EL PAíS
“En Brasil, mucha gente tiene temor de enfrentar a la Iglesia”
La directora Flavia Fontes, realizadora del polémico documental “Casamiento prohibido” que se exhibe hoy dentro del Festival DerHuALC, destaca el rol coercitivo que una institución tan poderosa tiene para mucha gente de su país. “Allá todavía no se pudo ver”, precisa.
› Por Mariano Blejman
Flavia Fontes se enteró de la historia leyendo un periódico de Nueva York, donde ella vive. La noticia contaba que a un hombre en Brasil se le había prohibido casarse por iglesia, en una pequeña ciudad llamada Patrocinio, debido a su impotencia sexual. Hedir Antonio de Brito, parapléjico desde los 15, quería casarse con Mara. Prepararon la boda y enviaron las invitaciones, pero cuando la Iglesia se enteró avisó que según la ley 1084 del Canónico del Vaticano, un hombre debe poder copular para poder casarse. El documental Casamiento Prohibido, entonces pues, explora la relación entre la Iglesia –una institución muy poderosa en Brasil– y su gente. “Que una persona de clase simple haya decidido enfrentarse a la Iglesia es un acto totalmente novedoso en Brasil”, dice a Página/12 la directora, que presentará su película hoy a las 18 en el cine Cosmos, en el marco del Festival DerHumALC. “Es la primera vez que vengo a la Argentina y confieso que me cuesta encontrar la crisis aquí”, dice. Cuando Fontes descubrió la historia, se preguntó “¿La iglesia no tiene cosas más importantes que hacer? ¿Por qué los sacerdotes se meten en la vida sexual de la gente? ¿Por qué la población había reaccionado?”. Habló con sus familiares, los vecinos y los sacerdotes locales. Muchos de ellos estaban asustados, según cuenta.
–¿Qué objetivos se planteó concretar con este trabajo?
–El documental intenta ver dónde está la Iglesia hoy en Brasil, cuál es la visión del Vaticano y cuál es la reacción de la gente. Hay tres curas que hablan de la ley de la Iglesia, pero también habla un padre progresista, Frey Claudio, católico romano, que no está de acuerdo con esa ley. El protagonista decidió escribir una carta a la radio y provocó una reacción muy grande. Porque la gente de la ciudad se puso en contra de la Iglesia. Esto sucedió en 1996, pero todavía sigue. La gente intenta cambiar ésta decisión.
–¿Cuál fue la reacción de la Iglesia?
–La película ha sido exhibida más fácilmente en los países que no son católicos por excelencia. Recién ahora se va a mostrar en la televisión de Polonia. Hasta ahora se vio en unos 15 festivales y hemos tenido una reacción muy positiva. Estoy esperando una reacción en los Estados Unidos que, si bien no es mayormente católico, es el tercero en cantidad de católicos después de Brasil y México.
–¿Cuál es, según su punto de vista, el rol de la Iglesia en Brasil?
–La Iglesia tiene un papel fuerte en Brasil. Pero la gente sabe que está muy atrasada en el tiempo. Sin embargo, fue una sorpresa para Brasil que un hombre de una clase simple que no fue a la escuela haya hecho esto. Mucha gente tiene temor de enfrentar a la Iglesia. Esto fue un caso inédito y sin precedentes.
–¿Cuáles fueron las repercusiones del documental?
–Nunca hubo respuesta. En Brasil todavía no se pudo mostrar la película. Se vio en Londres, en Estados Unidos, en Estonia, en Cartagena. Pero en Brasil nunca pudo verse.
–¿Cuáles son sus proyectos para el futuro?
–Estoy siguiendo el caso de una abogada de derechos humanos que fue acusada por el gobierno de Estados Unidos de terrorista. Ella trabaja para defender a la gente que no puede pagar, o que está en condiciones difíciles y representa también a un sheik egipcio muy importante en la política internacional que ahora está en prisión. El caso es muy conocido allá porque el secretario de Estado de Estados Unidos fue a Nueva York para hacer la acusación Lin Suart, esta abogada, frente a los todos los medios. Y ahora están aguardando el juicio. Pero yo espero que en Estados Unidos no se enteren de que estoy trabajando en eso, porque se me va a complicar.