El Gobierno salió a coro a descartar que estuvieran presionando a los gobernadores peronistas para que se presenten como candidatos a legisladores en las elecciones de junio, replicando así en el interior del país la estrategia electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires con Daniel Scioli y los intendentes. “Que publiquen un solo nombre de un gobernador que lo haya llamado el ex presidente (Néstor Kirchner), la Presidenta o yo, es todo absolutamente mentira”, aseguró el ministro del Interior, Florencio Randazzo. El jefe de Gabinete, Sergio Massa, y el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, negaron la versión con palabras casi calcadas.

“Que me traigan un solo gobernador”, pidió Aníbal Fernández, en referencia a quienes sufrirían las supuestas presiones desde la Casa Rosada. “No van a encontrarlos porque nadie hizo semejante cosa. No hay nadie al que se lo haya llamado para decirle ‘vos tenés que ir al frente de la lista’”, añadió Fernández.

En este sentido, el ministro de Justicia dejó claro que “lo que surgió espontáneamente de varios intendentes y de varios gobernadores es la decisión de decir: yo estoy dispuesto a acompañar la misma posición porque el proyecto nacional me comprende”.

“No hay una imposición”, apuntó en tanto el jefe de Gabinete, Sergio Massa –que ayer anduvo de recorrida por Tigre, donde podría postularse–, a propósito de la situación de los gobernadores. “Cada uno es libre de elegir lo que hace. Me parece razonable que algunos tengan la decisión de acompañar poniendo su esfuerzo, la cara, y otros digan voy a acompañar de otra manera”, puntualizó Massa.

Como publicó ayer Página/12, la movida para candidatear a gobernador e intendentes corre sólo para la provincia de Buenos Aires, porque allí el kirchnerismo entiende que se juega su suerte el 28 de junio. Que no tiene sentido repetir la estrategia en otras provincias del interior del país: en las que ya gana porque para qué se va a sacar al ruedo al gobernador y en las que pierde, para qué sacrificarlo.

Con todo, por su situación particular, algunos gobernadores podrían optar por presentarse. El caso más firme es de Jorge Capitanich, en el Chaco, quien buscaría revalidar sus títulos en medio de la crisis social generada por los casos de dengue. En Chubut, en cambio, el gobernador Mario Das Neves ubicaría a su vice, Mario Vargas, al frente de la lista.

Los funcionarios del Gobierno defendieron la estrategia oficial en la provincia de Buenos Aires. “Hay un doble estándar de evaluación de los medios de comunicación para ver cuál es la posición del oficialismo y cuál la de los dirigentes de la oposición”, sostuvo Randazzo. “Cuando se menciona que Scioli podría ir en una lista pareciera que se vuelven locos, ahora cuando Macri propone a Gabriela Michetti, que debería abandonar el cargo de vicejefa porteña para ser diputada, nadie dice absolutamente nada”, añadió.

Randazzo consideró que “lo que hay que explicar a la gente es que el 28 de junio se define adónde va la Argentina” y que “se discuten dos modelos”, un debate que, a su entender, “la oposición intenta esquivar”.

Desde un ángulo parecido, Aníbal Fernández recordó la controversia por la fecha de las elecciones. “Cuando era 28 de junio de la mano de Macri estaba todo bien, pero cuando es 28 de junio de la mano de la Presidenta, está todo mal. Cuando era 28 de junio y con Michetti, estaba todo bien; pero si es Scioli, está todo mal.”