Vie 22.05.2009

EL PAíS  › LA JUSTICIA CITARA A OTRO EMPLEADO DE DE NARVAEZ

La lupa sobre el Nextel

El ex policía Carlos Cabanes, jefe de la custodia de Francisco de Narváez, entregó al juez el teléfono que usaba el parrillero y desde el que se llamó a Segovia. Otro colaborador del diputado será citado.

El jefe de la custodia del diputado-candidato de Unión-PRO, el oficial de la Policía Federal retirado Carlos Cabanes, cumplió ayer con la citación y se presentó en el juzgado de Federico Faggionato Márquez. El colaborador de De Narváez entregó el teléfono Nextel desde el que salieron cuatro llamadas a Mario Segovia, detenido y procesado por narcotráfico. El custodio declaró que por directivas del empresario fue a verlo a Coronel junto a otro empleado y lo filmaron con cámara oculta. En ese registro quedó grabado el momento en que le pidieron el teléfono que había desaparecido y ahora será sometido a peritajes técnicos. El juez federal de Zárate-Campana citaría para la semana próxima a Fernando Rosas, otro colaborador del diputado a quien Cabanes dijo haberle entregado el aparato el pasado 21 de abril.

El oficial retirado de 37 años explicó que apenas se publicó en este diario que existían llamadas desde un teléfono a nombre de De Narváez a Héctor Benítez –el alias que usaba por entonces, 2006, Mario Segovia– recibió directivas expresas de su jefe para buscar a Coronel. Se puso en contacto con Juan Carlos Etchebarne, el administrador del campo limítrofe entre Luján y General Rodríguez, donde trabaja Coronel y, de inmediato, idearon la búsqueda del parrillero.

Ante la Justicia, Cabanes precisó que localizaron a Coronel a las 12.30 de la noche en una calle de General Rodríguez. Ya en la madrugada de ese lunes 21 de abril, de parados filmaron a Coronel sin que éste supiera y le preguntaron sobre el origen de las llamadas que inquietaban al candidato a diputado nacional bonaerense. En ese encuentro el custodio le pidió que le entregara el Nextel.

Durante la hora de su declaración como testigo, el oficial retirado de la Federal dijo, bajo juramento, que le entregó el teléfono a Fernando Rosas, otro empleado del diputado-empresario, en las oficinas de la calle Baez de Las Cañitas, en el barrio de Palermo, sede de algunos de los negocios del candidato. Cabanes dijo que él se limitó a cumplir con ese trámite, pero que desconoce si el Nextel sufrió algún tipo de modificación. En el juzgado explicaron a Página/12 que el aparato será sometido a distintos peritajes, mientras se investiga a qué otros teléfonos se llamó desde el aparato de la flota de De Narváez que usaba el parrillero. Tres de los cuatro llamados fueron hechos entre viernes y domingo.

En el juzgado no dejan de sorprenderse por la parafernalia ideada por De Narváez para deslindar responsabilidades. La cámara oculta para supuestamente sacar de mentira a verdad al parrillero carece absolutamente de valor legal. Cabanes dijo que apelaron a ese recurso para aprovechar la espontaneidad de Coronel. Sin embargo, el hecho de haberse grabado sin ningún tipo de cobertura legal y hasta la posibiliad de que las imágenes hayan sido editadas convierte a ese testimonio en inútil.

Apenas se publicaron las llamadas que aparecen registradas en la planilla entregada por la empresa al juez Ezequiel Berón de Astrada, quien investiga a Benítez/Segovia por el contrabando millonario de DVDs y CDs, De Narváez se autodenunció para que lo investiguen. Dijo que no se ampararía en sus fueros. Fue entonces citado como testigo y claudicó, de inmediato, ante uno de los beneficios de esa condición: presentó un escrito a través de sus abogados en el que detalló que el teléfono 155-451-2227 era usado por Coronel y que el hombre dijo desconocer a Segovia, procesado por contrabando y narcotráfico.

El derrotero defensivo del diputado, que atribuyó la aparición de las llamadas a una “persecución política” del oficialismo para perjudicarlo en su performance electoral, tuvo otras coincidencias. Inesperadamente irrumpió como defensor de Segovia Mariano Cúneo Libarona y pidió la recusación de Faggionato Márquez. Aseguró que el juez le había propuesto a Segovia mejorar su situación procesal a cambio de que implicara al diputado en la causa por tráfico de efedrina. Cúneo Libarona es, a la sazón, uno de los letrados del Canal América, propiedad de De Narváez, José Luis Manzano y Daniel Vila.

Hasta que la Cámara no resuelva la recusación –decisión que es inminente– el juez no puede avanzar en las decisiones procesales, pero sí en la continuidad de la causa. En ese marco le tomó declaración ayer al custodio del diputado y prevé citar al otro empleado que retuvo hasta ayer el Nextel que usaba Coronel.

En rigor, Segovia tiene varias causas abiertas en la justicia federal por tráfico de sustancias químicas prohibidas y por contrabando. Los llamados que tanto inquietan a la troupe de De Narváez aparecen en la investigación por contrabando que instruye Barón de Astrada, previas a la causa de la efedrina. En el juzgado de Zárate-Campana explican que el seguimiento de llamados permitió identificar la red de contactos de Segovia y recuerdan que ya en el 2005 Benítez/Segovia estaba implicado en una causa por tráfico de sustancias explosivas.

En la pesquisa por el contrabando de efedrina fue detenido el mexicano Jesús Martínez Espinoza, quien también recusó a Faggionato Márquez y la Cámara rechazó el planteo. Este juez, que tiene varias denuncias en su contra ante el Consejo de la Magistratura, también instruye la causa por el triple crimen de General Rodríguez en la que la efedrina aparece como el detonante de un ajuste de cuentas.

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