Después de la derrota en Diputados, donde la oposición aprobó la limitación de los denominados “superpoderes”, el kirchnerismo advirtió ayer que si la iniciativa es sancionada por el Senado, la presidenta Cristina Fernández podría vetarla. Lo hizo por boca del ex presidente Néstor Kirchner, quien aseguró que si estuviera a cargo del Ejecutivo “lo vetaría sin problemas”. En el mismo sentido se pronunciaron la diputada Diana Conti y el presidente del bloque K, Agustín Rossi. La media sanción todavía no había ingresado ayer formalmente al Senado, donde los cálculos más optimistas estiman que recién podría tratarse en la primera sesión de agosto, luego del receso parlamentario de invierno, y con pronóstico incierto.

“Más que festejar, lo importante es cómo se ayuda a gobernar y a consolidar la transformación que Argentina está llevando adelante”, arremetió Kirchner en contra de la celebración opositora, luego de una reunión con quince embajadores latinoamericanos en su rol de secretario general de Unasur. El presidente del PJ reiteró su “apoyo incondicional a la Presidenta” y remarcó que ella “tiene los atributos necesarios para profundizar la gobernabilidad” y decidir “si veta” una ley de ese tipo, en caso de que sea sancionada por el Senado.

De todas maneras, la decisión del veto presidencial deberá esperar un tiempo más que prudencial. Hasta ayer el texto aprobado por Diputados no había ingresado en la mesa de entradas del Senado, que en la sesión del próximo miércoles le dará ingreso formal. Luego deberán resolverse los giros que tendrá la iniciativa. En principio, como viene de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, recalará en el mismo lugar de la Cámara alta. En el oficialismo no descartaban que se ampliara el giro a la Comisión de Asuntos Constitucionales, ambas con mayoría opositora pero presididas por senadores oficialistas: Eric Calcagno y Nicolás Fernández, respectivamente. Desde el radicalismo, en cambio, advirtieron que la secretaría parlamentaria tiene que darle giro a una sola comisión y que en caso de querer ampliarlo, deberá ser aprobado en el recinto.

Hasta el momento, el bloque que comanda el rionegrino Miguel Pichetto tiene una sola definición política. Defender la media sanción aprobada el año pasado en el Senado, en la que se establecía que el jefe de Gabinete podía reasignar hasta un 5 por ciento del Presupuesto. Esa es la tarea que le encomendaron a Pichetto, que deberá empezar a construir las mayorías necesarias en la Comisión de Presupuesto, con una composición desfavorable para el Frente para la Victoria.

De los quince miembros de esa comisión, seis son oficialistas, siete son opositores y dos no son ni lo uno ni lo otro. Por un lado el ex presidente Carlos Menem y por el otro, el peronista pampeano Carlos Verna. Hasta hoy, Menem se inclinó a favor del Frente para la Victoria en todas las definiciones clave, por lo que de mantenerse esa tendencia quedarían siete a siete, con el desempate del pampeano. Así, una vez más todas las miradas quedarán puestas en el ex gobernador de La Pampa, uno de los hombres más oscuros de la Cámara alta.

A fines de abril, Verna fue quien posibilitó con su firma el tratamiento y posteriormente la aprobación del pago de deuda con reservas a través del Fondo de Desendeudamiento, iniciativa que la oposición había resistido durante varios meses. En aquel momento, el titular del bloque radical, Gerardo Morales, acusó al pampeano de vender su voto por unos 600 millones de pesos que el oficialismo le había prometido girar en concepto de obras públicas a La Pampa.

Por el momento, Verna está enfermo, por lo que ni desde el oficialismo ni la oposición se animaban a adelantar su posición. En el caso de que la oposición logre dictamen en la comisión, después habrá que ver qué sucede en el recinto, donde el Grupo A recién cosechó sus primeras dos victorias en la última sesión. Más allá del ritmo que le imprima el oficialismo, la oposición también ha postergado el tratamiento de varios proyectos por falta de garantías para ganar la votación.

Con la estrategia oficialista de retacear el quórum desarticulada por el desprendimiento de la formoseña Adriana Bortolozzi, la oposición intentará convertir la iniciativa en ley, para lo que necesita la mayoría simple de los presentes. El kirchnerismo buscará insistir con la sanción anterior del Senado, para lo que también se necesita mayoría simple. Será entonces, como pronto en agosto, cuando la Presidenta deberá optar por vetar o no la medida.