Entre las costumbres que se trajo de su Jujuy natal, el titular del radicalismo, Gerardo Morales, no abandonó la coca. Sobre su escritorio en el Senado se ven unas pocas hojas que va masticando mientras toma apuntes de un informe que lee en su computadora. Luego de unos minutos deja la coca y “el estudio” y se echa sobre la silla para dialogar con PáginaI12. “El radicalismo va a ser la columna vertebral de una alternativa en el 2011”, pronosticó el senador. Y agregó que “el Gobierno así como está ahora va a perder las elecciones” del año próximo. Uno de los principales detractores del regreso del vicepresidente Julio Cobos al partido, el presidente de la UCR volvió a marcar las imcompatibilidades de ser funcionario del gobierno nacional y militar en la oposición. Aunque pidió prudencia, reconoció que podría coincidir en algunos distritos con la Coalición Cívica, que lidera Elisa Carrió. Más lejos de un acercamiento dejó al peronismo disidente, que también había mirado con buenos ojos la alianza entre socialistas y radicales. “No somos una yunta de desesperados a la caza de dirigentes con buena imagen”, lanzó Morales, apuntando tanto a Cobos como a los dirigentes agropecuarios que buscan participación en las listas de los partidos políticos.

–¿Cómo tomó el radicalismo las declaraciones de Carrió festejando el acuerdo de la UCR con el socialismo para las elecciones del 2009?

–Hasta acá hay una definición institucional partido a partido con el socialismo. Con la Coalición Cívica y con Carrió hay diálogo, hay coincidencias en cuestiones programáticas y hay una acción común que desarrollamos en el Congreso. Hay que ir despacio pero están las condiciones dadas para conversar. Lo que tenemos que hacer las fuerzas políticas de la oposición es tener una estrategia común para lograr la modificación de la composición del Congreso. En necesario recuperar equilibrio, y en ese sentido, la elección legislativa del año que viene puede dar cambios. En algunas provincias podría haber un acuerdo con Carrió pero hay que ir despacio.

–El ex presidente Eduardo Duhalde también celebró el acuerdo...

–Está bien, es su opinión.

–¿Pero eso significa que hay posibilidades de sumar al peronismo disidente?

–No, yo creo que hay que tener cuidado. Hay que ir despacio, no hay que juntar sectores en una foto, para que después esa foto termine en fracaso. Hay que tratar de hacer algo que pueda ser ejecutable en el Gobierno y para eso hay que trabajar estos tres años.

–¿Cuál es el rol que debería tener el radicalismo en estos próximos años?

–No tenemos que cometer errores. Tenemos que seguir recuperando identidad, coherencia y seguir manejándonos sobre la base de los principios que siempre nos identificaron. El radicalismo va a ser la columna vertebral de una alternativa para el 2011. Aunque todavía falta, no creo que haya sin el radicalismo posibilidad de una alternativa para ganar el 2011, para gobernar bien y para ganarle al kirchnerismo.

–¿La posición de armar un frente que tenga al radicalismo como eje no es la misma que plantea el vicepresidente Julio Cobos?

–Yo reitero las incompatibilidades que siempre planteamos en relación con los que ocupan cargos en el Gobierno. Cobos tiene que seguir cumpliendo con el compromiso que asumieron con la gente, él y Cristina. Nosotros tenemos que fortalecer una organización con formato institucional, con proyectos y con líderes que sean reales y se consoliden. El cobismo está en todo su derecho de organizar los espacios que estime convenientes.

–¿Entonces pueden confluir en un mismo armado?

–Nosotros ya establecimos un marco de apertura para todos, que no es excluyente pero que establece condiciones. En la medida que expresen su voluntad de volver, adhieran a los lineamientos del partido y acaten las decisiones de los órganos partidarios, bienvenidos.

–¿Puede haber participación de dirigentes del campo dentro de la UCR?

–Tenemos dirigentes que son del partido y a la vez son dirigentes rurales. De hecho, Carlos Garetto, de Coninagro, fue intendente radical. Ulises Forte (vicepresidente segundo de Federación Agraria) ha sido presidente de la Juventud y convencional nacional. Somos un partido que tiene representación en los distintos sectores. Pero tampoco vamos a ir a la caza especulativa de dirigentes del campo que hoy tienen un rol y una misión en relación con el sector que representan. No es que nos sobren dirigentes, pero no somos una yunta de desesperados a la caza de dirigentes con buena imagen.

–¿Cómo quedan los distritos intervenidos?

–Estamos trabajando con Río Negro. En Mendoza posiblemente se normalice pronto. Pero en Santiago del Estero todavía hay un fuerte control del Gobierno sobre la estructura del partido. Si habilitamos las elecciones internas, nos van a tomar el partido desde el Gobierno. En Corrientes pasa lo mismo y no lo vamos a permitir. Si bien pasó el período duro de resistencia, hay que tener mucho cuidado.

–¿Cómo ve la actitud del Gobierno frente a la crisis internacional?

–La escuché a la presidenta, Cristina Fernández, que hay que ir con prudencia y con cautela. Néstor Kirchner tiene otro discurso y por ahí subestima la influencia que puede tener en el país. Sería un grave error que no consideren la inflación y la crisis energética. Esto de parar el pago al Club de París y la renegociación con los bonistas me parece que está bien. Hay que cuidar las reservas y actuar con austeridad. Si el plan va a seguir siendo continuar con los superpoderes, sacar el presupuesto sin rediseñarlo y sin debate como lo están haciendo, negar la inflación y la crisis energéticas, entonces la convocatoria al diálogo que hizo Kirchner termina siendo sólo para una foto. El Gobierno tiene que pensar en convocar alguna vez a un diálogo franco con la actitud racional de modificar rumbos.

–¿Y si el Gobierno no cambia?

–El Gobierno así como está ahora va a perder las elecciones. Y si no racionaliza sus situaciones, le va a ir peor. Hoy el Gobierno no está en condiciones de ganar la elección y por eso es que es importante lo que hagamos desde la oposición. Tenemos que tratar de ganar sobre la base de la crisis, pero tenemos que construir alternativas propositivas.