El jueves a la madrugada, horas antes de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgara una ley clave para avanzar en la identificación de niños apropiados durante la última dictadura, dos desconocidos atacaron el vehículo del policía que custodia la casa de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Igual que en septiembre de 2002, cuando una ráfaga de Itaka atravesó el frente de su domicilio en La Plata, por entonces sin custodia, la dirigente se encontraba descansando.

El ataque ocurrió a las 3.45 de la madrugada en la calle 21, entre 525 y 526, de la localidad platense de Ringuelet. Un jefe policial informó a la agencia DyN que los desconocidos rompieron con un palo el vidrio izquierdo y el espejo del auto del custodio. Agregó que el oficial de la policía de la provincia de Buenos Aires extrajo su arma y efectuó varios disparos intimidatorios al aire, con lo cual puso en fuga a los atacantes. El sumario, labrado de oficio ante la agresión a un policía y el uso del arma reglamentaria, se realizó en la comisaría 11 de La Plata. De inmediato se reforzó la custodia de la casa de Carlotto.

La investigación del atentado quedó a cargo de la fiscal platense Virginia Bravo, quien precisó que “un automóvil Fiat Uno pasó frente a la casa” y “con un palo le pegó al vidrio del vehículo” del custodio, un Chevrolet Monza. “En principio, la causa había sido derivada a la fiscalía número 9, de autores ignorados, pero ante la gravedad institucional del caso me fue enviada a esta fiscalía, por lo que aguardo que me remitan las actuaciones”, explicó ayer Bravo.

El jueves, Carlotto relató lo sucedido ante sus compañeros de Abuelas. Luego participó de la conferencia de prensa para informar la promulgación de dos leyes impulsadas por Abuelas: la que reglamenta la obtención de muestras de ADN por vías alternativas a la extracción de sangre y la que convierte al Banco Nacional de Datos Genéticos en un ente autárquico en la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Pese a los consejos de denunciar el atentado que recibió mientras se firmaban los decretos, Carlotto no mencionó el hecho durante la conferencia de prensa. Más tarde partió hacia Roma junto con la comitiva presidencial que visita al Papa.