Jue 24.01.2002

EL PAíS  › HUBO PROTESTAS ESPONTANEAS CONTRA EL CORRALITO Y CORTES DE RUTA DE DESOCUPADOS EN TODO EL PAIS

Cacerolas autoconvocadas y cortes de piqueteros

En Caballito y Palermo se realizaron protestas espontáneas contra el corralito. También hubo cortes de ruta en reclamo de planes Trabajar y la libertad de los presos sociales. En Villa Constitución hubo una marcha de la población y en Jujuy se movilizaron profesionales, comerciantes y desocupados. Entre el desorden de los bancos y la lentitud en los planes sociales, recrudece la protesta social.

› Por Luis Bruschtein

“Clausurado por robar”, decía el cartelito escrito con marcador sobre una cinta engomada que los clientes del banco pegaron sobre la puerta. Un nutrido grupo de vecinos enfurecidos y autoconvocados cacerolearon y clausuraron ayer en forma improvisada varios de los bancos que se encuentran sobre avenida Santa Fe. Otros autoconvocados furiosos de Caballito ocuparon el Banco Nación y luego marcharon sobre la Banca Nazionale del Lavoro. La furia contra los bancos parece crecer a medida que pasan los días. Ayer explotó porque muchos vecinos intentaron retirar parte de sus ahorros en dólares con el cambio de 1 a 1,40 y no pudieron hacerlo. En Villa Constitución, comerciantes y obreros metalúrgicos y las autoridades municipales marcharon “contra la usura del sector financiero” y en todo el país hubo cortes de ruta por grupos de piqueteros que reclaman la renovación de los planes trabajar y, aunque aclararon que no tienen cuentas bancarias, muchos de ellos expresaron su solidaridad con los vecinos que protestan contra el corralito. Frente al desorden que mantienen los bancos, efectuando presión sobre el Gobierno, más la lentitud del Gobierno en implementar los planes sociales, parece ir gestándose una alianza entre piqueteros y clases medias que tendrá sus pruebas de fuego en el cacerolazo nacional convocado para este viernes y en la marcha de los piqueteros de La Matanza hacia Plaza de Mayo, que comienza el domingo y culminará el lunes.
Los cacerolazos espontáneos se realizaron ayer en Palermo y Caballito, donde funcionan dos de las asambleas de vecinos autoconvocados más importantes, de casi el centenar que han surgido en los barrios de la ciudad. Los vecinos de Palermo comenzaron a reclamar a viva voz en la esquina de Scalabrini Ortiz y Santa Fe, frente a una sucursal del Banco de Galicia que fue la primera en ser “clausurada”. Munidos de cacerolas, campanas y hasta tachos de basura y cualquier otro objeto sonoro, señoras de cabellos blancos, amas de casa, hombres mayores y jóvenes aporrearon los utensilios al grito de “¡Que paguen los bancos!”. Al grupo se sumaron otros vecinos que habían hecho las colas en las instituciones bancarias y no habían podido retirar el dinero prometido por las nuevas medidas oficiales. Tras interrumpir parte del tránsito sobre avenida Santa Fe, hicieron una ronda por las sucursales del HSBC, del Boston y el Río, que se encuentran en la zona, a las que también “clausuraron”.
En Caballito, otro grupo de vecinos se concentró ayer a la mañana frente a la sede del Banco Nación, de Rivadavia al 5100, para protestar contra el corralito y los bancos. El acto se realizó en forma pacífica pero, poco después del mediodía, irrumpieron en la entidad bancaria y la ocuparon haciendo sonar los chirimbolos en son de guerra. Tras permanecer en el interior durante varios minutos, reclamando que les devuelvan sus ahorros, abandonaron el local en forma pacífica y continuaron la protesta frente a la Banca Nacionale del Lavoro.
En Palermo y Caballito sesionan todas las semanas dos de las asambleas más importantes de autoconvocados y que tuvieron una participación protagónica en los cacerolazos anteriores. En Caballito, en el Parque Centenario, se reúne todos los domingos la asamblea interbarrial con delegados de asambleas de todos los barrios. Aunque el tema de los ahorros atrapados en el corralito forma parte de la agenda de estas reuniones en las que participan centenares de vecinos, no es el único y también se discuten formas de acción solidaria, compras comunitarias, formas de control sobre los precios, acciones contra las grandes empresas de servicios, como apagones o descolgar los teléfonos a determinadas horas, todos al mismo tiempo. Pero también se discuten programas políticos. En la última interbarrial de Parque Centenario, donde participaron más de tres mil personas y donde se convocó al cacerolazo nacional de este viernes, a partir de las 20 horas, los puntos de convocatoria fueron: el tratamiento del Presupuesto 2002; la devolución de los depósitos a los ahorristas; nacionalización de los bancos, empresas privatizadas y AFJP; el no pago dela deuda externa; la renovación de los jueces de la Corte Suprema y “por el juicio y castigo a los asesinos de Plaza de Mayo”.
Los medios y gran parte de la dirigencia política no ha prestado atención a este nuevo fenómeno de participación y expresión popular, lo que ha generado también una reacción por parte de los autoconvocados contra los políticos y los medios. En la asamblea de Parque Centenario, solamente permiten los carteles de cada barrio y la intervención de los grupos políticos suele generar una reacción en contra cuando creen ver algún intento de manipulación. En cuanto a los medios, los vecinos los acusan de haberlos silenciado tras los dos primeros cacerolazos. En las discusiones barriales, la gente sigue con atención la cobertura de los medios y se enojan cuando los ignoran o cuando la información que se difunde no los conforma. En las asambleas barriales más pequeñas, los grupos de vecinos hasta tienen su barricada propia. En San Telmo, por ejemplo, cada vez que suenan las cacerolas, hay un grupo que corta Independencia casi sobre Paseo Colón. Cada vez que eso ocurre, hay decenas de acciones en toda la ciudad, pero se ofenden si su barricada no sale en los diarios. Lo cierto es que el malestar con los medios de comunicación, en especial con los electrónicos, motivó que el tema se incorporara a la agenda de debate y saliera una convocatoria para protestar frente a Canal 13.
Las protestas de ayer fueron, en algunos casos, porque los bancos rechazaban los retiros autorizados por las nuevas medidas, pagando el dólar a 1,40 pesos. Pero también se produjo otro cacerolazo con varios cientos de personas, que primero se reunieron frente a Tribunales y luego marcharon hacia Plaza de Mayo, que exigían el “Uno a uno”. Se trataba de deudores extrabancarios o que no fueron incluidos en la ley de pesificación de las deudas hipotecarias y cuyos préstamos se multiplicaron o quedaron al criterio del prestador, con el peligro de perder las viviendas que adquirieron. Una delegación de los manifestantes fue recibida en Casa de Gobierno.
Por su parte, el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, declaró que el Gobierno “está escuchando el mensaje” de los cacerolazos, pero que está tratando de “desarmar la bomba de tiempo que con perversidad infinita dejó Domingo Cavallo con su locura”.
Lo cierto es que, por un lado, la Iglesia y el Gobierno han convocado a la mesa del “diálogo argentino”, donde todos los sectores van a expresar sus puntos de vista sobre la crisis. Pero para la gente resulta claro que las decisiones de peso no parecen surgir de allí, sino de la puja entre los sectores del poder económico que presionan sobre el Gobierno. En esa puja la gente no participa por lo que la única forma que le queda de presionar para que se respeten sus derechos, es la protesta. Si esa puja termina por hacer pagar desaprensivamente el costo de la crisis a los pequeños ahorristas, a la gente que tiene menos o que ya no tiene nada, el resultado será la confrontación permanente y la ingobernabilidad.
En algunos casos, como ayer en Villa Constitución, es la población en pleno la que se une en la protesta. Comerciantes, vecinos, obreros metalúrgicos y las autoridades de esta ciudad santafesina se concentraron en el acceso a la ciudad para marchar siete kilómetros hacia la autopista Aramburu, que la vincula con la Capital Federal. La marcha fue convocada “contra la usura de los bancos y el corralito financiero”, por lo que las siete sucursales bancarias del lugar cerraron sus puertas. Esta ciudad, que en otro tiempo fue un importante polo metalúrgico, tiene casi el 30 por ciento de desocupación y además, por el desorden con que están trabajando los bancos, la comuna sólo ha podido recaudar el 15 por ciento de los impuestos.
Al mismo tiempo, la lentitud en poner en marcha los planes sociales provocó el recrudecimiento de la protesta de los piqueteros. Cerca de mil desocupados de la Coordinadora Aníbal Verón mantenían cortada ayer la rotonda de Alpargatas, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, para que el Presidente cumpla con la promesa de Adolfo Rodríguez Saá de entregar “un millón de planes trabajar”. El dirigente de ese sector de piqueteros, Juan Cruz Dafunccio, indicó que también estaban allí “en solidaridad con la clase media y los pequeños ahorristas, porque si bien no tenemos para comer, ni cuentas bancarias, consideramos que es una injusticia y un robo lo que el Gobierno hizo con el corralito” y no descartó que los desocupados se sumen al cacerolazo nacional de este viernes.
El pedido por la renovación de los planes Trabajar también movilizó a los integrantes del Movimiento de Barrios en Pie, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que realizaron dos cortes, en Puente de la Noria y en la intersección de la ruta 3 y las vías en Isidro Casanova. La CCC y el Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados realizó un corte de ruta en la localidad de Billinghurst y otra en Tigre, pidiendo además, la libertad de Emilio Alí, Raúl Castells y los tres mil presos sociales. También hubo cortes de ruta y calles en Mar del Plata, en La Plata y en la ciudad rionegrina de Allen. En Esteban Echeverría, los desocupados del Polo Obrero cortaron avenida Santamarina y 500. Asimismo hubo cortes de ruta en San Juan y Catamarca y en Jujuy se produjeron movilizaciones de comerciantes y profesionales así como cortes de ruta por parte de desocupados.
Esta especie de confluencia en la protesta tendrá una prueba de fuego en el cacerolazo que realizarán los vecinos autoconvocados el viernes, pero también se verá en la convocatoria de los piqueteros de La Matanza que conducen Juan Carlos Alderete y Luis D’Elía que pidieron a los autoconvocados que los acompañen en la marcha que realizarán a partir de la noche del domingo hasta el lunes, cuando llegarán a la Plaza de Mayo.

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