EL PAíS
Los planes sociales penden de la cuerda floja del pago de la deuda
El Banco Mundial cortará los créditos que había asignado a la Argentina si el país no normaliza el pago de sus compromisos el próximo sábado. Peligra el financiamiento de varios planes sociales.
› Por Sergio Moreno
El próximo 14 de diciembre el Banco Mundial cortará los créditos que había asignado en el pasado para la Argentina. En esa fecha se cumplirá un mes de la decisión oficial de pagar solamente los intereses de un tramo de un crédito con el BM, medida que encolerizó a los conductores teutones del FMI. Una serie de programas sociales cuya financiación provenía de dicho organismo internacional sería víctima de las consecuencias del corte de esas líneas de créditos. Eso ocurrirá a no ser que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, disponga cubrir ese bache con fondos del Presupuesto Nacional 2003.
El jefe del Palacio de Hacienda ha propendido a sostener con fondos del erario los esfuerzos oficiales dirigidos a paliar la desastrosa situación social de la Argentina. Ha sido así hasta ahora. Por ejemplo, cuando regresó de su último viaje a Washington con la certeza de que el acuerdo con el Fondo no llegaría, mantuvo la posición mencionada. Fue en un almuerzo –relatado por Página/12 hace tres semanas– en el que paró en seco al tándem formado por el jefe de gabinete, Alfredo Atanasof y el designado embajador en Estados Unidos, Eduardo Amadeo. Ambos sostenían que había que pagar con las reservas del Banco Central los más de 800 millones de dólares de vencimiento con el BM, de lo contrario, se caería el plan Jefes y Jefas de Hogar y otros programas sociales. “Ese es el mismo argumento que utiliza (Anne) Krueger”, los acusó Juan José Alvarez, ministro de Justicia. “Eso no va a ocurrir –terció Lavagna–: el Jefes y Jefas se financia con las retenciones a las exportaciones; y si no fuese así, los pagaríamos aunque sea con las reservas”.
El 14 llegará el momento en que deberá demostrar si aquellas palabras fueron un anuncio o un ejercicio retórico discursivo.
Planes
De no sustituirse el financiamiento que –por pocos días más– proviene del BM, uno de los que se verán en problemas será el ministro de Salud, Ginés González García, que recibe una cifra más que considerable para sostener sus planes sanitarios. Precavido, el mentor de la ley de genéricos compró por anticipado todos los medicamentos necesarios para mantener varios de los programas en peligro. “Si no se cambia la financiación, vamos a tener problemas”, escucharon a su lado.
A modo de ejemplo de la importancia que le dan a la situación, en el ministerio se apresuraron a acopiar los elementos necesarios para mantener por un buen trecho el programa llamado Remediar, destinado a todos aquellos que no tienen cobertura de obra social, mutual o prepaga, y a quienes no puedan comprar los medicamentos esenciales. Mediante este plan se hará llegar a todos los centros de atención primaria del país –unos 6200 en total– un botiquín que contendrá cada uno 45 medicamentos ambulatorios, a saber: antibióticos, antimicóticos, antiparasitarios, antiinflamatorios (corticoides y no corticoides), analgésicosantipiréticos, antihistamínicos, anticonvulsionantes, cardiovasculares (antiarrítmicos, cardiotónicos, antihipertensivos), diuréticos, nutricionales, antiasmáticos (broncodilatadores y corticoides) y antiulcerosos, entre otros. El plan de marras tiene una duración de dos años y una de sus principales fuentes de financiamiento es el Banco Mundial.
Lo mismo ocurre con otros programas de dicho ministerio y de sus pares de Acción Social y Educación. Junto con el de Trabajo, las cuatro carteras conforman el demoninado Gabinete Social del Gobierno y, bajo la conducción de José Pampuro y de Hilda “Chiche” Duhalde, son los responsables del Operativo Rescate que se lanzó sobre Tucumán y se reproducirá en distintas provincias del país.
Jefes Y Jefas
El plan para desocupados que sean jefes o jefas de hogares –popularizado como Jefes y Jefas–, nació por un decreto de Eduardo Duhalde en el alumbramiento de este gobierno. Como tal, y con una factura bonaerense, el plan vio la luz a los tumbos, con tantas desprolijidades como pudiesen cometerse. A poco de lanzarlo, el oficialismo tomó la decisión de emprolijar los flecos por varios motivos: por la presión social que lejos estaba de tolerar abusos en la repartija de planes específicamente destinados a morigerar las consecuencias del desempleo, y ante la posibilidad de conseguir financiación externa para ampliar el universo de beneficiarios.
El Plan Jefes y Jefas –tal como está ahora– se sostiene económicamente con las retenciones a las exportaciones y su ejecución es responsabilidad del Ministerio de Trabajo, conducido por Graciela Camaño. A fin de calificar para obtener el crédito, el Gobierno abrió el programa al rigor internacional. Así, funcionarios del BM estuvieron monitoreando el plan de punta a punta, provincia por provincia, para tener una radiografía de sus entrañas. Los burócratas vivieron situaciones no del todo cómodas. Un mexicano que auscultó la factura del programa en Tucumán tuvo un encuentro con un grupo de piqueteros de esa provincia que no olvidará.
–Dígales a los del Fondo que los vamos a hacer cagar– chicaneaban los piqueteros.
–Yo soy turista, turista, no tengo nada que ver con el Fondo –repetía el mexicano, que dejó el valor de los de su tierra para el mito popular.
Otro funcionario del BM la pasó aun peor. En el acceso Oeste, cerca de Morón, le balearon el parabrisas al remise donde viajaba. El funcionario quiso parar el coche para bajarse a hablar con los agresores. El chofer no sólo no le hizo caso sino que aceleró en dirección contraria a donde provinieron los balazos. “Por eso el tipo está vivo”, reflexionó ante este diario un integrante del gabinete nacional que conocía el episodio. La consultora Tracey “Poly” Jones, del Banco Mundial, sobrellevó con mejor suerte su visita a Fuerte Apache.
Los técnicos mencionados y otros tantos más fueron los responsables de realizar un informe que debía ser presentado el 19 de noviembre ante el board del BM. Cinco días antes, Lavagna decidió no pagar con las reservas la totalidad del vencimiento. La presentación del monitoreo del programa Jefes y Jefas ante el BM nunca se realizó. Camaño, luego de acordar con Lavagna, le anunció el hecho a Duhalde.
Un nuevo escenario se abrirá dentro de unos pocos días. El 14, el default se hará efectivo y los planes sociales crujirán. La sensatez demostrada por Lavagna al no derrochar reservas en pagos a los organismos a fin de lograr un acuerdo con el FMI que nadie sabe si llegará –amén de que la Argentina pagó este año 4.300 millones de dólares a los organismos– deberá, ahora, encontrar la fuente para sostener los programas sociales. De muchos de esos programas dependen las vidas de miles de argentinos.