No había pasado siquiera un minuto de la seis de la tarde, cuando Hebe de Bonafini dio ayer el primer paso y el resto de las mujeres con sus inconfundibles pañuelos blancos, junto a la gente que las acompañaba, la siguieron. Ese primer paso marcó el comienzo de la XXII Marcha de la Resistencia de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que concluirá hoy a las 18 y en esta ocasión se realiza bajo la consigna “No pago de la deuda externa”. El principio de la caminata estuvo marcado por el repudio a la actitud de la Policía Federal de impedir a las Madres armar frente a la Casa de Gobierno el escenario que se utilizará para el cierre de la marcha.
Fue suficiente que empezaran a andar para que todos aquellos que se acercaron a alentarlas en sus primeros minutos de caminata arrancaran con el ya característico canto “Madres de la Plaza/el pueblo las abraza”. Como de costumbre, la marcha se realizó alrededor de la Pirámide de Mayo, tapizada esta vez por miles de fotos de desaparecidos. Y como es habitual, también, al frente de la procesión se desplegó un inmenso cartel con la consigna elegida para la ocasión.
“Marchar por el no pago de la deuda externa es algo muy fuerte. Si no pagáramos, con esa plata podríamos abrir fábricas, armar cooperativas, montar hospitales”, destacó Bonafini. Quien leía las adhesiones y explicaba las razones de la marcha entre canciones de León Gieco, Silvio Rodríguez y Daniel Viglietti, lo graficó de otro modo: “Si pagáramos la deuda volveríamos a asesinar a los niños de Tucumán que ya fueron asesinados por un sistema de muerte. Nos proponemos construir otra sociedad para que los chicos no se mueran de hambre”.
La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo también subrayó el carácter convocante de la consigna. “Hemos recibido –aseguró– adhesiones de todos los lugares del mundo; de los obreros de Bélgica, de Filipinas... Es que en todo el Tercer Mundo están pensando en no pagar la deuda. Acá estamos esclavizados desde la dictadura y si pagamos, seguimos esclavizándonos.”
Bonafini también habló de la actitud de la Federal de impedirles armar el escenario frente a la Casa Rosada y arremetió con dureza contra el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, a pesar de que en la administración porteña aclararon que nada tuvieron que ver con el accionar policial. “Ibarra quiere madres condescendientes, nos tiene un odio espantoso y por eso nos mandó la policía. Quiere ser presidente y por eso ordenó reprimir; porque para aplicar estas políticas neoliberales es preciso ser represor”, acusó.
La Marcha de la Resistencia de la Asociación Madres de Plaza de Mayo es la última de este año, pero no la única: la semana pasada hicieron la suya las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e HIJOS (Hijos por la Identidad contra el Olvido y el Silencio).
Las Madres lideradas por Bonafini marcharán hasta hoy a las 18 en compañía de piqueteros, estudiantes, asambleístas y partidos de izquierda. Entre las agrupaciones que convocaron a esta caminata de 24 horas alrededor de la Pirámide de Mayo figuran los trabajadores de Brukman y Zanon (dos empresas recuperadas por sus obreros), el Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, el Movimiento Teresa Rodríguez, la Asamblea de Parque Lezama y la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.
El cierre del acto será sobre un escenario que finalmente fue armado al costado de la Pirámide de espaldas a la avenida Rivadavia. Bonafini será la principal oradora, pero también están previstos otros discursos. Quienes también hablarán son Nilda Jara, de la agrupación piquetera Aníbal Verón; Lola Mesa, del grupo de apoyo a las Madres de Barcelona; Raúl Godoy, obrero de la fábrica Zanon; y un miembro de la dirección de los Sin Tierra brasileños.