En vísperas de la cumbre entre Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco de Narváez, un bronceado Solá compartió ayer un encuentro con Jorge Macri, primo del jefe de Gobierno. Allí el referente bonaerense de PRO aprovechó para pedir que se privilegien las coincidencias sobre “los intereses personales”. Una frase calcada de la del líder de PRO, que pidió que la propuesta sea “generosa, sin personalismos”. “Todo cierra para que hagamos una propuesta más amplia”, se entusiasmó. Ambos Macris se referían al mismo escollo: quién ocupará la cabeza de la lista de diputados, un punto en el que ni Solá ni De Narváez tienen pensado ceder.

Solá compartió con Jorge Macri el cierre de la jornada sobre juventud y adicciones en el salón Versalles del Hotel Hermitage de Mar del Plata.

“Debemos ser una opción electoral fuerte para presentarse en las elecciones de 2009”, propuso el ex gobernador, y el dirigente bonaerense de PRO le agradeció “volver a estar juntos, poniendo como prioridades en nuestras agendas la resolución de los problemas de la gente por sobre los personalismos y la discusión política que les importa a pocos”.

La última frase fue una obvia alusión a los obstáculos para la alianza de centroderecha: hoy De Narváez irá al encuentro con la propuesta de una interna abierta entre todos los sectores, algo que Solá se ocupó ya de rechazar. “No veo una posibilidad práctica, se convierten en una cuestión de aparato”, afirmó Solá. Jorge Macri pidió que se pospusiera la discusión sobre quién encabezará para después del encuentro de hoy a las 16.30 en el Hotel Intercontinental, sobre el que intentan bajar las expectativas. “No hay que esperar que salga con una solución a algo tan difícil como armar una alternativa”, se atajó Jorge Macri.

En tanto, el jefe de Gobierno dijo que en la reunión va a “comentarles cuáles son mis ideas alrededor de qué forma empezar a trabajar”. “Necesito sumar. Argentina necesita gente que dialogue, que se respete, que sume. No más confrontación, no más descalificación, que es la que hemos venido teniendo en los últimos años del kirchnerismo”, recitó el líder de PRO. El documento conjunto que estaban preparando el encuentro de hoy iba en ese mismo sentido: hablará de diálogo y de diversos puntos en común, pero no habrá ninguna definición concreta sobre las candidaturas.

Si bien mostraron cierto desagrado por haberse enterado por la prensa de la convocatoria de Macri, los dos dirigentes peronistas interpretaron que el encuentro le dará visibilidad a la posible alianza. También entraña el riesgo de que sea igual de visible su eventual fracaso.

El ex presidente Eduardo Duhalde alienta un acuerdo entre los distintos sectores. Uno de los dirigentes que lo frecuenta a menudo le aseguró a Página/12 que “Duhalde está esperando a ver si Solá no lo deja pagando a Macri: no quiere aceptar una interna con De Narváez, porque pierde”. En tanto, Macri desestimó que Duhalde tenga participación alguna. “En términos de acción política ya hizo lo que tenía que hacer”, sentenció el jefe de Gobierno, que había rechazado un encuentro público con el ex presidente el año pasado, pero le pidió uno en secreto.

Para la interna del macrismo, muchos leyeron la convocatoria como una derrota del sector que busca un acuerdo con Carrió (entre ellos, la vicejefa Gabriela Michetti). Los peronistas PRO están exultantes e interpretan que Macri “salió por arriba del laberinto de Michetti”. El líder de PRO no cerró la puerta del todo, pero sus declaraciones no parecen alentar un encuentro con la líder de la Coalición Cívica.

“A Carrió no la conozco. Hablé hasta con Kirchner, pero con ella nunca pude hablar”, aseguró Macri, contento de que esta vez sea él el dueño del centro de la escena.