El jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, no se desanima ante las dificultades en la construcción. “En Diputados, hubo una gran unidad en la acción y en los efectos. Es importante aunque después puede ser que no estemos en la misma boleta electoral. O puede ser que sí”, dejó picando. El armado de PRO sigue incluyendo a Recrear y podría sumar a los Demócratas Progresistas, de Santa Fe y Mendoza, y a algunos partidos provinciales protojurásicos, como los Liberales de Corrientes o los Renovadores de Salta.

Con quien no hay retorno es con Ricardo López Murphy, que les comentó a sus íntimos: “Esperaba mucha gestión de Macri y la verdad es que no la vi”. Renovado con los aires de la campiña, el Bulldog planea su regreso a la escena política en un seminario sobre la crisis energética que dará el 16 de julio. A su exigua tropa, el ex líder de Recrear le señaló que “la oposición tiene que lograr armar un único partido”. El problema es si le dejarán un lugarcito a él.