EL PAíS
Reich fue más duro con Menem que lo que publicó el diario “El País”
Este diario accedió a la desgrabación textual del reportaje que anteayer intentó desmentir Reich. Las nuevas acusaciones.
› Por Fernando Cibeira
La desmentida que hizo el subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Otto Reich, de su comentario sobre Carlos Menem se le puede volver en contra. Reich basó sus excusas en que la periodista del diario español El País que lo entrevistó, Rosa Townsend, no lo había comprendido correctamente. Pero de la desgrabación completa del reportaje a la que ayer accedió Página/12 queda confirmado que no sólo Reich hizo esa afirmación sobre Menem sino que amplió y añadió sus acusaciones en otra pregunta que hasta hoy permaneció inédita.
A continuación, dicha desgrabación textual:
Pregunta: –¿No le parece que los Estados Unidos se dieron cuenta del tema de la corrupción un poco tarde? Esto no ocurrió en el turno de los republicanos pero bajo el gobierno de Clinton en Argentina Menem fue uno de los aliados más cercanos de los Estados Unidos pero parece que per capita robó más que...
Otto Reich: –Para ser justo con la administración Clinton, a la cual no le tengo mucho aprecio, uno muchas veces no se da cuenta de lo que hicieron esas personas hasta que dejan el gobierno. Por ejemplo, ¿cómo fue que nos enteramos de la corrupción en el gobierno de Salinas –no sólo de la corrupción sino también de los asesinatos– después de que ocurrieron los hechos? ¿O por qué no nos enteramos de las acusaciones que usted menciona contra Menem hasta después que dejó el gobierno? Porque cuando estas personas controlan el gobierno muchas veces controlan los medios de comunicación, intimidan a la prensa, las personas tienen miedo de revelar información. De hecho, mientras peor es el crimen mayor es el peligro de revelarlo.
Hasta hoy se conocían sólo las respuestas de Reich a unas preguntas anteriores a la transcripta. La que originó el revuelo sostenía: “Este hemisferio es fuerte cuando de corruptos se trata. Ahí tiene el caso de Aleman en Nicaragua, que supuestamente ha robado más de cien millones de dólares. Y tiene el caso de Menem en Argentina y el de Salinas en México”. Esa declaración puso al menemismo en estado de alerta dado que dejaba en evidencia que la administración Bush le había bajado el pulgar a la intentona del ex presidente por volver al poder. Durante el lunes y el martes pasado los operadores del menemismo anticipaban, en medio de un clima de nerviosismo, la inminencia de un comunicado del Departamento de Estado desmintiendo los dichos o una aparición pública del propio Reich diciendo que no dijo lo que dijo.
La resolución que consiguieron los menemistas fue menos institucional de lo anunciado y, si se quiere, más a la usanza argentina. Reich llamó a los corresponsales en Washington de los diarios Clarín y La Nación para hacer una desmentida en la que mezcló razones como que jamás dijo que Menem era corrupto y que la periodista Townsend –corresponsal de El País en Miami– no entendía bien el inglés porque no nació en Estados Unidos.
Townsend, efectivamente, nació en España pero habla y entiende el inglés a la perfección. Es ciudadana norteamericana, trabajó diez años para el Miami Herald y tres años y medio para la BBC de Londres. Por otro lado, no estaba sola durante la entrevista con Reich sino que la compartió con otros tres medios de Miami que hasta ahora no publicaron el reportaje pero, al igual que ella, lo tienen grabado.
La periodista nunca imaginó que la nota podría causar tal revuelo en la Argentina. Por eso, en la edición de la entrevista dejó afuera otra pregunta que involucraba a Menem y que no le resultó de tanto interés porque entendió que repetía lo ya expuesto. Pero esa otra respuesta de Reich, transcripta más arriba, sirve para confirmar el tono de las declaraciones del funcionario de Bush que se encarga de América latina. Reich insiste en colocar a Menem en la misma bolsa que el mexicano Carlos Salinas de Gortari e incluye a ambos en el tipo de presidentes corruptos que silencian a la prensa e intimidan a las personas. La respuesta esdoblemente significativa teniendo en cuenta que, como se sabe en los ambientes diplomáticos, Reich es de los funcionarios que piensan las cosas dos veces antes de decirlas. Por más que después trate de desdecirse.
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