EL PAíS
› EL ADOLFISMO FORMO UN NUEVO SUB-BLOQUE EN DIPUTADOS
Todos divididos triunfaremos
› Por Felipe Yapur
La discusión exclusiva entre el menemismo y el duhaldismo por la interna partidaria provocó, entre otras causas, una nueva ruptura en el bloque del justicialismo. Los seguidores de Adolfo Rodríguez Saá anunciaron ayer la decisión de separarse de la representación oficialista en la Cámara baja. Los díscolos, hasta el momento, suman ocho, de los cuales tres son radicales. “Nuestro sector ha sido proscripto de la discusión interna del partido. Pero además lo hacemos porque pretendemos tener voz y voto propio”, aseguró a este diario José Mirábile, uno de los legisladores puntanos que encabeza la nueva expresión secesionista del justicialismo.
Además de Mirábile integran el nuevo bloque –que por ahora lleva el nombre de Movimiento Nacional y Popular– los justicialistas María Angélica Torrontegui (San Luis), Ricardo Gómez (Buenos Aires), Roberto Basualdo (San Juan), María del Carmen Rico (Buenos Aires), los radicales Melchor Posse (Buenos Aires) y Pedro Vénica (Formosa). La última en incorporarse es Nélida Morales, quien llegó a la Cámara de la mano del partido Unión Federal que conduce el ex comisario Luis Abelardo Patti. El radical Alfredo Allende, que también participa junto a Posse en las filas del adolfismo, se incorporará la semana próxima.
Los adolfistas, como les gusta autodefinirse, sostienen que la gota que derramó el vaso son las actuales conversaciones entre el duhaldismo y el menemismo para resolver las internas partidarias. “Es una falta de respeto. El Adolfo es uno de los candidatos que mejor mide en la interna y no es ni siquiera consultado. Esto es una actitud claramente discriminatoria”, aseguró un fastidiado Mirábile.
Los integrantes del nuevo bloque sostienen además que la ruptura que ellos encabezan es “absolutamente diferente” a la que protagonizaron los menemistas cuando conformaron la bancada Azul y Blanco porque “los que nos separan son ideas y no conveniencias políticas partidarias”. Igual anticipan que cuando “el Adolfo triunfe en las internas” todo volverá a lo que era entonces.
La separación si bien suena a un nuevo cisma justicialista –tal como pretenden los adolfistas que se entienda–, en lo que hace a los números fríos el PJ no sufrirá tanto como aparenta. Hasta el momento son apenas cinco los justicialistas que emigran. Los adolfistas sostienen que cuentan además con varios “legisladores satélites” que les responden. De todas formas, lo cierto es que el único que no es de la partida es Oraldo Britos, quien la semana pasada fue reelecto vicepresidente primero de la Cámara en representación del PJ. La permanencia del veterano dirigente tiene como objetivo mantener un canal de comunicación con sus colegas del PJ y, por supuesto, no perjudicarlo al legislador puntano.
Como muestra de que la ruptura es en serio, los adolfistas ya anunciaron la presentación de un proyecto alternativo del Presupuesto 2003 al considerar el impulsado por el Ejecutivo como un “verdadero dibujo”. Las posibilidades de que su iniciativa sea al menos considerada son pocas por no decir inexistentes. El actual presupuesto forma parte del menú de proyectos que presentó el Ejecutivo para ser debatido en el período de sesiones extraordinarias que comenzó el 1º de diciembre pasado. La misma suerte correrá el proyecto que están presentando por estos días, donde proponen el retorno de la facultad del Congreso de llevar adelante la negociación de la deuda externa.