“Si esto me pasaba en el medio de la Panamericana hoy no podría contarlo”, dijo todavía shockeado por el accidente que sufrió el fiscal federal José Barbaccia, uno de los que interviene en la investigación y el juicio oral por el atentado a la AMIA. Ayer a la mañana se soltó la rueda del auto de la custodia oficial que lo llevaba a los tribunales de Retiro. Barbaccia no descarta que el episodio se haya tratado de un atentado, pero también dice que el vehículo estaba en muy malas condiciones. “No sé si me quiso matar un talibán, pero seguro que me pudo haber matado, aunque sea por negligencia, la Policía Federal”, dijo.
Todo sucedió ayer cerca de las nueve de la mañana sobre la avenida Castillo, entre las calles 11 y 12, en la zona portuaria. Barbaccia iba con su mujer en el asiento de atrás del auto de la Policía Federal que tiene asignado en forma permanente. La rueda se salió del eje y el auto quedó totalmente fuera de control. Adelante iban el chofer y el custodio, los únicos que sufrieron heridas.
El vehículo es un Ford Falcon blanco del año ‘83, describió el fiscal, y aclaró que “ya tenía problemas”. “Se lo hice saber al Ministerio del Interior a principios de noviembre (cuando estaba a cargo de Ramón Mestre) y nunca recibí respuesta”. Llegó a librar cuatro oficios, detalló, con anterioridad al accidente pidiendo el servicio de mantenimiento del auto. Tres de esas insistencias fueron enviadas directamente al ex jefe de la Federal Rubén Santos.
“No descarto que se haya tratado de un atentado, pero conociendo el historial de este auto, podría ser tranquilamente producto de la negligencia de la Policía Federal”, sostuvo Barbaccia. Y contó que el Falcon “se paraba cada dos por tres, se pinchaba el tanque de nafta, las gomas estaban lisas, hasta se habían roto las manijas de las ventanillas”.
“Tuve suerte –añadió Barbaccia– porque cinco minutos antes había transitado por la Panamericana, y si me pasaba esto ahí no hubiera podido contarlo”, finalizó el funcionario judicial en declaraciones a la prensa.
El fiscal resolvió presentar una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público en el juzgado correccional a cargo de Fernando Pigni. También pidió que se haga un peritaje para determinar el estado del auto y si hubo intervención deliberada de alguien. Ese análisis quedó a cargo de peritos de la Gendarmería.