Mauricio Macri no tiene pensado bajar la candidatura de Daniela Bruna Ugolini, pese a que cada vez es más difícil que tenga los 40 votos para aprobar su ascenso al Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Desde la mesa chica del PRO indicaron que “no hay otro candidato. Y si no están los votos, Diego Santilli se queda sin ministerio”. La presión se dirige ahora al vicepresidente primero, quien negó ante Página/12 que haya recibido la semana pasada la visita de los consiglieri Nicolás Caputo y José Torello para llevarle este mensaje. Mientras continúa la tensión dentro del macrismo (siguen los rumores de salidas de ministros), tres jueces recusaron al TSJ tras su fallo con per saltum en el que habilitó la continuidad del proceso y en la Legislatura se suspendió por segunda vez una reunión de comisiones para elevar el pliego de Ugolini.

El lunes, los legisladores peronistas divididos en tres bloques (PJ, Identidad Porteña y Encuentro para la Victoria) anunciaron en una conferencia de prensa conjunta que votarán en contra de Ugolini. Con esa noticia, el bloque de PRO –que tiene 26 legisladores– quedó todavía más lejos de conseguir los 40 votos que se necesitan para aprobar el pliego que envió Macri y que produjo el rechazo de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y opositores por los dictámenes de Ugolini que consideran contrarios a derechos sociales, económicos, a la vivienda y a la salud, entre otros. También tuvo seis fallos que ordenaron detener el proceso de designación por diferentes vicios formales. El gobierno porteño recurrió al TSJ, que salteó la segunda instancia, suspendió los fallos e inició un procedimiento sobre el que deben responder los jueces involucrados y el Consejo de la Magistratura. “Se aprecia el núcleo de un conflicto de poderes”, indicaron Sus Señorías.

Los jueces Patricia López Vergara y Guillermo Scheibler recusaron al TSJ, mientras que el magistrado Guillermo Treacy se presentó ante el Consejo de la Magistratura y señaló que se está invadiendo la esfera de la Justicia de primera instancia. Por su parte, Scheibler fundamentó su recusación en que “resulta claro que el Tribunal ya ha tomado una posición determinada sobre el fondo, no sólo respecto de la existencia de un conflicto de poderes, sino también de cuál ha sido el poder ‘invasor’ y el ‘invadido’”. Scheibler destacó que la desobediencia de la gestión PRO de las órdenes judiciales “no implica un conflicto de poderes, sino una conducta tipificada en la legislación punitiva y que ninguna demanda puede disimular, aun cuando la interponga el mismísimo jefe de Gobierno”.

Ante la falta de votos, desde la mesa chica de Macri, surgió una versión: que el jefe de Gobierno le mandó a decir a Santilli que si no consigue los votos, se olvide del Ministerio de Transporte, al que el dirigente iría después del 10 de diciembre. “Es una locura. Nunca tuve una reunión de ese tipo. Jamás me presionaron de esta manera. Obviamente, que tengo que empujar para que salga lo de Ugolini, que es nuestra candidata”, dijo Santilli a Página/12. En el entorno del titular de la Legislatura reconocen que recibió presiones para que salga el pliego de Ugolini, pero no así. “Estos tipos no aguantan ni dos rounds con el Colorado. Aparte, si lo quieren apretar a Santilli, que les sacó 150 leyes, se va a su casa y se dedica a cuidar a sus hijos”, indicó un allegado al peronista PRO.

Para que Santilli asuma frente a un Ministerio de Transporte, la gestión PRO deberá presentar una nueva ley para reformar los ministerios ante la Legislatura, que hasta ahora está parada. Otra posibilidad sería que asuma en lugar de uno de los ministros actuales. En el Palacio de Gobierno se rumorea que hay una decisión tomada para que se vayan dos, que estarían entre Juan Pablo Piccardo (Espacio Público), Mariano Narodowski (Educación), Jorge Lemus (Salud) o Guillermo Montenegro (Justicia). Quienes tendrían asegurada su continuidad son Hernán Lombardi (Cultura), Daniel Chain (Desarrollo Urbano), Francisco Cabrera (Desarrollo Económico) y María Eugenia Vidal (Desarrollo Social). De todas maneras, Macri no definiría estos cambios hasta el 10 de diciembre.