La Marcha de los Pueblos Originarios, “caminando por la verdad hacia un Estado Plurinacional”, pasó ayer por Rosario, la penúltima parada de un largo viaje que culminará mañana en Buenos Aires. Unas 8 mil personas de las columnas del nordeste y noroeste se concentraron en el Parque Irigoyen, donde está el Monumento al Che Guevara, para escuchar a los representantes de las comunidades.

“Debemos volver con algo serio hacia nuestras organizaciones. No queremos que nos pase como en 1946, que volvimos con la cara triste”, sostuvo David, un integrante de la comunidad kolla. Todos los oradores reivindicaron a la referente nacional de la Organización Barrial Túpac Amaru, Milagro Sala. “Hay gente que no entiende que uno en la vida tiene que ser solidario con el otro. Mirémonos la cara, somos todos iguales”, dijo Sala a Página/12.

La marcha comenzó hace una semana y ya recorrió miles de kilómetros a través de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires. Ayer, representantes de las comunidades aimaras, kollas, guaraníes, calchaquíes, qom, pilagás, wichís, tobas y diaguitas llegaron a Rosario. Las columnas tomaron las calles rosarinas enarbolando banderas, cantando y manifestando sus reclamos hasta llegar al Parque Irigoyen.

David fue el encargado de leer un documento elaborado hace un año, que sintetiza el reclamo de los pueblos originarios: reparación territorial, reglamentación del consentimiento libre previo informado, recuperación cultural educativa y recuperación económica. “Que se garantice la Pachamama, la intangibilidad de los glaciares, debe darse de baja el código minero, que es la muerte de todas las comunidades indígenas”, pidió el representante de la comunidad kolla.

Lidia, representante de la comunidad guaraní de Jujuy, dijo sentirse “muy orgullosa por esta marcha que estamos realizando, un sueño que hemos tenido desde hace mucho tiempo y pudimos cumplir. Tenemos que hacer cumplir los objetivos de nuestra marcha: que terminen todos los atropellos, las discriminaciones, que haya más respeto a nuestros hermanos”.

Milagro Sala se refirió a la expectativa de las comunidades que mañana llegarán a Buenos Aires: “Venimos 8 días caminando, teniendo frío, entre lluvias, por eso esperamos que nos den una buena recepción. Y que nos tengan en cuenta para el Bicentenario, han nombrado muchas historias, menos la nuestra”. Para la referente de la Túpac Amaru, “está bien si ellos quieren nombrar a San Martín, a Belgrano, a Roca, pero no se olviden de Túpac Amaru y de todos los hermanos que dieron la vida por defender nuestra tierra cuando no había fronteras ni división”.

Acompañado por dirigentes locales, el titular de la CTA, Hugo Yasky, dijo a este diario que la marcha es “un hecho histórico porque forma parte de una reivindicación y visibiliza a un sector de nuestra sociedad tan importante como las civilizaciones que preexistieron a nuestra república, y que siempre estuvo oculto”. Según Yasky, la llegada a Buenos Aires “será un hecho muy importante, porque si había un protagonista en este segundo centenario era justamente éste. La expectativa es lógica, éste es un gobierno que se identifica con el proceso que vive América latina, y en ese sentido sería muy importante que la Presidenta no sólo reciba las demandas, sino que simbólicamente genere un espacio para empezar a discutir puntos concretos que les den a los pueblos originarios la existencia real que tienen como parte de esta Nación y de su tronco histórico”.