EL PAíS
› LAS MANIOBRAS EN EL JUICIO POR EL ATENTADO A LA AMIA
Telleldín cambió de defensor
› Por Raúl Kollmann
Carlos Telleldín produjo ayer una sorpresa: despidió a Luis Sasso, su principal defensor en el juicio oral por el atentado contra la AMIA y, de hecho, en el escrito que entregó en el tribunal prácticamente lo acusa de actuar en acuerdo con otro de los imputados en el juicio, el otrora poderoso comisario Juan José Ribelli. Marginado Sasso, todo indica que el control de la defensa de Telleldín va a quedar en manos de Víctor Stinfale, su abogado desde el principio de la causa, pero que actuaba poco en el juicio oral. La interpretación de la movida de ayer es diversa: algunos sostienen que sólo fue una interna entre los abogados, con victoria de Stinfale; otros piensan que efectivamente Telleldín estaba disconforme con su defensa, pero no faltan quienes creen que el dúo Telleldín.Stinfale puede estar preparándose alguna maniobra de envergadura, para la cual necesitaban sacarse de encima a Sasso.
El texto del escrito entregado en el tribunal dice que Telleldín revoca la designación “de mi letrado, Luis Sasso, atento a que su relación con partes que tienen intereses encontrados con mi persona produce un inexorable quiebre de la confianza que debe existir entre un imputado y su letrado patrocinante. Asimismo solicito expresamente al tribunal que envíe un oficio al Servicio Penitenciario para que prohíba el ingreso de dicho letrado a la Unidad número 2 en la que estoy alojado”.
Allegados al “Enano”, como le dicen a Telleldín, argumentan que Sasso no se puso del lado de la esposa de Telleldín, Ana Boragni, cuando ésta declaró en el juicio oral. En esa oportunidad, Boragni testimonió en contra de Ribelli señalando que la camioneta que luego explotó en la AMIA se la llevó un grupo de policías desde la casa de Telleldín, el 19 de julio de 1994. Ese día, Boragni estaba en la casa y presenció el momento en que, supuestamente, los uniformados se quedaron con la camioneta..
La destitución de Sasso es, al menos por ahora, un enigma:
u Observadores imparciales del juicio oral no percibieron nunca una exagerada buena relación de Sasso con Ribelli, o con el abogado de éste, José Manuel Ubeira. Sin embargo, tal vez Telleldín tenga información reservada sobre algún tipo de acuerdo. Sasso, en diálogo con este diario, lo negó anoche categóricamente.
u En el juicio oral se sabe desde hace meses que Sasso y Stinfale estaban en guerra: no se dirigían la palabra y la confrontación crecía todos los días. Stinfale estaba relativamente marginado del juicio oral, donde el papel protagónico siempre lo tuvo Sasso. En el marco de la causa AMIA, Stinfale está ahora en una delicada situación ya que el juez Claudio Bonadío estudia imputarlo por falso testimonio y se considera que el letrado participó en distintas maniobras que se realizaron en la investigación, entre ellas el pago a Telleldín de 400.000 dólares. Debido a estas complicaciones, tal vez Stinfale resolvió volver al protagonismo en la defensa de Telleldín.
u La otra hipótesis es que “El Enano” y Stinfale estén preparando alguna jugada en el juicio oral. Por ahora, la historia oficial está fuertemente sostenida en el testimonio de Telleldín que sostuvo que le entregó la camioneta a los policías. En varios tramos, “El Enano” amenazó con echarse atrás y cambiar su versión. Ello favorecería a Ribelli, por lo cual desplazar un abogado señalándolo como allegado al ex comisario, tal vez sirve para crear una apariencia falsa y preparar así el terreno para una jugada a favor de los uniformados.
El juicio oral del caso AMIA ha estado lleno de estas marchas y contramarchas, pequeñas y grandes maniobras en las que no aparecen elementos contundentes sobre lo que pasó de verdad. La desastrosa investigación que llevaron adelante los gobiernos, las fuerzas deseguridad y la justicia produce una enorme falta de pruebas y por el ello el espacio mayor lo ocupan las maniobras.