Mauricio Macri acusó recibo del acuerdo entre los referentes del peronismo disidente para llevar un solo candidato en el 2011 y de la negativa de varios dirigentes de ese espacio a incorporarlo a su armado. “Nosotros estamos trabajando para construir el PRO en todo el país. Ese es nuestro objetivo”, afirmó ayer el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y trató de marcar un contraste con el Peronismo Federal: “Nosotros –remarcó– no le cerramos la puerta a nadie”.

Apremiados por el comienzo del Mundial y por la reinstalación del radicalismo en el escenario político tras el triunfo de Ricardo Alfonsín en la interna bonaerense, los peronistas disidentes terminaron de delinear esta semana un acuerdo para encolumnarse detrás de un único candidato en las presidenciales del año que viene. El anuncio descolocó a Macri, quien también pretende la presidencia y sabe que para ganar las elecciones de 2011 necesita del apoyo de los peronistas opositores al kirchnerismo.

La postulación del jefe de Gobierno no despierta mayores simpatías entre los dirigentes del peronismo disidente, porque no lo consideran un hombre de su palo. Sólo Francisco de Narváez se mostró abierto a sumarlo a ese entramado. “Si Mauricio decide venir, será bienvenido”, dijo el colombiano y consideró que el único límite a la hora de forjar alianzas son “Néstor y Cristina Kirchner y Daniel Scioli”.

Felipe Solá, el otro socio de Macri en las legislativas del año pasado, le cerró la puerta en la cara: advirtió que el jefe de Gobierno “no es peronista y el PJ nunca fue de derecha”. En la misma sintonía se expresó el entrerriano Jorge Busti y Eduardo Duhalde no descartó sumarlo, pero le marcó la cancha. “Si él tiene pretensiones de encabezar la lista presidencial, debe saber que los líderes del justicialismo jamás permitirán eso”, aclaró.

Así planteadas las cosas, a Macri no le queda otra que seguir adelante con su propia construcción con la esperanza de crecer en las preferencias del electorado y que eso obligue a los peronistas disidentes a aceptarlo como candidato presidencial. “Mauricio Macri y nosotros estamos trabajando para construir el PRO en todo el país. Ese es nuestro objetivo”, explicó ayer en esa línea Rodríguez Larreta y trató de no confrontar con los peronistas disidentes: además de manifestar que “nosotros no le cerramos la puerta a nadie”, enfatizó que “siempre dijimos que para el país es bueno que haya sectores peronistas críticos. Desde el PRO, nuestro objetivo es que Mauricio sea presidente y aspiramos a confluir con esos sectores”.

“Estamos convencidos de que es el mejor presidente que puede tener la Argentina”, aseguró también Rodríguez Larreta en alusión a Macri, de quien dijo que “está teniendo una buena experiencia de gestión, tiene una buena trayectoria y despierta expectativas en todo el país”. El jefe de Gabinete porteño agregó que el PRO “se ha formado por gente que viene del peronismo, del radicalismo, de los partidos de centro, e independientes”.

Por su parte, el diputado porteño Enzo Pagani se pronunció en términos parecidos. “El reordenamiento de partidos históricos lo vemos con buenos ojos y el escenario para el año próximo tendrá a Macri como candidato” a presidente.

En tanto, la diputada nacional bonaerense Soledad Martínez consideró que “desde el PRO hay muy buenas relaciones con el peronismo disidente y en particular con la juventud” de ese sector. La secretaria nacional de la Juventud macrista coincidió en que se “trabaja para la candidatura a presidente de Macri, pero sin descuidar la relación con el justicialismo disidente”. “Nos parece bien que se junten y mientras tanto nosotros seguimos haciendo crecer al PRO”, remarcó la legisladora.