Durante el funeral de Raúl Alfonsín, en todos los salones del Congreso se veían muestras de dolor, saludos de rigor, abrazos emocionados, encuentros entre viejos amigos y calculados pasos al costado para evitar encuentros indeseables, entre otras cosas. Claro que tampoco faltó la discusión política ni la puja electoral: a pocos metros del féretro del ex presidente, en pleno Salón Azul, dos dirigentes de la Federación Agraria Argentina, Ulises Forte y Pedro Orsolini, discutían con otros dirigentes la conveniencia o no de formar parte de las listas de candidatos en los comicios legislativos del 28 de junio
Las exequias de Alfonsín llevaron al dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia a romper su rutina de no hablar ni mostrarse en público. Fue uno de los nueve oradores en el Cementerio de la Recoleta, en nombre de los ex funcionarios del gobierno del ’83, y uno de los encargados de organizar los detalles del sepelio. Igual, en las primeras horas del velatorio en el Congreso, Nosiglia se manejó como en sus viejos tiempos: entre bambalinas. Fue así como, detrás de las escasas coronas que se colocaron en el Salón Azul, mantuvo una larga y amistosa charla con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri
“Bajo la consigna ‘Rajemos y rápido. Marx en condiciones similares sugiere básicamente huir’, nace Liebres del Sur, el nuevo movimiento social, político, cultural y deportivo, disidente de cabo a rabo y dispuesto a disentir (valga la redundancia) junto a la clase trabajadora y el pueblo en general.” El sociólogo Artemio López hizo de las suyas en su blog Ramble Tamble y se mofó de la escisión de Libres del Sur del kirchnerismo. Uno de los dirigentes de ese espacio le contestó y no en los mejores términos: “Nace el grupo de rock Trabajo Sucio, dirigido por Artemio, bajo la consigna: ‘Ya que nos pagan muy bien para mentir en las encuestas, le hacemos el trabajo sucio al Gobierno’”, escribió Humberto Tumini. “No es nada nueva esa historia, ya la vimos varias veces antes. ¿Cómo se llamaban antes? Mercenarios, ¿no?”, le enrostró Tumini, quien concluyó: “Artemio hace su vida –ver su blog–, nosotros la nuestra”
Los ex presidentes Fernando de la Rúa y Carlos Menem estuvieron más que solitarios en el velatorio de Alfonsín. El peronista llegó junto a su hermano Eduardo. Al radical se lo veía aún más solo. El jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los pocos que se arrimó a saludar a su viejo jefe, para el que trabajó en el PAMI con el propósito de transformar al instituto para jubilados en una transparente “cajita de cristal”. Aquel paso de Rodríguez Larreta bajo el efímero gobierno de la Alianza no le impidió encumbrarse como la mano derecha de Macri en la Ciudad, más bien todo lo contrario
En medio de la vorágine cotidiana, el titular del Comité Federal de Radiodifusión abrió su correo electrónico y se sorprendió: “Te felicito muy sinceramente. Es una batalla difícil pero impostergable y, además, estratégica. Un gran abrazo. Nilda Garré”. Gabriel Mariotto acababa de presentar la propuesta de Ley de Servicios Audiovisuales y la ministra de Defensa le hacía explícito su respaldo. A sabiendas de los combates por venir, el funcionario le devolvió el cumplido: “Gracias compañera. Me honra tu mensaje. Vamos juntos en esta pelea. Abrazo peronista”, le escribió. En el siglo de la videopolítica, ya empezaron las estocadas en el teatro de operaciones mediático, donde las armas son mucho más sofisticadas
En las escalinatas del Congreso, durante el velorio de Alfonsín, se pudo ver a una solemne Elisa Carrió, acompañada por Alfonso Prat Gay y Enrique Olivera, entre otros. Resguardada, según dicen para hacer su duelo, Carrió evitó la exposición pública y recién el jueves reapareció en el Parlamento, con bajísimo perfil. A metros de su circunspecto rostro, sin embargo, miembros de su entorno aseguraban que Lilita es una persona muy divertida y que hasta es difícil seguirle el ritmo en sus salidas nocturnas. Contaron que cuando fue absuelta en el juicio por calumnias e injurias que le inició el empresario pesquero Héctor Antonio le prepararon una fiesta en la casa, con mariachis incluidos. “Eran como las tres de la mañana y después se fueron con el Viti Fayad –intendente de Mendoza capital– a tomar algo por Recoleta”, relataron. El brindis, eso sí, fue con champagne
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