EL PAíS › EL NOMBRE DE NESTOR KIRCHNER VUELVE A FIGURAR EN LA LISTA DE PRESIDENCIABLES PARA 2011
El ex mandatario hace planes para mantenerse en los primeros planos. Los kirchneristas especulan que la reforma política lo convertirá en el peronista mejor posicionado. Y en el PJ algunos dudan ahora de aceptarle la renuncia a la presidencia del partido.
› Por Martín Piqué
Ni el más arriesgado de los analistas políticos que gustan de hacer pronósticos hubiera imaginado, cuatro meses atrás, encontrarse con este presente. Tras la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, todos los pronosticadores coincidían en que Néstor Kirchner y Cristina Fernández se verían obligados a iniciar una transición ordenada. Las circunstancias los obligarían a negociar –a ceder– ante las demandas de las corporaciones. Pero la política es, como el fútbol, la dinámica de lo impensado. El arte de sorprender al adversario. Y la mejor prueba para confirmarlo es el momento que hoy atraviesa el ex presidente. Cuatro meses después de la elección legislativa que hizo famosa la frase “perdimos por muy poquito”, el santacruceño está en el centro de la escena. Su apellido vuelve a asociarse a una candidatura presidencial en 2011. Hasta tal punto ha cambiado el panorama que los miembros del consejo nacional del PJ ahora dudan sobre si aceptarle la renuncia a la presidencia del partido, un trámite formal que todavía está pendiente. “El y Cristina son un fenómeno construyendo poder”, aseguró a Página/12 un encumbrado dirigente del justicialismo.
Kirchner sabe que ni sus enemigos ni sus simpatizantes más leales imaginaban llegar a esta parte del año con un mapa político caracterizado por la recuperación de la iniciativa en manos del Ejecutivo y cierta confusión, que puede ser pasajera, de buena parte de la oposición. Sin embargo, la estatización de la transmisión televisiva del fútbol profesional, la sanción de la ley de medios, el sorpresivo lanzamiento de la asignación universal por hijo, entre otras iniciativas, han colocado nuevamente a Kirchner en el centro de la escena. El santacruceño, como corresponde, disfruta el momento. Y no deja de imaginar proyectos para los próximos meses. El objetivo es mantener la iniciativa hasta que llegue la hora de la renovación legislativa: el 10 de diciembre de 2009. Los planes tienen un eje común. Las iniciativas apuntan a sostener en el tiempo las coaliciones circunstanciales con los bloques de centroizquierda no K.
Para mantener la tradición K, la discusión de esas alternativas es potestad de la “mesa chica” del Gobierno. Kirchner, CFK y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, tienen asientos reservados alrededor de esa mesa. A veces, se suman funcionarios que son invitados especialmente para debatir algún tema. Ese fue el caso de varios integrantes del Ministerio de Planificación que en las últimas semanas fueron convocados a El Calafate. En esas reuniones cerradas se está evaluando una batería de medidas bastante audaz; propuestas de signo claramente progresista. “Para el tiempo que falta hasta diciembre estamos analizando el tema energético, también la cuestión del papel. Y en el 2010 vamos a ver qué pasa con el tema de la reforma tributaria”, reveló a Página/12 un hombre muy cercano a Kirchner que no es funcionario y que suele encontrarse con el santacruceño para ver los partidos de Fútbol para Todos.
En los círculos mejor informados del kirchnerismo, la alusión a los “temas energéticos” tiene una traducción muy clara. Significa que en el oficialismo no descartan que YPF vuelva a estar mayoritariamente en manos del Estado. Otra cuestión que se está evaluando es qué consecuencias podrían resultar de una eventual sanción de la ley de reforma política. Aun si llegara a aprobarse recién en marzo o abril del año próximo, como descuentan en el Gobierno, el resultado que imaginan en el justicialismo es bastante alentador para las chances de una candidatura presidencial K. “Con esta ley en el peronismo no nos gana nadie”, se envalentonó un dirigente del PJ que alterna su tiempo entre La Plata y el microcentro porteño. Según esa previsión, la realización de las elecciones primarias obligaría al peronismo de centroderecha a emigrar hacia Unión-PRO.
La confianza que reina en los cuarteles kirchneristas todavía no es visible en toda su dimensión. Sin embargo, entre los intendentes del Gran Buenos Aires comienza a ganar fuerza la idea de que Kirchner, a pesar de todo, podrá competir con chances en 2011. “La economía va a ayudar, la macro indica que vamos a tener un muy buen año 2010: entre 4 y 5 puntos de crecimiento. La asignación universal va a tener un efecto concreto. Y en el peronismo se está escuchando bastante una frase que se repite mucho: ‘Kirchner fue el mejor presidente peronista después de Perón’. Otra frase escuchada es ‘vayan a buscar un proyecto que haya presentado este Gobierno y que haya ido contra los trabajadores’. No lo hay”, argumentó el hombre que se catapultó a la política nacional desde el sur del conurbano.
La confianza que empieza a crecer en el kirchnerismo hoy parece tener un obstáculo. Un obstáculo con nombre y apellido: Eduardo Duhalde. En el oficialismo consideran que el ex mandatario electo por la Asamblea Legislativa en 2002 se propuso asumir un rol que el peronismo conoce muy bien: impedir por todos los medios a su alcance que Kirchner pueda ser otra vez presidente. En la historia reciente del peronismo todavía está muy fresco el recuerdo del rol que jugó Carlos Menem cuando el propio Duhalde asomaba como el candidato del PJ en 1999. Menem aportó lo suyo para que Duhalde perdiera. “El Negro ahora va a hacer lo mismo que le hizo Menem a él”, concluyó ante Página/12 un cacique bonaerense.
El diagnóstico pareció confirmarse el jueves en Mar del Plata. Sentado a la misma mesa que el gobernador Daniel Scioli, Duhalde conmovió al coloquio de Idea –un auditorio de por sí amigable– con un anuncio fuerte. “Voy a participar de las internas abiertas del PJ y le voy a ganar a Néstor Kirchner”, dijo allí. El kirchnerismo tomó nota del desafío. Entre el viernes y ayer salieron a contestarle Florencio Randazzo y Aníbal Fernández. Pero Duhalde mantiene sus planes. Ayer coincidió en Estados Unidos con el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, quien hace poco lo había invitado a su provincia. El motivo del viaje, oficialmente, fue un ciclo de conferencias organizado por la Universidad de Harvard.
Tras los últimos movimientos de Duhalde, el oficialismo reaccionó con una respuesta de manual. Se propuso no dejar espacios vacíos. Eso explica por qué el kirchnerismo decidió reactivar el consejo nacional del PJ: sus setenta miembros serán convocados en las próximas semanas.
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