AGUSTIN ROSSI, JEFE DEL BLOQUE DE DIPUTADOS DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
Por Miguel Jorquera
Es una de las principales espadas del oficialismo parlamentario y lo demuestra poniendo el cuerpo para defender las decisiones del Gobierno. El jefe del bloque K en Diputados, Agustín Rossi, también le cerró el paso a la propuesta opositora de sesionar durante el receso legislativo para tratar los DNU que crea el Fondo del Bicentenario y el que expulsó al presidente del Banco Central, “si la Presidenta no decide convocar a sesiones extraordinarias”. Considera que Martín Redrado tiene que dar un paso al costado “para no seguir perjudicando la economía del país” y que el Congreso debe discutir desde la modificación de la Carta Orgánica del Central y la utilización de las reservas, aunque tampoco descarta la legitimidad de la deuda. También sostiene que Julio Cobos “debe renunciar” para construir su liderazgo opositor, porque “se ha convertido en el principal obstaculizador de las iniciativas legislativas del Ejecutivo”. Asegura que el kirchnerismo debe seguir construyendo una coalición social y política más allá del PJ a pesar de que se hayan “equivocado con Cobos”.
–El conflicto de los DNU ¿lo resuelve la Justicia o la política?
–Se va a resolver cuando todos respetemos la Constitución y el funcionamiento de las instituciones. ¿Cómo se resuelve? La Justicia abrió una puerta que tendrá que cerrar. El Congreso está cumpliendo con lo que marca la ley y la Constitución. Trató los dos DNU en la Comisión Bicameral y salvo que la Presidenta convoque a extraordinarias, hasta el 1º de marzo no se podrá tratarlo en los plenos de ambas Cámaras.
–¿Y con Martín Redrado?
–En la última reunión de la Bicameral quedó en claro la falta de apoyo político de Redrado: no cuenta con el respaldo de la Presidenta, ni del ministro de Economía, está en minoría en el directorio del Banco y obviamente el oficialismo partidario está en contra. Y la oposición dejó en claro que la situación de Redrado es insostenible. La salida de Redrado del Banco ayudaría a reencauzar la situación. La creación del Fondo del Bicentenario le dio certidumbre a la economía, bajó el nivel de la deuda externa y el pago de los intereses, pero la postura de Redrado no sólo ha revertido la reacción positiva de todas la variables económicas –la suba de los bonos y la Bolsa, bajó el riesgo país y se fortalecía la posibilidad concreta del canje de la deuda externa– sino que ha generado incertidumbre. Debe dar un paso al costado.
–El Gobierno plantea volver al mercado internacional de crédito. ¿Es para volver a endeudarse?
–No estamos pensando en el Estado, que con la acumulación de reservas no tiene necesidad de endeudamiento. Si volvemos al mercado internacional de crédito, la economía argentina se va a endeudar en general en términos de una tasa más baja y entonces las grandes empresas de nuestro país van a poder acceder a ese mercado. Si las grandes empresas se endeudan en el mercado internacional liberan nic00hos en el mercado interno, que van a poder ser aprovechados por las pymes. Eso es lo que estamos buscando, necesitamos fuerte nivel de inversiones en nuestro país.
–Hay un sector de centroizquierda que afirma que no se sumará a la autoconvocatoria opositora a sesionar si no se incorpora al temario la conformación de una comisión investigadora sobre la deuda. ¿Es posible esto?
–Detrás de ese planteo hay una buena intención por discutir la legitimidad o no de la deuda. Pero desde el punto de vista fáctico es casi imposible, tenemos un gran porcentaje de deuda tomado por los gobiernos democráticos. Es un planteo, como dijo la Presidenta, que era lógico resolver en la recuperación de la democracia, en el ’83, donde uno podía cuestionar el endeudamiento externo durante la dictadura militar. Me parece que se dificulta determinar la legitimidad o no de la deuda, pero si hay un planteo sobre el tema, nosotros lo analizaremos.
–También plantean utilizar las reservas para provocar un shock productivo.
–Me parece que la propuesta de un fondo de infraestructura con la reservas excedentes es una discusión que nosotros tenemos que dar. Las reservas no tienen que ser sólo un elemento totémico para adorar, tienen que servir para el desarrollo del país.
–Entonces, también habría que modificar la carta orgánica del Central.
–Esa es otra discusión que hay que dar, incluso este tema de reservas de libre disponibilidad o no, que es una herencia de convertibilidad, que establece que tenés que tener una masa monetaria en ese sentido. Está la idea de que la inflación es sólo un fenómeno monetario y no la comparto. Tiene un componente monetario, pero si no hay expectativas inflacionarias y los bienes de producción y de servicio alcanzan para cubrir la demanda que tiene la sociedad probablemente no tengamos un escenario de inflación.
–¿Sigue pensando que cada proyecto de la oposición que no tenga la aprobación del oficialismo será vetado por el Ejecutivo?
–Sí, pero quiero explicarlo bien. El veto presidencial es un instrumento intrínseco de los sistemas presidencialistas, el único escenario que permite que el signo político del Ejecutivo pueda ser diferente al del Congreso. En los sistemas parlamentarios, cuando cambia el Parlamento cambia el Gobierno. En el sistema presidencialista, si el Ejecutivo tiene que tomar una medida y no tiene mayoría parlamentaria, para garantizar su implementación debe buscar acuerdos con la oposición. Al contrario, existe el instrumento del veto, que le dice a la oposición que si quiere que una medida suya se concrete, debe acordar con el oficialismo. Recuerden que el Ejecutivo tiene esta herramienta de defensa, que bloquea una iniciativa que fue llevada adelante sin acuerdo con el oficialismo y que para utilizarla necesita solamente de un tercio de ambas Cámaras.
–El veto de todas puede tener un costo político muy alto para la Presidenta.
–Vamos a ver si esto es así. No es una situación deseada por nosotros, pero es un elemento que la oposición tiene que tener en cuenta. Es un elemento constitucional que le permite al Gobierno no verse obligado a gobernar con leyes que no comparte. La Presidenta fue elegida y juró por cuatro años, así que debe seguir gobernando. Si la oposición se empeña en construir victorias pírricas, habrá que ver si luego pasan por el Senado y de última existe el instrumento del veto.
–Usted dijo que la Presidenta fue votada hasta 2011. Julio Cobos dijo que él también y no va a renunciar hasta que concluya su mandato...
–Y (Mauricio) Macri le dijo que si continúa hasta el fin de su mandato no puede ser candidato a presidente. Cobos se tiene que ir. Cuando tomó la decisión de construir un liderazgo opositor desde la vicepresidencia, sabía que caminaba por un desfiladero muy estrecho y para mantener el cargo de vice tendría que actuar con recato y prudencia, y me parece que eso lo ha perdido. Cobos hace tiempo que no es el representante del Ejecutivo ante el Congreso, es un dirigente de la oposición y ahora se ha convertido en el principal obstaculizador de las iniciativas parlamentarias del oficialismo. Me parece que Cobos tiene que renunciar para poder seguir construyendo su liderazgo opositor. Hace quince días también lo dijo Ricardo Alfonsín. Es una situación que no se entiende y que es insostenible.
–¿Eligieron mal los aliados?
–Los elegimos bien, en lo que nos equivocamos es en la designación de Cobos. Reivindico el modelo de construcción de una fuerza política que no sólo esté basada en el Partido Justicialista y que tenga capacidad de incorporar a otros sectores de otras procedencias políticas e ideológicas, pero que compartan en líneas generales el proyecto político que nosotros queremos.
–Sin embargo, el Gobierno parece haberse abroquelado detrás de la estructura del PJ. ¿Le alcanza para sostenerse en el poder?
–Si. En la Cámara de Diputados, durante seis meses, construimos alianzas para muchísimas leyes. Aunque debemos apuntar a construir un espacio mucho más amplio y no sólo alianzas circunstanciales. La coalición social que debemos tratar de representar es la que se formó con la elección de diciembre de 2005, que es una fuerza política con un fuerte amclaje con el peronismo en los sectores populares, pero que tenga un grado de aceptación en los sectores medios urbanos y no creo que lo podamos hacer sólo con la representación del PJ. Que haya salido mal con Cobos no quiere decir que haya fracasado este intento.
–¿Existen hoy esos otros sectores?
–Existen sectores de centroizquierda que tienen una mirada más comprensiva, más cercana e inclusiva del proceso político que lleva adelante el Gobierno. Hay sectores del radicalismo que siguen acompañando este proceso como el gobernador (de Santiago del Estero) Gerardo Zamora. Si a mí me preguntan quién debe ser el vicepresidente en la próxima fórmula electoral nuestra yo digo que hay que seguir insistiendo con alguien que no sea del justicialismo.
TEST DEL VERANEANTE
–¿Sierras o playa?
–Playa.
–¿Programa las vacaciones con antelación o las decide a último momento?
–Depende, pero siempre me tomo vacaciones entre las fiestas de fin de año hasta entrada la primera quincena de enero, porque tienen que coincidir con las de mi señora, que es abogada del banco municipal de Rosario.
–¿Vacaciones panza arriba o con excursiones incluidas?
–Mixtas. Leo bastante, esta vez me llevé cinco libros. Hago más gimnasia de lo habitual, mucha caminata y después con los chicos, que tienen nueve y diez años y un nivel de demanda que ocupa mucho tiempo.
–¿Practica algún deporte?
–No, dejé el fútbol a los 30 años, después de que me saqué el hombro jugando y la operación que tenía que hacerme no me ofrecía garantías.
–¿Se lleva notebook?
–La llevé pero la abrí después de más de una semana de vacaciones, cuando recibí una serie de mensajes de texto que también me obligaron a usar el celular para hacer algunas llamadas. Trato de no usarlos, aunque tampoco vivo traumáticamente no poder desprenderme de la actividad política. Mi familia ya está acostumbrada y no tiene opción.
–¿Tiene Twitter o Facebook?
–Facebook, porque me permite comunicarme con la gente, me resulta bastante cómodo y me ha hecho escribir de vuelta, notas, pensamientos. Me parece una forma de comunicación interesante.
ERNESTO SANZ, SENADOR Y PRESIDENTE DE LA UNION CIVICA RADICAL
Por Werner Pertot
Aunque a veces reincide en el ámbito playero, las verdaderas vacaciones de Ernesto Sanz son en su finca en San Rafael. Este verano, en cambio, lo tiene de viaje en viaje, de conferencia de prensa en conferencia de prensa. “Si resolvemos lo del Fondo del Bicentenario, lo de Redrado es absolutamente secundario. Nos damos cuenta de que el Gobierno necesita ahí a alguien de su confianza. Ahora tienen que dar marcha atrás. Le tiramos una soga y no la aceptaron”, plantea el titular de la UCR.
–¿Hicieron un pacto con el Gobierno, como denunció Carrió?
–No, no. El lunes, cuando fue la reunión de labor parlamentaria, se nominó una comisión de tres personas (Morales, Verna y Negri de Alonso) para contactarse con el bloque oficialista y ver si se podía articular una sesión del senado para discutir los DNU. Pichetto no dio señales hasta el miércoles a la mañana. Morales me pidió que lo acompañara y nos juntamos con Pichetto y con Nicolás Fernández. La conversación fue la misma que relatamos en público. No hubo nada secreto, nada bajo la mesa. Nuestra propuesta fue que vengan con un proyecto de ley y tengan la amplitud de discutir todo: cuál es dinero que hay en el Tesoro, cuáles son los plazos de la deuda. Nadie le va a quitar herramientas de gobernabilidad.
–Si no convocan a extraordinarias, ¿el Congreso puede autoconvocarse?
–Si significa reunirse aún sin el oficialismo para tratar los decretos, no es una autoconvocatoria, sino una convocatoria legítima, que manda la ley. Es más discutible que se autoconvoque para tratar una ley.
–¿A qué se debió el giro en el discurso sobre Redrado?
–No hubo ningún giro: solamente le dijimos al Gobierno nuestra escala de prioridades. La presidencia del Banco Central es una cuestión secundaria, una vez arreglada la cuestión de fondo, que es discutir si se paga deuda con reservas. Siempre dijimos que lo de Redrado es secundario.
–¿A qué atribuye la acusación de Carrió?
–Lo atribuimos a una información defectuosa. Hay alguna gente con intención de pasar información equivocada para provocar un desgaste en nuestra relación. En el entorno de Carrió compran fácil este tipo de información, porque ella está muy susceptible con el tema de Cobos. Es más fácil creerle a su entorno que agarrar el teléfono y llamar a Morales para preguntarle qué pasó.
–¿Tiene continuidad el Acuerdo Cívico?
–El Acuerdo Cívico hoy está absolutamente entre paréntesis: entre partidos, hoy no hay articulación. Sí hay actividad intensa y buena en el ámbito parlamentario y nula en el partidario. Obviamente que, para llegar a 2011, o se activa lo partidario o esto va a fracasar. No se puede llegar a 2011 sólo con una buena relación en lo parlamentario. Nadie tiene que hacer de esto un drama: si se puede llegar juntos, bien –vamos a hacer todos los esfuerzos para una construcción colectiva–; pero si no, somos gente grande y pertenecemos a partidos con identidad propia. Vamos a ir preparados si nos toca ir solos.
–¿Cómo vieron el acercamiento entre los socialistas y Pino Solanas?
–El socialismo también tendrá que definirse. Si su intención es formar parte de un espacio con Pino Solanas y Luis Juez, que lo decidan. Nosotros tampoco tenemos por qué quedar atados a eso: revisaremos nuestras alianzas en Santa Fe. En 2011 el radicalismo tendrá la misma estrategia en la provincia de Santa Fe y en la Nación.
–¿Y si ellos quieren diferenciar la estrategia en Santa Fe y en el país?
–Eso es muy lindo para el socialismo, pero no para el radicalismo. No vamos a andar mucho tiempo más siendo los únicos sostenes del Acuerdo Cívico. Nadie se va a morir por esto, dado que no lesiona la unidad de la oposición en el Parlamento.
–¿Lo ve a Binner de candidato a vicepresidente, como propuso Cobos?
–Lo de Cobos son opiniones personales. El partido no tiene todavía definido su candidato a presidente.
–¿Cobos puede ser?
–Cobos puede ser uno de los candidatos. No es el único. Gracias a Dios, el radicalismo tiene varios presidenciables.
–Ejemplos, por favor.
–Morales, Ricardo Alfonsín, Oscar Aguad, Ricardo Gil Lavedra y Rodolfo Terragno.
–¿Se profundizó la anomalía de Cobos como vicepresidente y opositor?
–Eso lo sobreactúa el Gobierno, que es totalmente infantil y previsible en sus estrategias. Siempre tiene un objetivo: la plata. Y siempre buscan a alguien para echarle la culpa de su propia torpeza. Cobos y Redrado fueron, por estos días, los personeros de los fondos buitres. No se lo cree nadie. Cada vez que la Presidenta habla, la gente cambia de canal.
–Más allá de la estrategia del oficialismo, ¿no ve una contradicción?
–Sí, hay una contradicción. Pero que se hagan cargo el Gobierno y Cobos por haber ido juntos. El oficialismo se tiene que hacer cargo de haber armado un tren fantasma (la Concertación) y Cobos de haber ido con un Gobierno que es como es. A Cobos lo valoro como presidente del Senado y no como vicepresidente: lo que le pido es que garantice la institucionalidad y que si le toca desempatar, desempate en nombre de la racionalidad. Y lo viene cumpliendo. El podía convocar al Senado para tratar proyectos de resolución, como el de DNU. No está llamando a extraordinarias, ni está armando a una sesión entre gallos y medianoche.
–¿Tolerarían una alianza en la provincia de Cobos con Francisco de Narváez?
–No. Las alianzas para 2011 las va a hacer la UCR. No Cobos, ni nadie en particular. Con De Narváez pertenecemos a espacios diferentes.
–¿Cree que De Narváez puede presentarse como candidato a presidente?
–Tengo una visión muy amplia y no veo impedimentos.
–¿Qué opina del lanzamiento de Eduardo Duhalde?
–Los peronistas tienen códigos que a veces los entienden sólo ellos. Hay una cosa valiosa de Duhalde: es el primer peronista que dijo que, si les toca perder, hay que firmar un pacto de gobernabilidad y dejar gobernar. Eso me pareció casi revolucionario.
–¿Qué análisis hace de los traspiés de la gestión de Mauricio Macri?
–Tomó decisiones muy fuertes que no tuvieron el correlato de una buena instrumentación y quedó pagando. Por ejemplo, es una decisión fuerte tener una policía propia, pero se quedó en el anuncio y se lo comieron los servicios y la Policía Federal. Los servicios de Inteligencia ya ni siquiera son de Inteligencia: son usinas de negocios, aprietan jueces para que dicten sentencias a favor de empresas, permiten zonas liberadas para que se cometan delitos, venden información sensible. La decisión de Macri de meterse a hacer una nueva policía en la ciudad en ese escenario de corrupción no se puede hacer desde el amateurismo. Y tampoco podés elegir de ministro de Educación a alguien que no te responde y te deja en offside a los dos minutos.
TEST DEL VERANEANTE
–¿Bronceador o protector solar?
–Protector. Y con bastante factor de protección, porque soy de piel sensible.
–¿Barrenador o tabla de surf?
–No, no. Soy deportista, pero no de eso. Soy de caminar, trotar. Acá en Mendoza ando en bicicleta.
–¿Algún juego en la playa?
–Algún picadito de vez en cuando. Sobre todo cuando voy con mi hijo.
–¿Tiene una comida preferida en las vacaciones?
–El asado hecho por mí. Me encanta hacer asado, con el ritual de la picada previa, con mi buena música. Es una terapia importante.
–¿Se lleva la notebook?
–Desde que salió el Blackberry, soy esclavo.
–¿Twitter tiene?
–No, pero sí Facebook. Lo uso para conectarme. Me sirve de mucho, porque tengo distintos grupos. Llegué a los 4900 amigos. Los tengo bien identificados: está el “club de fans”, que viene bien para tener la autoestima alta. Hay quienes son críticos, y sirven para equilibrar. También intelectuales, que me mandan mensajes importantes. Y también me sirve para conocer opiniones del interior.
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