El embajador argentino en los Estados Unidos, Héctor Timerman, acusó al Grupo Clarín de utilizar uno de sus blogs para atacar “su condición de judío” y calificó a los espacios digitales del matutino como “una secuela de Der Strummer”. La DAIA, por su parte, emitió un comunicado en el que condenó las expresiones antisemitas y consideró “que las entidades editoriales deben asumir la responsabilidad por los contenidos que difunden”. Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín, rechazó las acusaciones y aseguró que la controvertida entrada no fue escrita por uno de sus periodistas y que los dichos no coinciden con la línea editorial del diario.

La polémica comenzó el sábado pasado, cuando en un weblog del espacio Clarín Blogs apareció una nota firmada por Eduardo Arrivillaga que tildaba a Timerman de “sionista militante” y sostenía que el funcionario “revistaba como coronel ad honorem en la estructura de inteligencia del Mossad”. Lo acusaba, además, de operar para el Likhud y sostenía que “el dinero está asociado siempre con la colectividad judía en todo el mundo”.

En una carta pública, Timerman sostuvo que “Clarín ha transformado sus blogs en una secuela de Der Strummer, o su alter ego argentino, la revista Cabildo”. “Varias veces he visto que en los blogs auspiciados por Clarín se me ataca. No a mi persona o mis actividades –de eso se ocupan los redactores del diario–, pero en los blogs lo hacen por mi condición de judío”, denunció el embajador.

La DAIA envió ayer un comunicado en el que condenó “las manifestaciones antisemitas” del blog, entendiendo que “estos evidentes enunciados judeofóbicos, difundidos por la página web del matutino Clarín, no contribuyen a la conformación de una sociedad democrática”. De acuerdo con la organización, “las entidades editoriales deben asumir la responsabilidad por los contenidos que difunden y al mismo tiempo realizar los máximos esfuerzos para restringir todo discurso discriminatorio, antisemita o xenófobo que ofenda la identidad de cualquier comunidad”.

Kirschbaum, por su parte, explicó que “Eduardo Arrivillaga no es periodista de Clarín ni sus dichos coinciden con la línea editorial del diario”. El editor general aclaró que “el blog forma parte de la plataforma de blogs de la empresa Clarín Global que abrió un espacio de opinión libre” y que no comparte el contenido de la polémica entrada.