Los asambleístas entrerrianos comenzaron a evaluar ayer el frustrado intento de extender durante el fin de semana los bloqueos de otros pasos fronterizos de su provincia con Uruguay, como parte de la pelea contra la pastera Botnia. El primer balance se hacía anoche en Arroyo Verde, en el corte que ya lleva dos años y dos meses sobre la Ruta 136. Durante la semana habrá otra asamblea en Gualeguaychú y mañana un grupo de ambientalistas llegará hasta Buenos Aires para coordinar protestas en la Capital. En medio del desgaste de la prolongada lucha, los ambientalistas ya empiezan a hablar de buscar diferentes tipos de medidas que les permitan abandonar los cortes de ruta: “Puede ser que aparezca una acción superadora”, consideró el asambleísta José Pouler. Ahora insistirán ante el Gobierno que “reglamente y haga cumplir el Código Aduanero”, y que impida el paso de insumos y materia prima para las pasteras como paso previo a levantar el corte en Gualeguaychú.

Los asambleístas se niegan a definir como una derrota la imposibilidad de cortar los puentes de Colón y Concordia en medio del recambio turístico del fin de semana. “Logramos que todos volvieran a hablar de Botnia y de la contaminación de las pasteras”, sostuvo Pouler, uno de los asambleístas que llegó hasta Colón para respaldar la protesta. “Sirvió para que a muchos se les cayera la careta, como al gobernador (Sergio) Urribarri, a varios intendentes y al propio (Sergio) Massa, que hablaba del informe del INTI (que dice que Botnia no contamina) sin conocer los informes”, insistió Pouler en diálogo con Página/12.

La escasa convocatoria de los ambientalistas y la superioridad numérica de los gendarmes en la Ruta 135 –que conduce al puente internacional General Artigas y a la ciudad uruguaya de Paysandú– hicieron vanos los intentos de bloquear el paso. Luego se limitaron a acampar a la vera del puente y a repartir volantes contra las pasteras a los miles de vehículos que pasaban la frontera. Ya habían desechado el corte Concordia-Salto, donde el intendente justicialista Gustavo Bordet amenazó con encabezar un contrapiquete si los ambientalistas intentaban un bloqueo.

–Varios asambleístas abandonaron la pelea porque no están de acuerdo con los cortes de ruta prolongados, e incluso usted habla de la posibilidad de que aparezca una “acción superadora” para dejar de lado los cortes. ¿Cuál podría ser es acción? –le preguntó este diario a Pouler.

–En un momento, cuando ni el gobierno nacional ni los medios de comunicación se hacían eco de nuestro reclamo, alguien propuso cortar rutas para que nos escucharan. Ahora tendría que pasar algo parecido para que el reclamo no decaiga y no pase al olvido.

–Las pocas personas que participan de las asambleas y protestas, más la imposibilidad de cortar los pasos de Colón y Concordia, parecen una demostración del desgaste de la pelea contra las pasteras.

–Si usted habla con los representantes de la asamblea de Gualeguaychú verá que son las mismas personas que están desde hace cuatro o cinco años en la pelea. Por otro lado, la gente delega muchas veces acciones y sobre todo opiniones en sus representantes, para evitar confusiones o malos entendidos que después algunos medios aprovechan en contra nuestra. Es cierto también que hemos dejado de lado muchas cosas personales y que tampoco estamos para dedicarnos a esto, a los cortes.

En ese contexto, los asambleístas comenzaron ayer una ronda de evaluaciones de las últimas medidas y a trazar estrategias para darles continuidad a sus reclamos. Anoche había un encuentro en Arroyo Verde y esta semana habrá una nueva convocatoria en el salón del Centro Sirio-Libanés de Gualeguaychú. Antes, mañana, llegarán varios ambientalistas entrerrianos a Buenos Aires, donde analizarán en el local de la Asamblea de San Telmo medidas de acción en la Capital. Las protestas llegarían nuevamente hasta la compañía naviera Buquebús y la Embajada de Finlandia. “No vamos a insistir en que el Gobierno acuda a La Haya, porque es su obligación –agregó Pouler–, ya lo hicimos desde 2004 hasta 2006, cuando dejó pasar la posibilidad de acudir al Tribunal Internacional para reclamar por la violación del Tratado del Río Uruguay.”

Pero hace tiempo empezó a crecer entre los asambleístas la idea de “exigir algobierno nacional que reglamente y cumpla el Código Aduanero”. Una medida que podría descomprimir varios de los motivos que llevaron a interrumpir indeterminadamente el paso a Fray Bentos, que ya lleva dos años y dos meses cortado. Uno de los propósitos del bloqueo era evitar que Botnia y ENCE –aún en construcción– reciban equipamiento que habrían comprado en Chile y que, según los asambleístas, se enviaron a través del puerto de Buenos Aires. Otro reclamo es que se reglamente que la exportación de madera sólo se pueda realizar con algún valor agregado, lo que impediría que productores argentinos abastezcan de materia prima a las pasteras. Con estos planteos, los asambleístas pretenden devolver la pelota a campo del Gobierno como paso previo a l evantar el corte en Gualeguaychú.