“La cana sigue adentro de la planta presionando y amedrentando con itakas y escudos, cuando fue el tema de los despidos vinieron con la División perros y cuando quisimos instalar una carpa actuó como seguridad privada de la empresa, seleccionando a quién le pegaban y a quién se llevaban detenido.” Guillermo Silva, obrero de FATE, resumió así ante PáginaI12 su visión de la situación en la planta de San Fernando, tal como lo hicieron el jueves pasado en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Habían marchado junto a varios centenares de trabajadores y organizaciones sociales y políticas y fueron recibidos por el subsecretario Luis Alén, ante quien denunciaron la “militarización” de la fábrica.

El funcionario les dijo que debía escuchar a la “contraparte” empresaria, pero se comprometió a pedir informes a la policía provincial. Los trabajadores le expresaron que hay un “permanente desconocimiento de los derechos de organización sindical” y la “constante remoción y traslado arbitrario de trabajadores de una sección a otra sólo con fines políticos y antisindicales”.

El gremio del neumático está en conflicto desde hace varios meses, cuando el pedido de aumento salarial fue contestado con despidos. El conflicto se encaminó cuando consiguieron el aumento que reclamaban. Pero los despidos no fueron resueltos con reincorporaciones en todos los casos. De los 79 trabajadores que habían quedado sin empleo 32 siguen así, los demás obtuvieron una indemnización.