EL PAíS
Un cambio de postura de Boggiano puede resucitar la redolarización
El supremo Boggiano difundió un borrador de fallo que lo acerca a sus ex aliados en la Corte. Admite que la pesificación es inconstitucional. Siguen las divergencias sobre cómo devolver los depósitos. Mañana hay un acuerdo extraordinario. Puede haber novedades.
› Por Irina Hauser
La Corte Suprema amaga de nuevo. Un borrador que hizo circular entre sus pares el ministro Antonio Boggiano volvió a poner al tribunal cerca de la firma de un fallo que ordenaría la redolarización de los depósitos. Es la primera vez que ese juez admite por escrito que estaría dispuesto a declarar la inconstitucionalidad de la pesificación. Y mañana habrá una reunión extraordinaria en que los supremos intentarían limar algunas diferencias de criterio sobre la forma de devolución de los ahorros. También está previsto el sorteo de tres conjueces que intervendrían si no se conjugan los cinco votos necesarios para un pronunciamiento sobre la pesificación y en todos los demás expedientes trabados.
Cuando estaba por comenzar ayer el acuerdo de todos los martes, algunos ministros encontraron sobre la mesa una nota de su colega Adolfo Vázquez que agregaba una vuelta de tuerca al sainete que protagoniza la Corte desde hace varios días. El juez anunciaba que no estaría ni en ese ni en ningún otro plenario hasta que hubiera una decisión de tratar y resolver las causas vinculadas al corralito y la pesificación, “por ser las de más grave reparación e implicancia en la actual crisis”. En el texto, además, acusaba a Boggiano –aunque sin nombrarlo directamente– de practicar “maniobras dilatorias” y de prestarse a “la operatoria de sectores económicos y políticos interesados en evitar que recaiga el pronunciamiento que en justicia corresponda” (ver aparte).
Vázquez, con su anuncio, se estaba adelantando a lo que ocurriría en el encuentro de ayer: fracasaría un intento de resolver la causa en que la provincia de San Luis reclama 270 millones de dólares acorralados en el Banco Nación. El lunes a la tarde estaba todo dado para disponer la restitución de ese dinero, pero a última hora Augusto Belluscio retiró su apoyo, muy a pesar de las promesas de éxito que algunos cortesanos le habían hecho a la gobernadora puntana, Alicia Lemme, atrincherada en tribunales desde hace una semana.
El paper de Boggiano, referido al reclamo de la ahorrista María Ester Beratz, llegó a varios despachos durante la mañana. Lo más novedoso de su contenido era la disposición que esta vez mostraba a admitir la redolarización. En cuanto a la devolución del dinero, planteaba, como lo venía haciendo, que debería ser compartida por los bancos (que deberían reintegrar 1,40 peso + CER) y el Banco Central (que debería hacerse cargo de la diferencia entre aquel valor y el dólar). El modo de instrumentación, decía, debería ser definido por el Poder Ejecutivo o el Congreso. Eso podría abrir la puerta a los bonos compulsivos, tal como quieren los bancos. Belluscio podría apoyar esta postura.
Entre los cuatro ministros de la llamada mayoría automática que desde un principio impulsaron el retorno de ahorros en moneda de origen –Vázquez, Julio Nazareno, Guillermo López y Eduardo Moliné O’Connor– había quienes ayer interpretaban la aparición de la propuesta de Boggiano como “una señal de que está dispuesto a un acercamiento”. Hay, de todos modos, un punto en el que discrepan: ellos creen que los bancos deberían negociar con los clientes los términos de la devolución y, si no se ponen de acuerdo, debería entonces definir el desenlace el juez de grado.
“Todavía no vemos en Boggiano el quinto voto que está faltando para fallar, pero tampoco lo descartamos”, dijo un alto funcionario de la Corte a este diario. En un acuerdo especial que se hará mañana, seguramente los supremos intentarán compatibilizar posturas, lo que no quiere decir que lo vayan a lograr. Se mantiene en pie, además, la posibilidad de trabajar en enero. También está pendiente que los ministros resuelvan la recusación que los abogados de Nito Artaza plantearon contra Boggiano: pusieron en duda su imparcialidad, dado que el Gobierno acaba de postularlo para ocupar un cargo en el Tribunal Penal Internacional de La Haya. En la Corte hay jueces que dicen que, mientras no se resuelva ese planteo, ese ministro no debería votar en ninguna causa en que el Estado sea parte. Otras voces del tribunal creen que puede hacer lo que quiera. La Corte está en una suerte de parálisis desde que la semana pasada el ministro Carlos Fayt –cuyo voto era imprescindible para un fallo redolarizador– decidió excusarse después de que se supiera que tiene un plazo fijo de 200 mil dólares en el Banco Nación. El clima está muy tenso entre los ministros y las peleas internas recrudecieron en los últimos días. Tampoco lograron juntar mayoría para aceptar o rechazar el apartamiento de Fayt, lo que complicó más el panorama. El sorteo de conjueces, que se hará también mañana entre los 24 presidentes de cámaras federales, apunta a desanudar ese tema y los expedientes del corralón en que la Corte no logre madurar por sí misma una salida.
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