EL PAíS
Despedir sin indemnizar y no pagar cargas sociales
Esas medidas de hiperflexibilización laboral no fueron pedidas por los empresarios, sino que fueron propuestas por el ministro de la Producción, Aníbal Fernández. Como era de esperar, fueron bien recibidas por los industriales en la Conferencia de la UIA.
› Por David Cufré
El discurso había pasado dentro de lo previsible, pero cuando llegó la hora de responder preguntas el ministro de la Producción sorprendió a todos. Uno de los asistentes a la Conferencia Industrial le reclamó a Aníbal Fernández que el Gobierno profundizara la flexibilización laboral para las Pymes. Durante el seminario había quedado claro que un tipo de cambio tan alto favorece a los sectores productivos y hace recaer parte del costo de la reactivación en el salario. Pero Fernández no esquivó la pregunta. Allí mismo anunció que está pensando en un proyecto para permitir la contratación de trabajadores sin pagar cargas sociales y, lo más polémico, autorizar a los empresarios a despedir a esos mismos empleados sin ninguna indemnización. “Es una idea personal”, aclaró Fernández, y reconoció sobre la marcha que deberá discutir la propuesta con “mis amigos sindicalistas”.
El ministro indicó luego a Página/12 que ya elevó su proyecto al Ministerio de Trabajo. “Lo que tengo en claro es que el trabajador que está en la casa no tiene derechos. Ya lo hemos bosquejado con la ministra Graciela Camaño y estamos generando una mesa que nos permita dar la discusión”, reveló. “Lo que digo es que eliminemos durante la emergencia las trabas para la contratación de trabajadores, y si la economía arranca no habrá razones para despedir a nadie”, argumentó. Sin embargo, admitió que la idea aún es preliminar y que no definió qué plazo debería abarcar el período de emergencia.
Antes de la participación de Fernández, la Conferencia Industrial había tenido otro capítulo destacado. Fue a raíz de un cruce entre Juan José Llach y Arnaldo Bocco, quienes compartieron panel. El ex secretario de Programación de Domingo Cavallo y ex ministro de Educación de Fernando de la Rúa terminó tan molesto que no bien bajó del estrado utilizó palabras que no había dicho durante su exposición: “Acá hay un lobby inmoral y vergonzoso”, enfatizó. “Quieren un tipo de cambio estratosférico”, añadió, en parte refiriéndose a Bocco y en parte a los industriales.
La controversia surgió luego de que Llach enumeró en su discurso las falencias de este gobierno y dio una serie de recomendaciones sobre lo que debería hacer. En particular, le reprochó a Bocco el escaso financiamiento al sector privado que se otorga desde entidades como el Banco de Inversión y Comercio Exterior. “Hablan de fideicomisos de 15, 20 o 30 millones de pesos, cuando se exportan 25 mil millones de dólares”, atacó.
Bocco esperó su turno y le dio una respuesta tan contundente como aplaudida. En primer lugar hizo un repaso minucioso del trabajo que está encarando desde el banco, empezando por los fideicomisos para financiar exportaciones que ya concedió a ocho provincias hasta el bono con calificación A+ que colocó la entidad, pasando por numerosos convenios con entidades internacionales para mejorar la capacidad prestable del banco.
Cuando ese aspecto estuvo aclarado, Bocco cuestionó con delicadeza la autoridad de Llach para criticar. “Salimos de terapia intensiva, pasamos a terapia intermedia y ya hay algunos que están pensando en qué deporte debemos practicar cuando salgamos del hospital”, acusó. Era tácito, pero se comprendía perfectamente que Bocco estaba recordándole a Llach su responsabilidad por la crisis. Finalmente, remarcó que “Argentina necesita un tipo de cambio alto durante 3 años para que se pueda rearmar el aparato productivo”. Eso fue lo que Llach calificó como un “lobby vergonzoso”.
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