Elisa Carrió defendió ayer su decisión de avanzar en un acuerdo electoral con el radicalismo y le dijo a Raúl Alfonsín que se “quede tranquilo: si quiere diálogo es diálogo, si quiere acuerdo es acuerdo”. La líder de la Coalición Cívica evitó polemizar con el ex mandatario, quien aclaró que no alentaba una alianza entre ambas fuerzas y que había sido malinterpretado su llamado a la oposición a dialogar entre sí. “Me corresponde a mí callar, ser generosa y condescendiente”, agregó Carrió. Quien, en cambio, no rehuyó a la polémica fue el radical Leopoldo Moreau, a quien el titular del radicalismo, Gerardo Morales, le atribuyó haber influido sobre Alfonsín para que dijera que no acompaña el acuerdo entre la UCR y la Coalición Cívica. El dirigente del radicalismo bonaerense advirtió que decir eso significa “desconocer el temperamento y las convicciones del ex presidente” y afirmó que lo dicho por Morales constituye un “agravio y una injusticia” hacia él y Alfonsín.