Con 40 votos a favor y 28 en contra, el gobernador Juan Schiaretti impuso un recorte en las jubilaciones de los estatales de Córdoba. Fue un día de protestas y represión en la capital de la provincia. Por la mañana, mientras la Legislatura comenzaba el debate sobre el ajuste, los trabajadores iniciaron en la calle una movilización para oponerse. Reunieron a cerca de 20 mil personas, que marcharon hacia el edificio del Parlamento, que había amanecido vallado; al intentar cruzarlo fueron reprimidos. Hubo incidentes por más de una hora. La policía tiró con gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes, que en su repliegue rompieron vidrieras y semáforos. El día terminó con por lo menos 20 heridos y diez detenidos. Pese a la gravedad de los disturbios, los diputados siguieron sesionando y aprobaron el ajuste. Los gremios anunciaron que continuarán el sábado con el plan de lucha, con cortes de ruta.

La reforma previsional tiene dos puntos centrales: rebaja de entre un 22 y un 27 por ciento las jubilaciones mayores a los cinco mil pesos y establece un nuevo método para calcular las jubilaciones futuras. Hasta ahora, los estatales se jubilaban con el 82 por ciento del promedio de los sueldos cobrados en su último año de trabajo; con la nueva ley, ese promedio se calculará en base a los últimos cuatro años.

Schiaretti busca de esta manera tapar el agujero de un déficit de 2200 millones de pesos en la caja previsional de su provincia.

Ante las fuertes críticas que recibió el proyecto, el mandatario lo modificó con un agregado para entregar bonos a los jubilados en compensación por las quitas, lo que transformaría los descuentos en una especie de ahorro, pero esto fue rechazado por los gremios del sector público. Otro elemento que agravó el malestar fue que, para asegurarse su aprobación, ordenó a los ministros de Finanzas, Angel Elettore; de Acción Social, Juan Carlos Massei, y a la secretaria de Medio Ambiente, María Chiofalo, que suspendiesen el uso de su licencia legislativa y se reincorporaran al cuerpo para participar del debate y así sumar sus votos. Este es el panorama que había cuando la columna del Sindicato de Luz y Fuerza llegó contra las vallas que impedían el ingreso a la Legislatura.

Allí arrojaron bombas de estruendo contra los efectivos policiales y fueron reprimidos con balas de goma y dispersados por los bomberos con chorros de agua. Los disturbios se expandieron después a otros puntos de la ciudad; en la Plaza San Martín quemaron árboles y en la zona céntrica hubo vidrieras rotas y vehículos destruidos. Por los incidentes terminaron en el hospital dieciséis policías, por lo menos cinco manifestantes y un camarógrafo que recibió un balazo de goma en un ojo.

El ajuste en las jubilaciones distanció aún más a Schiaretti de la Casa Rosada. El gobernador, que durante el lockout agropecuario jugó en favor de la Mesa de Enlace, fogoneando los cortes de ruta de los ruralistas, acusa ahora al Gobierno de querer provocarle un “ahogo financiero” y reclama a la administración nacional una deuda impaga de 1.600 millones de pesos. Sin embargo, el Gobierno rechaza que tal deuda exista. “La deuda es cero”, aseguró el director ejecutivo de la Anses, Amado Boudou. A su entender, el déficit se originó en que en la provincia durante esta gestión y la anterior de José Manuel De la Sota “hubo un plan de jubilaciones anticipadas y un aumento por encima de sus posibilidades financieras”.

La misma lectura hacen en Córdoba los más de veinte gremios estatales que convocaron para ayer a un paro por 24 horas. En la provincia no hubo así actividad en la administración pública ni clases en las escuelas y los hospitales mantuvieron sólo guardias mínimas. Un sabotaje a la planta de energía dejó la ciudad sin electricidad. El clima político se caldeó, además, porque el ajuste fue decidido por el gobernador después de respaldar a las entidades del agro en los cortes contra las retenciones móviles. “Schiaretti apoyó a la gente del campo, a los grandes sojeros y ahora viene a hacerles esta quita a los jubilados, que es el sector socialmente más desvalido. Hay una bronca muy grande y eso es lo que explotó en estos incidentes”, señaló Pablo Alvarez, secretario general del histórico Sindicato de Luz y Fuerza. El dirigente señaló que el ex gobernador De la Sota “destruyó la caja jubilatoria, porque le trasladó el pago de las jubilaciones especiales de los policías y los diputados, que antes las pagaba la provincia, e implementó jubilaciones anticipadas, con muy baja edad, porque venía con la política de vaciar el estado”.

La represión fue repudiada por la CGT y la CTA. En un comunicado de prensa, Hugo Moyano sostuvo que el recorte en las jubilaciones “se emparienta con los períodos más negros del neoliberalismo en Argentina, cercenando derechos de los trabajadores, donde obviamente el gobernador Schiaretti era parte”. Por su parte el titular de la CTA, Hugo Yasky, declaró que “el ajuste que propone el gobernador de Córdoba va a contramano de la movilidad de las jubilaciones que pretendemos recuperar en la ley que esta semana ingresara al Congreso”.

Los gremios estatales se reunirán hoy en el Sindicato de Luz y Fuerza para resolver cómo continuar el reclamo. Lo que es seguro es que harán cortes de ruta. Los primeros están pautado para el sábado en Sinsacate, Altos Fierros y Montecristo, en los mismos lugares donde los ruralistas tuvieron sus piquetes. Los dirigentes gremiales recordaban anoche leyes que debieron ser derogadas; apuntan ahora en esa dirección.