Guido Alejandro Antonini Wilson le dijo dos cosas al abogado Guillermo Ledesma cuando se reunieron en Miami: que Claudio Uberti fue quien le pidió que “pasara” la valija por la Aduana y que, dos días después, el mismo ex funcionario le aseguró junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, en un encuentro en la Casa Rosada, que no tenía de qué preocuparse. Así se desprende del testimonio que Ledesma brindó ayer en la causa que instruye el juez Daniel Petrone. También surge de su declaración lo que el valijero no le mencionó: de dónde había salido el dinero, ni si era para la campaña de Cristina Kirchner ni por qué había aceptado el pedido de Uberti. Ahora habrá que ver qué valoración hace el magistrado de este relato de lo que dijo Antonini en circunstancias en las que actuaba como colaborador del FBI, con micrófonos ocultos, un discurso planificado y el objetivo de sacarse de encima la extradición a la Argentina. Un dato novedoso que aportó el ex camarista es que su viaje a Estados Unidos fue íntegramente pagado por la petrolera venezolana Pdvsa.

Ledesma viajó a Miami a fines de agosto del año pasado para ofrecerle a Antonini sus servicios como defensor en la causa que le abrieron en Argentina, por la que ya entonces tenía pedido de extradición. “El Gordo” grabó la conversación que tuvieron en un restaurante de Fort Lauderdale y el audio fue uno de los tantos ventilados la semana pasada en Miami. Esto motivó la reaparición de Ledesma en el expediente porteño, con más predisposición a hablar que el año pasado, cuando se amparó en el secreto profesional. Ayer buscó limitar su descripción a lo que ya había dicho la semana pasada al hablar por radio. Pero bastó para convertirse en el primer testigo que vincula la valija con Uberti –ex titular del Occovi y encargado de los negocios con Venezuela– y menciona al ministro De Vido.

La declaración de Ledesma duró tres horas y, cuando salió de los tribunales, al atardecer, se subió como un rayo a una camioneta 4x4 negra. Durante la audiencia estuvo presente el abogado de Uberti, Diego Pirota, quien cuestionó (y logró impedir) las preguntas de la fiscalía que aludieran a las grabaciones y transcripciones del FBI. El ex camarista aclaró de entrada ante el juez que él no actuó ni viajó en nombre del gobierno argentino a ver a Antonini ni fue a transmitirle ninguna garantía, según pudo reconstruir PáginaI12. El nexo, explicó, fue un abogado llamado Darío Ventimiglia, que lo contactó de parte de Moisés Maiónica una semana antes de viajar. Maiónica, abogado venezolano, es uno de los acusados en el juicio en Miami que se declaró culpable de haber actuado como agente ilegal de Venezuela para que el valijero no hablara sobre los 800 mil dólares que le incautaron.

En las grabaciones, Ledesma aparece insistiendo para que Antonini le firme un poder para actuar ante los jueces argentinos. El plan era conseguir una eximición de prisión y sólo en ese caso viajaría a Buenos Aires. En uno de los diálogos, el letrado sugiere que se iba a necesitar presión política para lograr la eximición. Ayer insistió con que su mención de “Kirchner y Chávez” –como supuesta garantía de que no iría a la cárcel– está sacada de contexto. Lo que reconoció es que su viaje y su estadía en Miami fueron pagados por Pdvsa y que fue trasladado en vehículos de esa petrolera.

Cauteloso con cada palabra, el ex camarista ratificó que Antonini le dijo que Uberti le había pedido que “pasara” la valija por los controles. Que también le mencionó que dos días después que le incautaran los 800 mil dólares se encontró con Uberti y su jefe, De Vido, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en el marco de la firma de un acuerdo, donde ambos funcionarios minimizaron el episodio y le dijeron que no se preocupara. Ledesma sostuvo que Antonini no le dijo de dónde había salido la plata ni para qué era (para la campaña de Cristina Kirchner u otra cosa) y tampoco explicó por qué hizo lo que Uberti le pedía.

Todo esto coincide con tramos de las famosas grabaciones, pedidas por la Justicia porteña ya en diciembre de 2007. El abogado de Uberti anunció que se opondrá a su incorporación. El ex funcionario tiene falta de mérito en la causa y su situación está siendo revisada por la Cámara en lo Penal Económico, atenta a todo lo que se incorpore al expediente. Este tribunal, incluso, debe definir si hubo o no contrabando.

Los fiscales Mariano Borinsky y María Luz Rivas Diez sostienen que toda prueba producida en el exterior es válida. Pero será el juez Petrone el que evalúe qué peso tiene en la causa. Y, en particular, qué validez tienen los dichos de Antonini, quien al momento del diálogo con Ledesma ya había pactado con el FBI y su objetivo era evitar la extradición, pedida en agosto del año pasado, y sacarse de encima el delito principal: que él mismo ingresó a la Argentina con 800 mil dólares y hasta firmó un acta en Aeroparque donde consignó que la valija era suya. La causa de Miami le permitió evitar hasta ahora que lo trajeran con las esposas puestas. Allí quedaron acusados sus ex socios y amigos –a los que grabó– por haber actuado como agentes no inscriptos en forma oficial.