EL PAíS
El ex rector del seminario acusó al ex nuncio de encubrir a Storni
El religioso Jorge Montini acusó al ex nuncio Ubaldo Calabresi de haber encubierto las denuncias de abusos sexuales.
El ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, no se presentó ayer a declarar ante la Justicia en la causa que se le sigue por sus presuntos abusos sexuales contra seminaristas. El sacerdote debía presentarse ante el juez Eduardo Giovanni, quien rechazó el pedido de su abogado defensor de suspender la indagatoria y desechar los cargos que se le imputan. Aunque por ahora logró eludir al magistrado, lo que Storni no consigue evitar es que el escándalo continúe propagándose incluso dentro mismo de la Iglesia, sobre todo después de las declaraciones del ex rector del seminario de Santa Fe, Jorge Montini, quien acusó al ex nuncio apostólico Ubaldo Calabresi de haber encubierto el caso. “Calabresi ha estado interesado en tapar todo esto, ha estado interesado en que esto no salga, que se proteja a esta persona y esta situación”, denunció Montini.
La decisión de Giovanni de avanzar con la investigación sobre los abusos sexuales que habría cometido Storni se suma a la reciente aceptación de su renuncia como arzobispo de Santa Fe por parte del papa Juan Pablo II. En un intento por frenar el avance de la causa judicial, el abogado del prelado, Eduardo Jautchen, había solicitado al juez que dejara sin efecto la convocatoria de su cliente a declarar, así como la prescripción de los delitos que se le imputan. Jautchen señaló, además, que los hechos que se le atribuyen a su defendido no existieron, pero que tampoco constituirían delitos por ser las supuestas víctimas mayores de 18 años.
Los argumentos de Jautchen no fueron tenidos en cuenta por Giovanni, quien resolvió no hacer lugar a sus planteos y mantener el llamado de Storni a indagatoria. A pesar de la decisión del magistrado, el ex arzobispo santafesino no concurrió a su despacho. Su abogado explicó que no lo hizo por “imposibilidad física”.
Mientras la causa avanza en los estrados judiciales, lo que continúa también es el escándalo puertas adentro de la propia Iglesia. Ayer lo alimentó Montini, al recordar que en su momento denunció a Storni ante “Calabresi, quien era el que lo había hecho nombrar, y a mis superiores” y que esas autoridades eclesiásticas nunca hicieron nada para aclarar el caso. “Ellos no han hecho nada, ellos tienen que rendir cuentas, ser sancionados y, si eventualmente arriba de ellos hay otros, también deben ser sancionados”, advirtió el sacerdote y opinó que “con cajonear todo esto se ha provocado un daño enorme a la ciudadanía argentina, a la Iglesia, a la fe. No se tiene derecho por complicidad y dejar pasar esto, por una actitud que contradice abiertamente la palabra de Dios”.
Montini se desempeña actualmente como párroco de San Jorge, pero hasta mayo del ‘91 fue rector del seminario de Santa Fe. El cura recordó que entonces presentó su renuncia indeclinable a ese cargo “después de haber comprobado lo que comprobé y haber elevado al nuncio apostólico y haber comprobado con tristeza que este nuncio para nada actuaba con las dimensiones que esto requería y que uno sospechaba que derivaría en todo lo que después ha visto, desgraciadamente”.
A criterio de Montini, la actitud de Calabresi –a quien recordó haberle entregado tres informes al respecto– “es grave porque no se ayudó a la Justicia civil para que, comprobados los delitos, actúe como debe actuar”. En ese sentido, destacó que “los obispos y sacerdotes somos ciudadanos de esta patria terrena que debemos someternos a la Justicia, no evadirnos ni huir con pretextos sobrenaturales o espirituales” y “tenemos que rendir cuentas a la Justicia humana cuando nuestra conducta no se ajusta no sólo a las leyes de Dios, sino a la ley natural”.
Storni encontró en cambio en el obispo de Santiago del Estero, Juan Carlos Maccarone, quien lo defienda, al punto de que ese prelado dijo que “pondría las manos en el fuego” por su ahora ex colega. Maccarone añadió que “aparece el juzgamiento a priori, anticipándose a la finalización del juicio” y consideró Maccarone que el caso “es parte de la cultura de la exposición”. De todos modos, admitió que lo ocurrido con Storni es “un sacudón fuerte” para la Iglesia y atribuyó la decisión del Papa deaceptarle la renuncia a que “estaba claro que ya no podía gobernar la Iglesia de Santa Fe”.