María Julia Alsogaray recibió a los tasadores de tres inmobiliarias con su mejor cara. Los dejó pasar, tal como les había prometido por teléfono el día anterior, y con la misma sonrisa tenue les dijo que no les iba a permitir tasar el petit hotel que el Tribunal Oral Federal Nº 4 ordenó rematar para que compense al Estado por su enriquecimiento ilícito. La ex polifuncionaria, en cambio, dejó que los peritos de la Corte Suprema estudiaran su lujosa vivienda. “Me voy a atener a la tasación oficial que ya se hizo en el año 2000 y que ahora será actualizada”, cuentan los agentes inmobiliarios que les dijo ella.

En la mañana de ayer tocaron el timbre de la casona donde vive Alsogaray representantes de tres inmobiliarias de la zona (Bullrich, D’Odorico y Cornejo Achával) y un tasador oficial. “Nos dejó pasar pero no nos dejó tasar”, bromeó con una rima el gerente de Bullrich, César Sturla, consultado por Página/12. “Fue amable, nos trató muy bien, pero nos dijo ‘no hagan la tasación porque me voy a atener a lo que diga el tasador oficial’. Habremos estado unos diez o quince minutos”, relató. Con ella estaba su sobrino, Francisco Alsogaray, quien suele asesorarla en sus cuentas pendientes con la Justicia.

El petit hotel de María Julia tiene cerca de mil metros cuadrados y la tasación de nueve años atrás arrojaba un valor cercano a los dos millones de pesos. En el TOF4 estiman que, en realidad, valdría unos 2 millones de dólares. Las inmobiliarias llamaron ayer desconcertadas al tribunal para saber cómo seguir. “¿Van a mandarle la fuerza pública para que podamos tasar?”, preguntó alguno.

Los jueces todavía no tienen decidido qué harán y no está descartado que se contenten con lo que diga la tasación oficial. O que pidan a las inmobiliarias el cálculo de un precio de mercado en base a la descripción del inmueble que está disponible en la vieja tasación oficial. De todos modos, más allá de la estimación que hagan los especialistas, el propio tribunal tiene la facultad de fijar el valor de base (un porcentaje de la valuación fiscal) de los inmuebles para la subasta. El pedido de varias tasaciones obedecía a la búsqueda de un valor lo más aproximado posible al real. Suponen que los cálculos de los peritos oficiales tienden a arrojar cifras más bajas.

El TOF4 condenó en 2004 a Alsogaray a tres años de prisión por haberse enriquecido en forma ilícita mientras estuvo en la función pública. Cuando la sentencia quedó firme, el año pasado, los jueces Leopoldo Bruglia, María Cristina San Martino y Jorge Gorino la intimaron a devolver 3.197.207 pesos como reparación por el dinero apropiado. Como la ex interventora de Entel no entregó esa suma alegando “falta de liquidez”, ordenaron el remate de su suntuosa casa y otros dos departamentos para cubrir la suma estipulada.

En el tribunal no se sorprenderían si a último momento María Julia aparece con el dinero –como hizo el represor Emilio Ma-ssera cuando estaban a punto de rematarle la casa para indemnizar a Daniel Tarnopolsky por la desaparición de su familia– o con algún interesado en comprar la casa. Si el remate se concretara y sobrara plata, ese dinero quedaría disponible para los embargos que tiene en otras de sus múltiples causas penales. Como sea, por ahora el proceso de remate está encaminado.