El obispo Jorge Casaretto, integrante de la mesa coordinadora del “diálogo argentino”, insistió ayer en que a los obispos “les gustaría que todos los dirigentes fueran mucho más conscientes de que la crisis de representatividad es muy profunda” y admitió que la toma de conciencia sobre esta crisis de representatividad “es lo que más va a costar al momento de tomar decisiones”. La ronda de diálogos continuó ayer con un encuentro informativo con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, y con reuniones con representantes de iglesias cristianas, con una delegación de la AMIA, con dirigentes de la Asociación Católica de Dirigentes de Empresa (ACDE), de la Confederación General Económica (CGE), de la Coordinadora de Organizaciones de Comunidades Indígenas y del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).
Casaretto, que integra junto a sus colegas Juan Carlos Maccarone y Artemio Staffolani la comisión especial creada por la Iglesia Católica para animar el “diálogo argentino”, dijo también que los dirigentes que no estén dispuestos a realizar “un examen de conciencia” y a revisar su propia representatividad “deberían dar un paso al costado”, dado que “la credibilidad de los dirigentes” es uno de los temas recurrentes en todas las rondas del diálogo. Los animadores del diálogo recibieron ayer con desagrado el anuncio público hecho por la titular del ARI, Elisa Carrió, señalando que esa fuerza política no concurrirá a los encuentros que se vienen realizando con la animación de la Iglesia Católica y el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el encuentro con Enrique Iglesias los obispos escucharon del titular del BID la disposición de ese organismo internacional para colaborar en la hora crítica de la Argentina y recibieron seguridades acerca de que el Banco estará atento a los pedidos que haga la dirigencia argentina. El pastor de la Iglesia Evangélica Luterana, Angel Furlan, sostuvo que es necesario que “los partidos políticos y el Gobierno se liberen de cualquiera que esté sospechado de corrupción”. El pastor aseguró también que su iglesia enviará voceros a Estados Unidos para que informen tanto a los organismos religiosos como a otros dirigentes de ese país acerca de la situación que atraviesa la Argentina.
El viernes una delegación de la mesa coordinadora del “diálogo argentino” irá hasta Rosario, donde el arzobispo local Eduardo Mirás y la vicaría de pastoral social de la arquidiócesis rosarina han preparado un encuentro con organizaciones sociales, políticas y comunitarias. Se aprovechará una encuentro de la Federación Argentina de Municipios, promovido por el intendente rosarino Hermes Binner, para tener también un contacto con autoridades municipales de distintas partes del país.
Hoy la mesa del “diálogo argentino” recibirá a los embajadores del MERCOSUR, como parte de la ronda informativa para explicar la situación del país. A lo largo del día los obispos y los representantes de Naciones Unidas se entrevistarán con el ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, con la ministra de Educación, Graciela Giannettasio, y con el titular de Salud, Ginés González García. Las entrevistas, formalmente informativas, responden también a la preocupación de los obispos por buscar contactos permanentes con los niveles ejecutivos del Gobierno para conocer y, si fuese necesario, impulsar las medidas que se están tomando en la coyuntura para salir al cruce de los problemas más apremiantes de la coyuntura.