Cinco modernos sillones de cuero negro, cinco modernas copas de cristal y tres modernas mesitas blancas. Unos 600 participantes, pochoclos, una pantalla gigante y un escenario en un auditorio del barrio porteño de Recoleta. Así, lejos de toda tradición política, el Acuerdo Cívico y Social realizó ayer su cierre de campaña con una suerte de reportaje abierto a sus más importantes candidatos a diputados nacionales. Alfonso Prat Gay y Elisa Carrió (Capital Federal), Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín (Buenos Aires) y Gerardo Morales como presidente de la UCR –en reemplazo de Ricardo Gil Lavedra, quien faltó por un problema personal– mandaron un fuerte mensaje triunfalista a pesar de los números que arrojan las últimas encuestas. “Vamos a ganar, claro, transparente, vamos a ganar de La Quiaca a Ushuaia en toda la nación”, se envalentonó Carrió en un acto que apuntó de lleno al kirchnerismo, pero no ahorró críticas a los candidatos de Unión-PRO.

Fernando Iglesias, ex periodista de la editorial Perfil y diputado de la Coalición Cívica, se prestó para realizar las preguntas a los candidatos, a quienes les facilitó el trámite para que se lucieran cada uno en lo suyo. ¿Cómo está el ACyS en todo el país?, les tocó responder a Morales y Carrió, encargados de recorrer el interior para respaldar los candidatos en todos los distritos. “El triunfo está asegurado. En 14 años y 10 campañas nunca vi tan bien a la nación para nacer como este domingo”, tranquilizó la líder de la Coalición Cívica y su par de la UCR agregó la importancia de conformar “una fuerza nacional” con representación en 16 provincias.

“¿Cuál es el modelo que propone el ACyS y cuál es el que propone el kirchnerismo?”, fue la pregunta para Prat Gay. “El modelo kirchnerista es historia –respondió–. Este país es historia a partir del 28.” Después le tocó el turno a Alfonsín, uno de los más ovacionados de la noche. El hijo del ex presidente sentenció que “la elección no está polarizada” entre Unión-PRO y el kirchnerismo. Para Alfonsín, el Gobierno busca confrontar con Francisco de Narváez porque “le conviene un contrincante neomenemista, neonoventista”. “Después del 28 se van a reunir porque saben que divididos no pueden. De Narváez dice que nunca va a ser kirchnerista. Por supuesto –exclamó–, ni Kirchner va a ser kirchnerista después de la elección. Pero todos van a ser peronistas.”

“¿Cómo va a ser este nuevo Parlamento?”, lo consultaron a Morales, quien aseguró que “el oficialismo perderá la mayoría” y adelantó que el ACyS será la segunda fuerza, con más de 80 legisladores. Llamó también a derogar los superpoderes, reformar el Consejo de la Magistratura y legislar sobre la producción y el trabajo, respondiendo a los reclamos de los ruralistas.

“Viene llegando, despacio y lento, el futuro viene llegando”, dijo Stolbizer, citando una frase de Mario Benedetti. La primera candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires aseguró que el ACyS va a “festejar” el domingo y, en alusión a sus competidores de Unión-PRO, sostuvo que “del kirchnerismo se sale sin la necesidad de volver a los ’90”

Con el tono que la caracteriza, Carrió fue la encargada de cerrar el encuentro. “No me interesa hoy hablar de ninguna propuesta electoral ni criticar a ningún candidato –sorprendió–. Quiero proponerles a los argentinos que piensen en sus hijos.” Lilita sentenció que “no se trata de algo baladí” ni de elegir “entre personajes de ‘Gran Cuñado’, una forma del poder para evitar la hondura histórica de esta elección”. “Esta es una decisión para los próximos veinte años”, vaticinó.

Quizás en respuesta a sus propios dirigentes, Carrió pidió que no se preocuparan por si entra o no al Congreso. “He sido y soy la persona más libre, más responsable y más feliz. Me río de los que están pensando operaciones para ver cómo eliminan a Carrió. Pero yo siempre voy a estar, con o sin cargos. Soy como la madre. Y la madre siempre está.”

A pesar de que no criticó a Pino Solanas como en los últimos días, les dedicó un dardo a sus ex compañeros del ARI, que hoy acompañan a Proyecto Sur: “Ninguno de nosotros se presenta por los cargos –aseguró–. Y eso nos diferencia de la centroizquierda, que me buscaba para garantizarse cuatro años de sueldo”.

Casi pronosticando la caída de Néstor Kirchner, la chaqueña lo calificó como “una cosa de una dimensión diminuta”. “Kirchner es pequeño, lo sentí a Menem así una vez”, remató.

Aunque no lo dio Carrió, el acto no terminó sin un golpe para los competidores porteños del ACyS. Morales, en su última intervención, aseguró que “hay que ver cómo votan” los peronistas, porque “algunos pactan antes, como Pino Solanas, que pactó con el Gobierno la ley de radiodifusión. Solanas va a hacer de Kirchner el Chávez de Argentina”. “Otros pactan después, como De Narváez”, concluyó. Sin perder la compostura, Prat Gay deslizó una crítica para Gabriela Michetti, de PRO: “No alcanza con ser buenos y amables. Hay que ser firmes y tener equipos”. Después de repasar su trayectoria, Lilita concluyó que es “la persona con mayor autoridad política de esta nación”. En reiteradas oportunidades le gritaron “se siente, se siente, Lilita presidente”. La primera vez, la chaqueña los chistó y, por último, hizo ademanes para que se callaran.