Los docentes vuelven a armar la carpa frente a la Jefatura de Gobierno porteña. Lo harán el lunes 10, para insistir en su reclamo de un 20 por ciento de aumento salarial. La medida fue anunciada por los tres gremios docentes que no aceptaron la oferta de 110 pesos de la administración macrista, que ayer concluyeron un nuevo paro de 48 horas. Como sucede desde el inicio del conflicto, gobierno y sindicatos disintieron sobre el grado de acatamiento que obtuvo la medida. Para el Ministerio de Educación sólo en el 22 por ciento de las aulas no hubo clases, mientras que los dirigentes gremiales aseguraron que, por el contrario, la adhesión al paro fue de un 76,76 por ciento.

La protesta se sintió especialmente en las escuelas públicas, ya que fue impulsada por la Unión de Trabajadores de la Educación, el mayor de los gremios docentes de la ciudad, que reúne a los maestros de escuelas estatales. Junto con la UTE también pararon Ademys (docentes de secundarios) y Compromiso Docente.

“La carpa tiene la ventaja de ser una forma de reclamo muy visible sin hacer paro. Es un tipo de protesta que nos permite reclamar sin perder días de clases. Aunque no descartamos ir a un nuevo paro en noviembre, nuestra intención es aumentar la cantidad de actividades de este tipo, que difundan qué problemas estamos teniendo con la educación en la ciudad”, señaló Eduardo López, secretario gremial de la UTE. La carpa será usada como un lugar donde dar clases públicas. Quedará instalada desde el lunes 10 al viernes 15 para realizar paneles sobre la situación de las cooperadoras, los docentes contratados, las becas estudiantiles y el tema de la comida. Al mismo tiempo, los maestros van a poner afiches en la puerta de cada escuela informando sobre las necesidades específicas del lugar, como la falta de vidrios o de gas o los cargos vacantes.

El ministro de Educación, Mariano Narodowski, criticó la postura de los tres gremios que no aceptaron su oferta salarial –hubo catorce sindicatos que sí acordaron con la suma fija de 110 pesos– y opinó que los dirigentes de los sindicatos se hacen “los machos cabríos” en lugar de facilitar la negociación. La evaluación que hicieron del paro en el ministerio fue que “las escuelas permanecieron abiertas y en su mayoría se dictaron clases”, al tiempo que se “garantizó el funcionamiento de los comedores escolares”.

Narodowski convocó a todos los gremios del sector a una reunión para el próximo jueves 6, para hablar de temas extrasalariales, como la libre elección de obra social. Los docentes que continúan en conflicto anticiparon que irán para reiterar sus pedidos. Además del aumento del 20 por ciento retroactivo a agosto, “queda pendiente resolver la restitución de las 15 mil becas a los estudiantes, el mejoramiento en la comida en las escuelas, la entrega de kits de útiles escolares a 30 mil alumnos, los graves problemas edilicios y la estabilidad de los docentes contratados”, enumeró López. La UTE realizará una concentración frente al Ministerio de Educación mientras se desarrolle el encuentro. Al día siguiente hará una segunda marcha, esta vez a la Jefatura de Gobierno, y luego volverá a armar la carpa.

Con el paro que terminó ayer, son once los días en que no hubo clases en el año a causa del conflicto. Esta es la primera vez en dos décadas que la Capital Federal no llega a completar los 180 días que debe tener, como piso, el ciclo lectivo; la última oportunidad en que se perdieron tantos días de clase fue durante el gobierno de Raúl Alfonsín, en el ’88, cuando hubo 42 días de paro por un reclamo a nivel nacional. Los días de clase perdidos van a recuperarse en diciembre, con la extensión de las clases por lo menos por una semana más. Con esa semana extra, los maestros que integran los gremios que firmaron el acuerdo van a recuperar los días descontados por la medida de fuerza.

Desde el ministerio ratificaron que los docentes que siguen en conflicto tendrán nuevos descuentos por el último paro. Sin embargo, docentes de UTE aseguraron que los directores de las escuelas no van a enviar las nóminas de los maestros que adhirieron a la huelga y, en cambio, mandarán una nota presentada por los abogados del gremio donde rechazarán dar esta información en defensa del derecho constitucional a la huelga. Si esto sucede y no hay acuerdo antes de que termine el año, al conflicto salarial se agregará otro, de orden judicial.