EL PAíS › CRISTINA Y NéSTOR KIRCHNER ASISTIERON A UN ACTO EN LA CGT
El titular de la UOM se bajó de la lista con el camionero, pero dejó a su segundo. En tanto, seguían las negociaciones para armar una propuesta unitaria. Barrionuevo y West Ocampo no confirmaron si presentarán lista opositora.
› Por Sebastián Abrevaya
Hugo Moyano recibió anoche uno de los respaldos más grandes para su reelección al frente de la Confederación General del Trabajo: un día antes de la votación, la presidenta Cristina Fernández y su esposo Néstor Kirchner participaron junto al líder de los camioneros de un homenaje al abogado laboralista Norberto Centeno, asesinado durante la última dictadura militar. Sin embargo, la sorpresa de la noche vino de la mano de quien parecía ser el compañero de fórmula de Moyano, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló. Contradiciendo todos los pronósticos, el líder de la UOM anunció que no se postulará como secretario adjunto de la central obrera y propuso en su lugar a Juan Belen, un hombre de su confianza que lo secunda en la conducción del sindicato.
“El hombre está tranquilo. Si hoy (por ayer) había alguna duda sobre la elección ya se habría suspendido por dos o tres meses”, aseguraron a PáginaI12 cerca de Moyano para demostrar que tiene garantizada la continuidad en el cargo. De todas maneras, hasta anoche “moyanistas”, “independientes”, el sector de “los gordos” y el gastronómico Luis Barrionuevo seguían negociando en la sede de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) la posibilidad de armar una “lista de unidad” y evitar que se realice la votación. Moyano había incorporado nuevas secretarías en la CGT para que no quedase algún gremialista herido en la distribución de los cargos.
Si bien la presentación pública de Caló junto a Moyano representa una muestra de respaldo, su baja de la candidatura manifiesta la dificultad del camionero para sumar a la central la representatividad de otros gremios. Los que manifestaron públicamente su oposición al líder de la CGT fueron Barrionuevo y Carlos West Ocampo, jefe del gremio de Sanidad. Su sector había insinuado la posibilidad de presentar una lista opositora aunque en ningún momento fue confirmada.
“Luis Barrionuevo se piensa que todavía estamos en la época de Menem. Que presente listas, está en todo su derecho. Pero los trabajadores tienen memoria”, disparó Julio Piumato, titular de los Judiciales y actual secretario de Derechos Humanos de la CGT. Piumato dijo que Moyano “seguro” va a ser nuevamente electo secretario general de la central porque “la mayoría absoluta de los trabajadores así lo quiere”. El líder del gremio de los Judiciales aseguró que la presencia de Cristina Fernández como presidenta de la Nación y Néstor Kirchner como presidente del Partido Justicialista significa el afianzamiento de la “alianza estratégica entre el movimiento obrero organizado, el gobierno nacional y popular y la conducción del partido que fundaran Perón y Eva Perón”.
Lo cierto es que ningún otro sector tiene muchas posibilidades frente al camionero, quien mostró sus avales en el acto de ayer: la Presidenta y el presidente del PJ; el gobernador Daniel Scioli y su vice, Alberto Balestrini; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el jefe del bloque de Diputados, Agustín Rossi; los diputados José María Díaz Bancalari y Carlos Kunkel. Además, por la pata sindical estaba Caló, Piumato, el jefe del gremio de los taxistas, Omar Viviani, y de los Municipales, Amadeo Genta. En su discurso, la Presidenta no hizo referencias a la votación de las retenciones móviles en Diputados, ni a las negociaciones que se llevan adelante en el Senado. Hizo, en cambio, un recorrido por la vida de Centeno, autor intelectual de la ley de Contratos de Trabajo y secuestrado el 6 de Julio de 1977 en lo que se conoció como “La noche de las corbatas”. De todas maneras, Cristina Fernández habló de la necesidad de conformar “un país industrialista”, donde los trabajadores agreguen valor a lo que producen para obtener un mejor salario. Esa consigna refleja el apoyo al metalúrgico Caló por parte del kirchnerismo, que intenta darle a la CGT una mayor representación de los gremios históricos como la UOM, Smata o los trabajadores de la construcción.
Al finalizar el homenaje, Caló le aseguró a PáginaI12 que su decisión de no participar de la conducción de la CGT responde a una necesidad de continuar en su cargo al frente de la UOM, que también deberá renovarse este año. “Yo me voy a quedar en la UOM porque para mí primero está la UOM y después está la CGT”, aseguró el metalúrgico. Fuentes sindicales sostuvieron que el secretario general de la UOM no puede aceptar ese cargo en la CGT por la historia del gremio metalúrgico que tuvo líderes como Augusto Vandor o José Ignacio Rucci. “Si tenía que ser Caló el secretario general de la CGT está bien, pero para el de secretario adjunto tiene que ser otro”, afirmaron.
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