“Sin un bloque de 30 o 40 diputados y cerca de ocho senadores, el 2011 no existe.” La frase salió del entorno del vicepresidente Julio Cobos y define buena parte de los fines y la estrategia política del mendocino para llegar a la presidencia. Aunque no abandonarán el discurso de “acompañamiento” al Gobierno, y todavía no lo dicen abiertamente, los cobistas ya piensan en candidatos propios para las próximas elecciones. La intención de dominar la estructura radical quedó en segundo plano y esperarán a que la UCR se integre sola como una de las patas de Consenso Federal (ConFe), “la concertación que Néstor Kirchner no supo hacer”.

“Por cómo se está dando la relación, en el 2009 vamos a ser una alternativa por fuera del proyecto del Gobierno”, dijo a PáginaI12 un integrante de la mesa chica de ConFe, que mira con escepticismo el proceso de renovación interna de la UCR. Como el vicepresidente tiene poco margen de movimiento por su cargo, los cobistas aspiran a aumentar su peso en el Parlamento y así evitar que, con el tiempo, se diluya la influencia de Cobos en la escena nacional. El desafío no será fácil porque implicaría multiplicar por diez el actual bloque de cuatro diputados que comanda el ex intendente de Mar del Plata, Daniel Katz, y empezar prácticamente de cero en el Senado.

Dos lugares donde Cobos intentará aumentar su caudal político son la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. Su mesa chica ya está compuesta por tres bonaerenses: Mario Meoni, intendente de Junín, Héctor “Cachi” Gutiérrez, de Pergamino, y el mismo Katz. Como el diputado tiene mandato hasta 2011, el candidato a encabezar una lista el año próximo será Meoni o Gutiérrez. Las esperanzas están puestas en sumar también a los intendentes radicales del interior de la provincia que, tras el conflicto con el agro, se acercaron a Cobos.

La Capital será un hueso duro de roer para el vicepresidente porque no tiene ningún referente instalado en el distrito. Cerca de Cobos llegaron a especular con la vuelta al ring de Rodolfo Terragno, pero la hipótesis ni siquiera fue bien explorada. Aunque hace poco mantuvo una reunión con Nito Artaza, en su entorno descartaron la posibilidad de que el capocómico lidere el armado en la ciudad. El mendocino Juan Montilla fue recientemente designado como encargado de encauzar el espacio porteño. Esperan que la fundación Idear se convierta en una de las patas de esa estructura, que acompañarán con dirigentes del movimiento universitario, asociaciones de profesionales y centros barriales.

Sin embargo, para hacer sus cálculos, el vice suma el apoyo político de las provincias de Catamarca y de Corrientes, donde gobiernan los ex radicales K Eduardo Brizuela del Moral y Arturo Colombi, ahora en el espacio del vice. Para afianzar ese vínculo, el viernes pasado Cobos visitó una exposición de la Industria Olivícola y se reunió con el catamarqueño. Las otras dos provincias radicales, Río Negro y Santiago del Estero, en cambio, se mantienen aliadas al kirchnerismo.

El tercer distrito que Cobos cuenta como asegurado es su propia provincia. En Mendoza, dicen ellos mismos, su imagen positiva supera el 70 por ciento. De todas maneras, el vice tiene que manejarse con cuidado para resolver el conflicto entre los radicales que se fueron del partido con él para crear la Concertación Ciudadana y los que se quedaron en la histórica UCR.

En Santa Fe se entusiasman con llegar a un acuerdo con Hermes Binner. Por ahora hay diálogo con el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz. El 18 y 19 de este mes Cobos tiene previsto visitar el sur de la provincia y luego participar de un congreso de economía donde coincidiría con el gobernador. Fiel a su estilo mesurado, Binner no rechazó la idea de armar un frente con el vice, pero dijo que todavía no piensa en 2011.

El ex intendente de Río Cuarto Antonio Benigno Rins es el operador cobista en Córdoba, una provincia donde, por su gran impronta agropecuaria, el vice cosechó buenos frutos. Rins fue candidato a vicegobernador de Luis Juez. En Río Negro, su principal aliado es el senador y ex gobernador Pablo Verani, uno de los más interesados en el regreso a las filas de la UCR de los sancionados y expulsados.