“Julio es como Nicolino Locche, espera, espera, hasta el momento justo”, aseguran en el entorno íntimo del vicepresidente, que por estas semanas se sentó en una esquina del ring a esperar en el banquito que el resto se lastime en la campaña electoral. Después de amagar y amagar, Cobos decidió que hará campaña solamente en Mendoza y no participará en ningún acto político fuera de su provincia. Sus allegados deslizan que aguardará para volver al ataque recién cuando se jueguen las elecciones presidenciales de 2011. Pero –estiman– quienes quieran entrar en esa pelea deberán pasar primero por el pesaje en 2009: triunfar en sus distritos. Carlos Reutemann en Santa Fe, Mauricio Macri en Capital Federal, Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires y Cobos en Mendoza, son, según el esquema del vice, los que estarán en condiciones de competir.

Locche y Cobos nacieron en Mendoza. Los dos lograron exasperar en más de una oportunidad a sus rivales y contentar a sus espectadores. Uno por su gran capacidad para esquivar los puños y golpear en el momento oportuno. El otro, por lo mismo. Con esa característica, el primero se ganó el apodo de “intocable” y fue campeón mundial de boxeo. El segundo llegó a gobernador, vicepresidente y ahora aspira al sillón de Rivadavia. En ese plan, Cobos considera clave hacer una muy buena elección en Mendoza, más allá de que la población de la provincia sólo representa el 3 por ciento del electorado nacional. “Está preocupado y ocupado, por eso está acá pero con la cabeza allá”, relata un hombre que lo acompaña día a día. Lo cierto es que, si bien las encuestas estarían dando ganadora a la alianza entre el cobismo y la UCR, el vice tiene un mal recuerdo del 2007, cuando también tenían controlada la elección y finalmente resultó electo gobernador el peronista Celso Jaque.

Si todo resulta como esperan, a partir del 29 de junio empezará una nueva etapa para Cobos. Deberá competir con Elisa Carrió por la estructura de la UCR y buscará “aglutinar” otras fuerzas, como el socialismo. “En esta elección Lilita se apoderó de la UCR y la UCR se dejó apoderar”, advierten sus colaboradores en el Senado. Sin embargo, anticipan que el camino les quedará allanado cuando la chaqueña pierda con el PRO en la Capital Federal y con el PJ disidente en la provincia de Buenos Aires.

Cerca del vice aseguran que la presentación de candidatos propios en la Ciudad no se concretó por una cuestión de tiempos. El “día D” fue el jueves de Semana Santa, cuando Cobos se reunió con el ex canciller Dante Caputo y otros eventuales candidatos en las oficinas de su fundación Coda. Por una cuestión de cartel no se definió la lista y después ya fue demasiado tarde: la UCR orgánica oficializó su alianza con la Coalición Cívica de Carrió y, con esa movida, le cerraron las puertas al cobismo para atraer al radicalismo porteño y dejar de lado a la CC.

El voto no positivo, sumado a situaciones como ésa, le valieron al vicepresidente la caracterización en el programa de Marcelo Tinelli como un hombre extremadamente dubitativo. La interpretación causó malestar en el titular del Senado, pero sobre todo en su entorno. Sin embargo, advierten que no tienen mucho margen de acción. Reconocen que la imitación “lastima” su imagen y lo asocia con el ex presidente Fernando de la Rúa. No habrá por ahora manifestaciones de rechazo a menos que la situación se prolongue. El vice, entonces, tendría que salir a frenar la caída. De todas formas, intentan restarle importancia al asunto y hasta coinciden con el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, en que hubiera sido mejor preservar la figura institucional de la Presidenta.