Ricardo Jaime le pidió al juez Norberto Oyarbide que le devuelva el dinero en efectivo que fue hallado en su departamento de Libertador y Arroyo con el argumento de que no es de él, sino de su esposa, Silvia Reyss. Son 50 mil pesos, 40 mil dólares y 10 mil euros, que permanecen secuestrados. Reyss también está imputada en la investigación por el presunto enriquecimiento ilícito del ex funcionario, ya que se sospecha que habría actuado como prestanombre. El embargo de 40 millones de pesos dispuesto por el magistrado de hecho afecta a la pareja y a las hijas de ambos. Y en estos días avanza el análisis de los gastos del grupo familiar. Es improbable –según allegados a la causa– que recuperen ahora los billetes, porque el objetivo de la Justicia es garantizar los bienes y la plata con que podrían compensar al Estado ante una eventual condena, como ocurrió con el petit hotel de María Julia Alsogaray.

La propia Reyss se presentó ante Oyarbide reclamando el dinero incautado. Dijo que le pertenece y que lo había retirado de cuentas bancarias. La aparición del efectivo en uno de los allanamientos sumó –debido al monto– una evidencia importante a la investigación: en su última declaración jurada Jaime reconoció un patrimonio de sólo 99.039 pesos, una cifra que incluso lo mostraba cerca de un setenta por ciento más pobre que cuando ingresó a la función pública en 2003. El fiscal Carlos Rívolo deberá dictaminar sobre la devolución de la plata, pero es difícil que haga lugar habiendo una inhibición general y un embargo de los bienes de Jaime, su mujer y las cuatro hijas, que además tienen prohibido salir del país.

En el juzgado esperan documentación de Córdoba sobre los ingresos de Reyss. Mientras tanto analizan los consumos familiares. En el departamento que Jaime alquila en Retiro había facturas y papeles con lo que parecen ser rendiciones o resúmenes de gastos desde 2007. Son listas, según pudo saber Página/12, con ítem que van desde “comida para el perro, comida para el loro, garage, personal de servicio, supermercado, estacionamiento”, entre otras tantas. Algunos son sumas por 2000 a 3000 pesos, pero también hay de 9000. Se intenta establecer si son pagos semanales, quincenales, mensuales u otra cosa. Podrían ser citadas las personas que Jaime contrata para cuestiones domésticas.

Los 40 millones del embargo fueron calculados sobre ocho inmuebles, un avión valuado en cuatro millones de dólares, un yate de un millón de dólares, autos y seis motos, entre los bienes de mayor valor. Andrés Marutián, abogado del ex funcionario, se quejó de que el embargo y la inhibición de bienes hayan sido previos a un requerimiento para que Jaime justifique su patrimonio.