EL PAíS
› EL JUSTICIALISMO OBTUVO EL
QUORUM PARA ANIQUILAR EL JUICIO A LA CORTE
Un primer paso para la suprema impunidad
Con una ayudita de provinciales, cavallistas y ucedeístas, el PJ consiguió el quórum y comenzó a tratar el juicio político a los nueve magistrados, para cerrar el proceso. La oposición intentará, sin embargo, acusar cuando menos a Nazareno. La sesión continuará hoy.
› Por Felipe Yapur
Luego de cinco intentos frustrados, el justicialismo consiguió sentar finalmente en sus bancas 129 diputados para dar comienzo a la sesión donde se debatirán los dictámenes acusatorios contra los nueve integrantes de la Corte Suprema. Al cierre de esta edición, el presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, abrió un largo debate donde se dirimirá si el justicialismo consigue o no imponer su criterio de impunidad a los supremos al rechazar el medio centenar de denuncias que pesan sobre los ministros del alto tribunal.
Antes de llegar al debate fue necesaria una serie interminable de reuniones y conversaciones para conseguir primero el quórum y luego lo más importante: el punteo de sufragios para la votación final. Si bien en la oposición había un cauteloso optimismo sobre la posibilidad de conseguir los dos tercios de los votos para acusar al menos a uno de los supremos. El objetivo ahora es, entonces, Julio Nazareno, el presidente del cuestionado Poder Judicial. El mesurado optimismo se basa en la supuesta decisión de un grupo de legisladores del duhaldismo de acompañar la acusación contra quien fuera uno de los socios del estudio jurídico que tenían los hermanos Carlos y Eduardo Menem en La Rioja. El problema a resolver en las próximas horas es cómo harán para no afectar al resto de los supremos ya que, según los dictámenes acusatorios, muchos de los 44 cargos que pesan sobre el juez riojano también recaen sobre el resto de los ministros de la Corte. Pero para ello faltan todavía muchas horas.
Los que más presiones sufrieron fueron los radicales. No sólo los gobernadores de la UCR atosigaron con llamados telefónicos a sus legisladores para que ocupen las bancas y dar el quórum que les exigía el gobierno de Duhalde a cambio de normalizar el flujo de dinero a los estados provinciales. Todos, absolutamente todos los mandatarios llamaron. Horacio Pernasetti, presidente del bloque, resistió todos esos pedidos y junto a un grupo de diputados atajó los intentos por eludir su orden de esperar el quórum del PJ tal como pretendía una decena de legisladores de la UCR. Ahora al catamarqueño le queda todavía la tarea de convencer a todos sus correligionarios que voten juntos por la acusación.
Los últimos minutos
A las ocho de la noche comenzó a sonar el timbre llamando a sesionar. El bloque del justicialismo era un manojo de nervios. Habían pasado más 40 minutos de las nueve de la noche y nada. El tablero se empecinaba en marcar 127 diputados presentes y no se movía. A los justicialistas lo acompañaban sólo los representantes de los partidos provinciales, la Ucedé y los cavallistas. Faltaban dos legisladores. Los diputados del PJ llamaban insistentemente por teléfono al único peronista que estaba ausente y con posibilidad de llegar al recinto.
El destinatario de todas las llamadas era el correntino José Martínez Llanos, quien no estaba no porque no quería sino porque no podía. Una inoportuna e impiadosa gastroenteritis lo mantenía más cerca de un baño que de la banca.
Finalmente, el correntino pudo superar el mal momento y a las 22.02 llegó serio ayudado por dos colaboradores y con un andar medio forzado se desplomó en su poltrona. Cerca de allí, en una de las entradas al recinto seguía de pie la ex frepasista jujeña Marta Argul, hoy integrada al bloque que agrupa a los partidos provinciales. Dos de sus ex compañeros del Frepaso, América González y Fernando Melillo, intentaron desistir de su idea de ingresar cuando el tablero marque 128 legisladores presentes. Los hoy legisladores del ARI intentaron convencerla, pero ella se mantuvo firme en su posición: “Si hay 128, yo entro”, repetía ante cada argumento. Cuando vio que Martínez Llanos se sentaba en su banca, comenzó a caminarhacia el recinto. Melillo y González jugaron su última carta: “¿Qué te pagaron a vos para sentarte? ¿No te das cuenta de lo que hacés? Ellos quieren la impunidad para la Corte”, repitieron al unísono. La jujeña, sin inmutarse se dio vuelta y los miró a la cara para luego decirles: “Total, en Jujuy a quién le importa la Corte”, y se fue para que la sesión comience.
Los primeros discursos
Una vez que desde el tablero electrónico estallara en amarillo brillante la palabra quórum, ingresaron los radicales. Luego fue el turno del ARI. Ambas bancadas fueron recibidas por un fuerte abucheo que surgió del bloque justicialista obligando a Camaño a pedir calma y silencio.
Mientras se acomodaban los bloques, Camaño hizo aprobar el orden del día que tenía como único tema el juicio a los cortesanos. Los integrantes de la comisión acusadora se ubicaron en la primera fila del hemiciclo frente al presidente del cuerpo. Se notaban los nervios, tanto que a América González se les cayeron todos su apuntes que quedaron desparramados por el suelo.
El santacruceño y presidente de la comisión de Juicio Político, Sergio Acevedo, tuvo a su cargo la apertura de los discursos. El referente del precandidato presidencial Néstor Kirchner hizo una larga síntesis del medio centenar de denuncias que pesan sobre los jueces y centró sus principales críticas sobre la humanidad de Nazareno, de quién recordó su actuación en la investigación al atentado a la embajada de Israel. Según relató el legislador, el presidente de la Corte le dijo a la comisión que no era necesario investigar el hecho porque “consideró al atentado como un acto de guerra. ¿Acaso algún juez está investigando quién atentó contra las Torres Gemelas?”, leyó Acevedo.
El santacruceño no pudo pasarle la posta a sus colegas de la comisión cuando Camaño decidió que antes hable la firmante del dictamen en minoría, la menemista Alejandra Oviedo, quien sin dudarlo acusó a sus colegas de desestimar la credibilidad de la acusación al considerar que el resto de la comisión no actuó con “honestidad”. Pero esto recién comienza; la sesión continuará...
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