Después del debate de los candidatos porteños a diputados nacionales y con una mayor presencia mediática, Fernando “Pino” Solanas encara la recta final de la campaña de Proyecto Sur con optimismo, aunque asegura que “detesta el triunfalismo barato”. Volvió a cargar duramente contra el gobierno nacional y la gestión macrista en la ciudad y a sus respectivos candidatos. Afirmó que votar a Carlos Heller es un “voto inútil para enfrentar al poder económico” y que Mauricio Macri es “el hijo de Carlos Menem y Gabriela Michetti, la sobrina”, además de calificar a Elisa Carrió como “más de lo mismo”. También auguró que el progresismo porteño se podría unir “alrededor de un proyecto, con sus bases, pero no a través de un club de amigos ni con sus actuales dirigentes”.

–Después del debate de los candidatos porteños, aparece favorecido en algunas encuestas ¿Esto le cambió la perspectiva a Proyecto Sur?

–Seguramente que sí, no pensé que iba a tener tanta repercusión. Pero hay que estar atentos porque las encuestas siempre tienen un dibujo que favorece a quienes las encargan y las pagan. Aunque sabíamos, por amigos que están en las encuestadoras, que todas las semanas veníamos subiendo. Lo que demostraba que lejos de espantar gente, el discurso cargado y temático que hacíamos nos ha traído resultados sensacionales.

–Hay quienes afirman que usted apuntó en ese debate más al gobierno nacional que a la gestión macrista. ¿Lo vivió así?

–La verdad es que importa poco lo que opinan los alquimistas del debate. Los que vean el debate de vuelta van a ver el ataque fenomenal que le hice a Macri. Lo que está surgiendo ahora es el resentimiento, el rencor, la chicana barata. Aunque nos chicaneaban porque ideologizábamos todo, que éramos unos pobres desgraciados sin votos. Para ellos hoy nos sigue una banda de estúpidos. Nosotros no somos el Gobierno, nos parece una calamidad el gobierno argentino. El hecho que haya tenido tres, cuatro o cinco iniciativas buenas no le cambia la raigambre de entregador y neocolonial de su matriz económica, que eso es lo grave.

–¿Por qué cree que lo votarían?

–Proyecto Sur se presenta como una alternativa a las distintas variantes del neocolonialismo, que en este país es funcional al sistema de saqueo de los recursos naturales, a la especulación financiera y al pago puntual de la deuda externa. En eso no difieren Kirchner de Carrió y del PRO. El voto inútil hoy es votar a Heller, porque no es una herramienta útil para vencer a las dos fuerzas que están arriba ni al poder económico. El único que puede derrotar a la derecha y al centroderecha liberal de la Coalición Cívica y en el 2011 dar batalla y derrotar a Macri es Proyecto Sur, con muchas otras fuerzas juntas.

–¿Con quiénes?, porque hasta ahora no hubo acuerdo para sellar la unidad con otros sectores progresistas.

–No estoy negando que mañana estemos todos juntos. De dónde viene el voto de proyecto Sur, seguramente de gente que votó antes a Ibarra, a Carrió y a distintas agrupaciones de la izquierda y de algunos que incluso votaron a Macri por reacción a mucho incumplimiento y cansancio. Los grandes acuerdos no son entre dirigentes, no con un club de amigos ni una alianza electoralera. Son acuerdos con las bases de los movimientos, lo nuestro tiene fuerza en los cuadros intermedios y los territorios. La ciudad tiene un voto independiente muy grande, una enorme masa de ciudadanos que no llevan el escudito de algún partido en el corazón, votaron diversas cosas. La fuerza de Macri va a ser cada día más chiquita, porque el fracaso de su gestión es evidente.

–¿En qué rubros?

–Todos. El manejo increíble del presupuesto; multiplicó 15 veces, el mil quinientos por ciento, el presupuesto para los contratistas, para operaciones como pagar 900 mil pesos el arreglo de los cuatro ángulos de una esquina como están haciendo en Palermo y las escuelas y hospitales no tienen calefacción y a veces ni agua. Macri dijo que los consultorios de los hospitales iban a trabajar de sol a sol, otra payasada. El presupuesto de vivienda es el 20 por ciento de lo que tenía antes, con más de 300 mil viviendas que faltan en la ciudad, hay más del doble de gente que duerme en la calle, lo que inventó fue la patota autoritaria de la Ucep, ocho mil familias desalojadas. No construyó un metro de subterráneo, el empresario eficiente. Macri es la continuidad de las ideas simplonas, demagógicas, del menemato: es el hijo de Menem y la sobrina es Michetti. La patria contratista y subsidiada de siempre, Macri vivió a costillas de los contratos y sobreprecios con el Estado. Raras veces cumplieron los pliegos de los contratos, los renegociaron como siempre y el negocio fue siempre no acabar las obras porque se acababa el negocio.

–¿Cuáles serán los principales proyectos que impulsará en el Congreso?

–Implementar la asignación general por hijo, una ley contra la minería a cielo abierto y sustancias tóxicas en defensa del agua; y muchas otras.

–¿Cómo lo logrará con una fuerza parlamentaria poco numerosa?

–Cuando yo estuve en la Cámara de Diputados golpeé la puerta a todos los diputados de la Cámara y encabecé el movimiento que impidió la privatización de Yacyretá y Salto Grande. Menem nunca pudo bajar su tropa al recinto para tener quórum. Pero eso no vino de regalo, se puede, y llevé más de 30 diputados a Yacyretá, la mayor parte justicialista. Nosotros queremos transformar el país, esto hay que entenderlo. Hay que buscar consensos. No pensar en poner al otro de rodillas, como quiso hacer K con el campo, en la guerra se puede humillar al otro si vencés.

–La mayoría de los bloques opositores quiere impulsar la baja de las retenciones tras el recambio legislativo, ¿lo comparte?

–El tema del campo es de una enorme gravedad y en eso tiene mucha responsabilidad el Gobierno. Cerraron más de 5000 tambos, se está vendiendo La Serenísima, ¿qué hizo el Gobierno? El problema del campo no es solamente el tema de las retenciones sobre el sector cerealero. Nuestra postura es de retenciones, siempre lo fue. El Gobierno no impulsó ninguna iniciativa seria para intervenir en el comercio exterior, es el único país exportador de cereales que no interviene. Canadá y Australia compran el 95 por ciento de lo que producen y aseguran el precio y estabilidad al agricultor. El problema agrario es de 330 mil productores no de los 110 mil del cereal.

–Cuando se habló de la posibilidad de reflotar una Junta Nacional de Granos, la oposición la rechazó.

–Hay que consensuar. Tampoco se puede sacar la ley de radiodifusión si no hay un debate amplio con los 21 puntos que lanzó el Gobierno, es imposible. Ese es un camino acertado y nosotros siempre nos manifestamos a favor. Presenté tres proyectos en la década del ’90. No hay posibilidades de democratizar la Nación sin democratizar los medios de comunicación. Pero como detrás hay un negocio millonario como es el del triple play, hay que generar consensos para avanzar.