Después de más de un año de trabajo, la “Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas” logró comprobar, según pudo saber Página/12, la identidad de más de cuarenta cuerpos NN. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Ministerio de Salud y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) explicarán hoy en conferencia de prensa las tareas realizadas por el programa que se lanzó a fines del 2007 con el objetivo de reconstruir la historia y llegar al nombre y apellido de 600 restos de víctimas entre 1974 y 1983.

En más de veinte años de paciente labor, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar a 300 víctimas de la última dictadura y recoger material genético de dos mil familiares de desaparecidos. Después del lanzamiento de la campaña de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas, casi igualaron la cantidad de muestras de sangre en apenas dos meses. El objetivo es establecer la identidad de 600 cuerpos rescatados de cementerios de todo el país y enterrados como NN. “A muchos familiares les cuesta empezar esa búsqueda, por eso es voluntario, se acercan cuando quieren”, contó en su momento a este diario Luis Fondebrider, presidente del EAAF. “Por la campaña llamaron familiares que habíamos querido contactar hace años. Hay casos que estaban prácticamente resueltos por investigación, pero faltaba la muestra de sangre y la comparación. Esas son identificaciones que están hoy en curso”, agregó Maco Somigliana, otro de los integrantes del EAAF.

Cuando comenzó el programa había 600 esqueletos recuperados y analizados a la espera de una identificación. Entre ellos, cerca de 150 pertenecen a exhumaciones mal hechas durante los primeros años de la democracia: restos que quedaron mezclados por años en bolsas en la asesoría pericial de la Suprema Corte bonaerense. También hay cuerpos que aparecieron en Colonia o en la costa argentina y luego fueron enterrados como NN. Los muertos en el ataque al cuartel de Monte Chingolo en diciembre de 1975, que estaban en el Cementerio de Avellaneda, son otros desaparecidos que podrían ser identificados.