Y al quinto día de ocupación las autoridades y los estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires tuvieron una primera reunión. Los alumnos acercaron la propuesta de pasar a un cuarto intermedio en la toma de la escuela de la UBA y luego sentarse en una mesa de diálogo. La rectora, Virginia González Gass, aceptó el pedido estudiantil de contar con tres días al año para actividades –incluida la marcha por la Noche de los Lápices–, pero ratificó las sanciones aplicadas, reclamó el levantamiento de la ocupación y el reinicio de las clases antes de abrir las negociaciones. Los alumnos continuaban anoche con la toma y esta mañana definirían cómo seguir.

Desde la noche del miércoles pasado, los estudiantes tienen tomado el edificio del colegio, sobre Bolívar al 200. Reclaman que se levanten las sanciones y las faltas aplicadas a un grupo de noventa alumnos que se retiraron del colegio el 16 de septiembre para participar en la marcha por un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices.

“Las autoridades tienen una actitud intransigente. Nosotros aceptamos varias de sus condiciones para sentarnos a negociar y cada vez ponen más trabas”, dijo a Página/12 Alejandro Bustamante, representante del centro estudiantil. Después de un intenso día de encuentros, discusiones y definiciones, los alumnos del Buenos Aires decidieron extender la toma del colegio. Por la tarde habían mantenido reuniones con las autoridades; allí plantearon su “voluntad de diálogo”: “Aceptábamos un cuarto intermedio en la toma y desalojar el edificio para que ingrese el escribano, pero así y todo la rectora no aceptó”, agregó Bustamante. Los estudiantes proponían constituir una mesa de diálogo con organismos de derechos humanos de intermediarios.

“La toma no cuenta con la adhesión de la mayoría de los alumnos. Sobre más de dos mil estudiantes, son sólo 40 los que llevan adelante la medida, apoyados por alumnos del Carlos Pellegrini”, afirmó la rectora. La vicerrectora del turno tarde, Andrea López, explicó que se había presentado “una contraoferta a los alumnos para que se retiren del colegio e ingresen las autoridades con el escribano para certificar el estado en el que se encuentren las instalaciones y para que se puedan dar clases”. La idea de las autoridades era que hoy, a las 13, se reuniera el Consejo Escolar Resolutivo para analizar posibles salidas al conflicto. López contó que no aceptaron la participación “de un garante porque no tiene sentido que participe nadie ajeno al colegio”.

Los estudiantes se reunirán esta mañana para “discutir el plan de lucha que incluye clases públicas y la marcha al Consejo Superior”, adelantó Bustamante. Además de la remoción de las sanciones, los estudiantes piden “que se reconozca el 16 de septiembre como un día en que la marcha esté autorizada”, y pretenden “instalar dos días de jornadas de discusión por año”.