Ricardo Cuccovillo cobró notoriedad inesperadamente. El diputado socialista de la provincia de Buenos Aires defendió en el recinto de la Cámara baja el proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo y lo fundamentó en su experiencia personal y en reconocer públicamente que uno de sus hijos es gay. Lo sorprendió la repercusión mediática de su discurso, pero espera volver a la normalidad y considera que, aunque el Senado no convierta en ley el proyecto, el proceso será “inevitable, por el consenso que genera en la sociedad la igualdad de derechos”. Desde su partido también trabaja en la conformación de un interbloque de fuerzas de centroizquierda que saque al Congreso de la lógica de enfrentamiento entre oficialismo y oposición.

–Distintos bloques de centroizquierda intentan acordar una agenda común para destrabar la tarea legislativa en el Congreso. ¿Avanza esa propuesta?

–Tenemos algunas conversaciones y preocupaciones, como salir de esta lógica oposición-oficialismo y dar señales a la sociedad de que hay cosas comunes sobre las cuales trabajar. Ayudó mucho el debate en Diputados sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, porque dio un corte transversal a la discusión que cruzó a todos los bloques políticos y que mostró un trabajo unificado. Por eso la necesidad de conformar una agenda con cosas que nos preocupan, como la pobreza o la energía. Pero también ir viendo en qué cosas podemos avanzar en el conjunto del Congreso, también con el oficialismo, para sacar algunas cosas en común. Dar señales de que el Congreso no funciona solamente por el sí o por el no, o por oposición y oficialismo.

–El principal cuestionamiento del oficialismo al bloque opositor es que este construye una agenda legislativa que no incluye al partido de gobierno y primera minoría parlamentaria.

–El Partido Socialista trabajó en la conformación de un espacio que le diera una nueva integración de las comisiones, pero eso no implica que tengamos una agenda común con todo el arco opositor. En el marco ideológico, nosotros pensamos distinto al PRO y en muchas cosas de lo que propone el Peronismo Federal. Nos unen también cosas con otros sectores de la Cámara, y algunas con el oficialismo. El PS votó a favor de la restitución del sistema previsional al Estado, por ejemplo. Tiene que haber cuestiones que nos vayan unificando.

–El socialismo acordó con el GEN, de Margarita Stolbizer, una política parlamentaria unificada, que ahora se extiende a Proyecto Sur. ¿Se puede transformar ese trabajo en un acuerdo electoral?

–Con el GEN venimos trabajando en un proyecto político y parlamentario desde hace unos cuantos años. También trabajamos el año pasado en un proyecto político común con la UCR y la CC, y nos interesaría ampliar este proyecto con distintos sectores de Proyecto Sur y la CTA. Por ahora se trata de un trabajo parlamentario común, para salir del Grupo A y el Grupo B.

–¿Cómo se explica que con los sectores más afines el PS trabaje en lo legislativo y tenga acuerdos políticos con otros sectores alineados en el Grupo A?

–Con el radicalismo y la Coalición Cívica también nos unen cuestiones ideológicas. De hecho, hay un gobierno común en Santa Fe y hemos participado juntos en las últimas elecciones. Quizá tenemos una estrategia distinta y de no tener que discutir todo en el espacio del Grupo A. Otros a lo mejor piensan que ése debe ser el espacio para la tarea legislativa.

–¿Se está conformando el Grupo C?

–Lo sano para el país es no seguir dividiendo grupos. En lo parlamentario me parece válido discutir como lo está haciendo el socialismo. En lo político es conformar, como lo dijeron el presidente del PS Rubén Giustiniani y el gobernador Hermes Binner, un espacio progresista que le dé una alternativa distinta al país. Y en el Frente Progresista de Santa Fe están estos sectores.

–En su discurso durante el debate sobre matrimonio entre personas del mismo sexo usted fundamentó su respaldo en el reconocimiento público de que uno de sus hijos es gay. ¿Se imaginó la repercusión pública que tendría ese reconocimiento?

–Me afilié a los 14 años al socialismo, allá por el ’66, y tengo más de 20 años de experiencia gremial en Luz y Fuerza y en ATE, y uno conforma sus características propias con su actividad. Esto me sacó, por estas dos semanas, de mi esquema habitual. Para ser sincero, me sorprendió. Pero es bueno. Lo previo a esta media sanción y lo posterior han puesto en discusión un tema que ha tenido mucha aceptación en la sociedad, que es la de mayor igualdad de derechos.

–¿El Senado aprobará el proyecto?

–Están dadas las condiciones para que el Senado lo apruebe y dé un debate interesante. De cualquier forma, si el Senado no lo aprueba en esta oportunidad, no va a faltar mucho tiempo. Es como la manzana, que cuando está madura cae. Lo inevitable es eso, inevitable.