Aunque los asesores de imagen, el calendario y el sentido común aconsejen lo contrario, en el radicalismo no pueden evitar hablar de candidaturas. Julio Cobos buscó minimizar los daños de la derrota de sus aliados en la contienda bonaerense y salió a marcarle la cancha a Ricardo Alfonsín utilizando las redes sociales: “Para ser campeón del Mundial hay que ganar todos los partidos. Ojalá haya muchos candidatos radicales para disputar en el 2011”, subió el mendocino a Twitter y Facebook. El hijo del ex presidente, por su parte, aunque sabe que el domingo dio un paso importante hacia la boleta de la Lista 3, también es consciente de que un paso en falso puede hacerlo volver al punto de partida. Así, evita mostrarse como candidato, pero sigue con su juego. El próximo duelo será a la hora de decidir cuál será el sistema para definir la fórmula. Mientras que Cobos desafió públicamente a Alfonsín a sumarse a una interna, en la que su instalación a nivel nacional podría jugarle como viento de cola, el nuevo hombre fuerte en la provincia de Buenos Aires cuenta con el apoyo de la dirigencia partidaria y sabe que si se elige un candidato por consenso, lleva las de ganar.

La interna bonaerense “cambió el escenario”, explicó sin contener su entusiasmo un dirigente cercano a Ricardo Alfonsín. Hasta ahora, Cobos “aparecía como el candidato indiscutible” pensando en 2011, pero “ahora la cosa cambió: Ricardito tiene serias chances”, se explayó. Lo mismo parecen haber interpretado en el otro bando: la referencia futbolera de Cobos es la tácita aceptación de un contrincante hasta hace poco impensado. La novedad puede traer aparejada un cambio de planes en la agenda del vicepresidente opositor. Aunque ayer volvió a repetir que no hará pública su decisión hasta “mayo del año que viene”, su reacción tras la derrota en territorio bonaerense, metáfora mundialista incluida, dejó la hilacha a la vista. Incluso desde el sector alfonsinista lo acusan de haber “anticipado” la carrera por la candidatura. Hay dos temas muy relacionados y que tendrá que definir: su renuncia al cargo ejecutivo y su posterior reafiliación al partido que abandonó. Hasta que no cumpla estos dos requisitos, no podrá meterse de lleno en una campaña.

Lo cierto es que Cobos sabe que si el nombre se decide puertas adentro, lleva las de perder. La dirigencia orgánica del partido todavía no le perdona su cambio de filas al kirchnerismo, y el mayor valor del vice en el mercado de candidatos era su atractivo electoral, que experimenta una lenta pero segura merma desde su momento cúlmine, la noche del voto no positivo, en medio del conflicto por las retenciones móviles, en julio de 2008, hace ya casi dos años. Por eso la emergencia de la figura de Ricardo Alfonsín –que además pertenece al Grupo Rosario, la corriente interna de los últimos dos titulares del partido, los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales– encendió una luz roja en los planes del mendocino, que no perdió tiempo y el lunes mismo salió a decir que “sería bueno una primaria abierta” para definir al postulante radical a la Casa Rosada para la primera elección presidencial en más de una década en la que la UCR cuenta con chances de obtener un buen resultado.

Alfonsín, por su parte, sabe que sus acciones están en subida y por ahora el tiempo juega a su favor. “Someter al partido a una elección interna sería conspirar contra la posibilidad de ganar las generales”, le devolvió el lance a Cobos, sin esconder su fastidio por lo que considera un escenario prematuro impuesto de forma artificial por el entorno del vice. Además del apoyo del radicalismo orgánico, la figura del diputado consigue más consenso entre los aliados: desde el socialismo hasta el GEN de Margarita Stolbizer, con una importante escala en la Coalición Cívica encabezada por Elisa Carrió, que advirtió en varias ocasiones que nunca apoyaría una fórmula encabezada por el vice. Allegados a Alfonsín aseguraron que la idea es “ampliar” el espacio que ahora encabezan con la “incorporación de otros sectores” que, tras la victoria del domingo, “se están arrimando”.

Consultadas por Página/12, fuentes de la dirigencia radical coincidieron en que “hay que pasar de la agenda parlamentaria a la agenda política” y, en este nuevo escenario, “la figura de Alfonsín, tras ganar el principal distrito del país, es un emergente”. El titular del partido, Ernesto Sanz, le dio otro espaldarazo a las ambiciones del diputado, cuando anticipó que el “Comité Nacional no va a renunciar a su rol de ordenar” el panorama interno. En principio, antes de finales de junio, habrá una reunión con dirigentes de todo el país, donde comenzará a definirse el panorama.