En una nueva vuelta de tuerca en la ya de por sí enroscada relación entre Argentina y Estados Unidos a propósito del caso Antonini Wilson, el canciller Jorge Taiana citó ayer a su despacho al embajador norteamericano Earl Wayne para pedirle explicaciones por el accionar del FBI sobre la testigo y ex agente de la PSA, María Luján Telpuk, durante su reciente viaje a Miami. Uno de los puntos que más irritaron al Gobierno fue que entre los variados ofrecimientos que la Agencia le hiciera a Telpuk estuviera el de “asilo político”, como si existiera la posibilidad de que la testigo fuera perseguida en la Argentina. “Preocupación y desagrado”, fue la comunicación del canciller para el embajador, que prometió reenviar el mensaje a Washington.

Desde hacía un par de días, entre la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Taiana venían pensando cuál sería la mejor respuesta formal para lo sucedido en el aeropuerto de Miami con la testigo argentina. Telpuk contó que tres hombres, que se identificaron como agentes del FBI, la separaron de la fila mientras esperaba para hacer Migraciones y la llevaron a un cuarto donde la interrogaron durante dos horas. Luego reveló que allí le ofrecieron trabajo como modelo y asilo en Estados Unidos, se supone que para que modifique su testimonio, que contradijo el que Antonini Wilson sostuvo ante la Corte Federal.

“Para la Argentina resulta inadmisible que la misma agencia que lleva a cabo la investigación que se sustancia ante esa sede judicial ejerza una acción de esa naturaleza sobre una testigo con anterioridad a su testimonio”, señaló el comunicado que distribuyó la Cancillería luego del encuentro entre Taiana y Wayne.

Hasta ahora, el discurso de los funcionarios norteamericanos –el del subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Tom Shannon, y el del propio Wayne– era que la causa no tenía ninguna connotación política y que la Justicia de Estados Unidos actuaba de manera independiente. Pero la actitud mantenida por los agentes del FBI, que depende del Departamento de Justicia, parecería desmentirlo.

“Para el Gobierno argentino el hecho reviste especial gravedad pues se trata de la testigo que, en cumplimiento de sus funciones como agente de la PSA, fue la que descubrió la comisión de un ilícito en la República Argentina”, sostuvo la Cancillería. Y sobre la cuestión del asilo: “El ofrecimiento de asilo político por parte de una agencia de los Estados Unidos resulta particularmente ofensivo para la Argentina, pues existen en nuestro país plenas garantías del estado de derecho”.

Aunque de tono duro, tanto la comunicación de la Cancillería cuanto el tirón de orejas de Taiana a Wayne se mantienen dentro de la formalidad de los canales diplomáticos. Desde que asumió Cristina Kirchner, la relación con la Casa Blanca estuvo marcada por el caso de la valija de los 800 mil dólares. En el último breve contacto que mantuvieron con Shannon en Nueva York, la Presidenta y Néstor Kirchner volvieron a mostrarle su enojo por la marcha de este caso.