La Cámara Federal de San Martín suspendió los análisis genéticos que, según había ordenado el juez Roberto Marquevich, debían realizarse hoy a los hijos adoptivos de la directora del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. La decisión se produjo porque, como el tribunal aceptó una queja de los abogados de Felipe y Marcela Noble Herrera, la medida quedó postergada hasta que haya una resolución sobre el tema de fondo. La empresaria fue llevada ayer desde su lugar de detención hasta los tribunales de San Isidro. Allí, ante el secretario del juzgado, se declaró “inocente” y “ajena” a todos los hechos que se le imputan –la falsificación de las adopciones– y se rehusó a responder preguntas.
Herrera de Noble continúa detenida en la División de Delitos Complejos de la Policía Federal. Marquevich se negó ayer a concederle la excarcelación y la fiscal Rita Molina apeló esta decisión. Los abogados Eduardo Padilla y Horacio Silva harán lo mismo hoy. Molina dijo que la mujer debía “estar en libertad de acuerdo a los delitos que se le imputan, que, desde mi punto de vista, pueden ser de ejecución condicional”. El magistrado deberá decidir si acepta la apelación. Si la rechaza, la defensa irá en queja ante el tribunal superior.
Marquevich aún no resolvió si otorgará a la directora del grupo Clarín el beneficio de arresto domiciliario. Según explicó, “falta cumplir con algunos requisitos”. La defensa de la empresaria confirmó que aún debían terminar ciertos trámites relacionados con el abogado que se convertiría en el garante del eventual arresto domiciliario. En el juzgado aseguraron que la junta médica que realizó el cuerpo médico forense arrojó que Herrera de Noble, de 77 años, se encuentra en “impecable” estado de salud. De todos modos, hoy habría un nuevo examen, en este caso, psicológico.
Herrera de Noble fue trasladada ayer al mediodía desde la División Delitos Complejos, en Cavia al 3302, hacia los tribunales de San Isidro. Allí debía ser indagada por el delito de falsificación de documento público. Ante el secretario Walter Rodríguez, negó estar involucrada en tales hechos y se negó a responder las preguntas del juzgado. Uno de los abogados de la empresaria, Horacio Silva, subrayó como una irregularidad el hecho de que el magistrado estuviera ausente en la audiencia. Marquevich, en cambio, afirmó que no se hizo presente en el lugar porque la mujer se negó a declarar. A partir de ahora, el magistrado tiene diez días para resolver la situación procesal de la directora de Clarín.
El martes, junto con la detención de Herrera de Noble, Marquevich ordenó la realización de los análisis genéticos de los hijos adoptivos de la mujer ya que sospechaba, como denunciaron las Abuelas de Plaza de Mayo, que podían haber sido secuestrados o nacidos en cautiverio durante la última dictadura militar. Los abogados de los jóvenes, Jorge Anzorreguy y Carlos Espinoza, concurrieron a la Cámara para que suspenda los estudios genéticos porque consideraron que no estaban dadas las condiciones de legalidad en el proceso. Como el tribunal hizo lugar a la queja, se suspendieron los análisis hasta que se resuelva la cuestión de fondo, es decir, si se tienen que hacer o no los estudios.
“Los chicos no se negaron, lo que siempre han dicho es que no estaban preparados. Pero ahora consideran que no están dadas las condiciones de legalidad en el proceso para tomar una decisión de estas características”, afirmó Silva a Página/12. El defensor de la directora del Grupo Clarín reiteró que en el caso de Marcela, “la persona con la que se la quiere cotejar desapareció el 3 o 4 de septiembre de 1976 y el juzgado resolvió la inscripción de Marcela en abril y en junio viajó con la señora a Europa”. Fue mucho más cauteloso al referirse a Felipe y reconoció la legitimidad del planteo de las Abuelas. “Hay coherencia de fechas. Eventualmente podría ser de la familia que lo reclama”, aseguró. Sin embargo, fue puntilloso al desvincular a su defendida de estos hechos: “La señora no tiene modo de saberlo. Ella sospecha que no es de esa familiapero desconoce el origen del niño. Ella lo adoptó en un juzgado porque lo dejó una mujer de la que no se sabe ni siquiera la identidad”. A través de la investigación del Marquevich se supo que la cédula de identidad que habría exhibido en 1976 Carmen Luisa Delta para entregar el niño en el juzgado pertenece en realidad a Carlos Hugo Talkowski.
Ayer por la noche, la defensa de Herrera de Noble expresó a través de un comunicado que “no puede dejar de alertar sobre la eventual existencia de factores extraños a la investigación judicial alrededor de este caso, rodeado de espectacularidades y maniobras innecesarias”. En su edición de ayer, el diario Clarín aseguró que la detención de su directora formaría parte de un “complot” que “estaría impulsado por personajes que tuvieron relevancia en los últimos años, entre los que se encontrarían empresarios con intereses en medios de comunicación y con fuertes lazos políticos y judiciales, y algunos ex funcionarios”.