Miles de personas se manifestaron ayer en defensa de la ley de medios audiovisuales en el Obelisco porteño, respondiendo a una convocatoria de un grupo de amigos de Facebook del programa 6, 7, 8. Portando carteles contra la oposición y cintillas verdes que simbolizan el apoyo a la nueva norma de radiodifusión, un público heterogéneo expresó su repudio a la norma suspendida y escuchó a los oradores, entre los que se destacaron foristas de la popular red social. Hubo críticas a los jueces y a distintas figuras de la oposición.

“No venimos por un chori/ no venimos por un pan/ venimos por el proyecto/ nacional y popular”, cantaba el grueso del público pasadas las siete de la tarde. Minutos antes se habían acercado los primeros asistentes, que de a poco y con carteles en su mayoría improvisados fueron ocupando distintos espacios sobre la avenida 9 de Julio hasta cortarla por completo. Respondieron a la convocatoria agrupaciones políticas y medios comunitarios, así como estudiantes, jubilados e incluso un número nada desdeñable de oficinistas. Todos ellos reclamaban la aplicación de la ahora suspendida Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por considerarla superadora del Decreto-Ley 22.285 que la dictadura militar instaló en 1980. Mientras esperaban por los oradores, los asistentes buscaban a gente conocida entre el público y charlaban entre ellos. De fondo sonaba una original batucada a cargo del grupo El Choque Urbano.

Pronto se apostó un colectivo con un equipo de audio y un escenario improvisado al que se subió la escritora y panelista de 6, 7, 8 Sandra Russo, que citó al presidente ecuatoriano Rafael Correa y pidió “que no nos roben la alegría”. Luego del estallido de algunos petardos y bombas de estruendo, tomó la palabra uno de los foristas del grupo de Facebook del programa, Santiago López. “La ley de medios fue consensuada en múltiples foros y postula la voz de todos –expresó–. Esta no es una ley K, como le gusta decir a Clarín, no es una ley partidaria con nombre y apellido. Es de todos nosotros.”

A continuación se leyó una lista de agrupaciones adherentes, entre las cuales estaban las Madres de Plaza de Mayo, la Unión de Músicos Independientes (UMI) y la Comisión por una Radiodifusión Democrática, que agrupa a trescientas organizaciones que desde 2004 vienen luchando por la norma. Entre los apoyos mencionados, el nombre del movimiento Túpac Amaru generó los mayores aplausos y un cantito por Milagro Sala. También hubo referencias a otras marchas similares que en ese mismo momento estaban teniendo lugar en Córdoba, Mendoza, Mar del Plata “y en todo el país”. Estuvieron en la protesta el presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer; el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Gabriel Mario-tto, y el presidente del Inadi, Claudio Morgado.

Terminados los discursos, la concentración se convirtió en un coro de consignas contra los referentes de la oposición. Hubo varias expresiones contra Mauricio Macri y Elisa Carrió, pero el hit de la noche resultó el pedido de renuncia –insultos incluidos– contra el vicepresidente Julio Cobos. También hubo reclamos clasistas: “A donde están que no se ven/las cacerolas de Callao y Santa Fe”, corearon varios asistentes.

Caída la noche –y para la sorpresa de muchos–, un grupo lanzó fuegos artificiales. El breve show de fuegos artificiales llamó la atención de los consumidores del McDonald’s de la avenida Corrientes y varios de ellos salieron a observar las luces. Mientras tanto, debajo de uno de los semáforos, un grupo colgó una bandera blanca que rezaba “PJ Digital: La militancia online”. La insignia simbolizaba, mejor que cualquier otra, la incipiente política 2.0 que hace algunos meses está movilizando a sectores afines al oficialismo. El 12 de marzo, el mismo grupo había convocado a cerca de 10 mil personas en Plaza de Mayo, en defensa del “modelo económico-social”.

Cerca de las nueve comenzó la desconcentración. Uno de los últimos en irse fue Salvador, un jubilado con un enorme cartel en el que se leía “Jueces corruptos, no se arroguen el derecho de trabar la ley de medios votada en el Congreso”. “Venimos a apoyar la libertad de expresión y este momento del Gobierno”, sostuvo el hombre, que vive en Barracas y se acercó junto a su mujer, su hija y su nieta. “Somos tres generaciones defendiendo esta ley”, expresó.

Informe: Federico Poore.