EL PAíS
Final abierto para el juicio político a la Corte
El PJ y la UCR darán quórum. Los radicales esperan conseguir que el trámite vuelva a comisión y quede stand by. Los peronistas van por su rechazo. Las cartas se conocen. Falta contar los porotos.
› Por Felipe Yapur
Como en una partida de truco, los adversarios orejean sus cartas antes de cantar el envido y se mienten puntajes ganadores. Así está la Cámara de Diputados ante la inminente votación donde se decidirá si el dictamen acusatorio contra la Corte Suprema retorna a la Comisión de Juicio Político o se lo debate en el recinto. Cada sector se adjudica la cantidad suficiente de votos para derrotar al otro, pero lo cierto es que entre legisladores que están con licencia, los enfermos y los de viaje, los números hasta hoy arrojan un empate en 120.
Nadie en Diputados discute sobre los 44 cargos que pesan sobre el presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno. Mucho menos sobre los 9 que hay contra Gustavo Bossert, el ministro que menos cargos tiene. La oposición, por caso, suma y resta voluntades para devolver el dictamen hasta que la composición política de la Cámara favorezca la destitución de los supremos. Los radicales juran y perjuran que de los 67 miembros que tienen, se sentarán en sus bancas 60. El ARI se juega con sus 29. De los partidos provinciales hay 3 que se sumaron. Los justicialistas disidentes aportan 18. El Frepaso siete, el Frente para el Cambio otros dos y uno del mendocino partido Fiscal. Hasta aquí la suma arroja la fría cifra de 120.
Los justicialistas que pretenden votar en contra para ir al debate y así favorecer el rechazo al dictamen y garantizar la impunidad de los supremos también están confiados en sus números. Dicen que 95 son los votos propios, 18 de los partidos provinciales, seis liberales y uno del Polo Social, pero la suma también es de 120.
La diferencia está en que tanto justicialistas como los disidentes del PJ que militan en el grupo Talcahuano se adjudican los votos de los diputados por San Luis. De acuerdo con consultas realizadas por este diario, los “adolfistas” están mucho más cerca de la vuelta a comisión que de la posición oficial. Es que sienten que si acompañan la posición del Gobierno, estarían contradiciendo lo que pregona Adolfo Rodríguez Saá sobre la existencia de un Pacto de Olivos dos entre el duhaldismo y el menemismo.
Entre los que todavía no anunciaron cuál será su posición en el recinto están los dos legisladores de Autodeterminación y Libertad y la representante de Izquierda Unida. Los primeros lo decidirán durante el transcurso de esta mañana. Los que sorprendieron a sus compañeros de bloque son los radicales bonaerenses Alfredo Allende y el ahora adolfista Melchor Posse. Estos dijeron que están pensando no estar presentes en el Parlamento. Todavía hay en el bloque radical algunos que no recuperaron el habla.
Hasta aquí lo que sería la votación de la propuesta de regreso a comisión del dictamen. En caso de que fuera derrotada, los miembros de la Comisión de Juicio Político están pensando solicitar que el debate del dictamen se realice otro día. Esto es muy poco probable que ocurra, ya que el propio presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, reconoció que la intención del oficialismo es pasar inmediatamente a discutir los cargos que pesan sobre los supremos.
Lo único que resta por definir es el horario de inicio de la sesión. Todo lo demás está claro: hoy se define si le garantizan o no la impunidad a la Corte.