EL PAíS
› LA RUPTURA DEL BLOQUE DE LUIS ZAMORA Y JOSE ROSELLI
Un divorcio muy conflictivo
› Por Felipe Yapur
Las diferencias entre Luis Zamora y José Roselli, los diputados del bloque Autodeterminación y Libertad, continúan. Por ahora no hay ruptura, pero ambos legisladores no se dirigen la palabra desde hace una semana cuando Zamora le comunicó telefónicamente a su compañero que el partido había decidido su separación y le reclamaban la banca. Roselli no habla, pero no renuncia ni arma un minibloque. Zamora, para sorpresa de muchos, también optó por el silencio. Todo hace presumir que será un largo y complicado proceso de divorcio político.
Entre los colaboradores de Roselli hay desazón y hasta depresión. “Nunca entendimos la actitud de Zamora”, sostienen los colaboradores del legislador y delegado fabril. Lo que más sorprende en el despacho de Roselli son las causas y la metodología de la separación que incluye además del legislador a unos seis grupos del partido AyL que funcionan en distintos barrios porteños.
“Si AyL es una organización horizontal, entonces debería primar la tolerancia y las diferencias”, señalan los compañeros de Roselli. Esto dispara una serie de críticas a la toma de decisiones dentro del partido que lidera Zamora. Este sector destaca que fueron “desplazados” por una asamblea de la que no participaron y cuya decisión se las anticiparon telefónicamente. No hablan de expulsión porque, sostienen, tampoco lo dice el sector que responde a Zamora: “Estamos en una especie de purgatorio”, repiten con cierta sorna.
Los compañeros de Roselli aseguran que la crisis deprimió al legislador que pensó en renunciar: “No lo dejamos, no se lo permitimos porque todavía creemos en los cinco puntos fundacionales de AyL”, dicen.
La fractura de este nuevo partido no es, sin duda, una buena noticia. La representación de la izquierda en el parlamento es exigua y “una división es lo peor que le puede pasar a este partido que se presentó como una alternativa a los partidos burgueses”. Esta es la razón porque entre las huestes de Roselli todavía hay quienes creen que es posible superar la crisis. “Por eso no rompemos el bloque. Además, las diferencias se pueden superar con el debate franco y horizontal. De lo contrario, hay verticalismo y se repiten los mecanismos que decimos repudiar”, señaló uno de los colaboradores de Roselli.