La noticia no había salido de Mendoza. Fue reservada por algunos de los numerosos participantes que prefirieron bajarle el tono. Pero entre los dirigentes del radicalismo no pasó desapercibida: Francisco de Narváez hizo una recorrida por suelo mendocino organizada por el peronismo disidente, en la cual lo acompañaron los hombres más cercanos al vicepresidente Julio Cobos. De gira por varios distritos del país, De Narváez participó de algunas actividades, una de ellas en la localidad de Godoy Cruz, donde las dos espadas más importantes del cobismo, el intendente Alfredo Cornejo y el presidente de Consenso Federal, Juan Carlos Jaliff, escucharon en primera fila los elogios que le concedió el bonaerense a Cobos.

En el entorno del vice revelan que con De Narváez habla más seguido de lo que se conoce públicamente. Según sus allegados, se consultan sobre la situación del país, pero no hablan de alianzas electorales. Sin embargo, cada vez afianzan más su relación, algo que produce el rechazo de los dirigentes de la UCR, preocupados porque un eventual acuerdo electoral los desplace de la pelea por la gobernación de Buenos Aires en 2011.

Desde el radicalismo orgánico ya quieren ir a pedirle explicaciones al futuro presidente del partido, Ernesto Sanz, sobre los reiterados acercamientos de su jefe político con el empresario, ahora reproducidos en Mendoza. Incluso resuena en los pasillos del radicalismo la hipótesis de que De Narváez pueda eventualmente acompañarlo al vice en la fórmula presidencial.

“Mi vocación es gobernar la provincia de Buenos Aires, pero quiero ser parte de ese proyecto que transforme la Argentina... Y en ese proyecto no descarto nada. Soy argentino, nací en Colombia y vine a los pocos meses y opté por ser argentino, puedo ser candidato”, afirmó ayer De Narváez en un almuerzo televisado. En su paso por Mendoza, el empresario dijo que a Cobos lo admira y lo respeta y que cada vez que hablaron siempre coincidieron “en la necesidad de encontrar un camino común”.

Al ser consultado por una eventual alianza electoral, Cornejo –que conoce a De Narváez de su tiempo como diputado nacional– asegura que no lo ve viable, pero tampoco lo descarta. Según varias fuentes consultadas por Página/12, De Narváez no mantuvo encuentros con el vicepresidente durante su estadía en Mendoza. Cobos había vuelto a la provincia, pero prefirió mantener un perfil bajo, dado que estaba a cargo de la presidencia por el viaje de Cristina Fernández al Vaticano.

De la visita oficial a Roma formó parte el principal perjudicado por los constantes coqueteos entre Cobos y De Narváez. Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente, viajó a Italia en representación de su padre y por eso se perdió buena parte de las negociaciones de la oposición por la composición del nuevo Congreso. El diputado electo es el candidato mejor posicionado que tiene el radicalismo en Buenos Aires. Después de encabezar la lista de legisladores en la provincia, la líder de GEN, Margarita Stolbizer, asegura que no quiere repetir como candidata en 2011. Así, Alfonsín queda prácticamente como único candidato del ACyS.

El organizador de la visita de De Narváez fue el diputado peronista disidente Enrique Thomas, quien renovó su mandato gracias al patrocinio del vicepresidente que lo colocó tercero en la lista del Frente Cívico Federal a pesar de las resistencias del radicalismo orgánico. El paso del empresario por Mendoza también generó cierto malestar en el cobismo bonaerense, con algunas dificultades para explicar la relación entre ambos.